Ocupaciones prehistóricas en el Parque Nacional

La investigación arqueológica en el Parque Nacional ha llevado a documentar diversos yacimientos de época prehistórica que testimonían una actividad humana en el territorio desde hace, como mínimo, 10.000 años. A día de hoy, la datación más antigua proviene de un nivel localizado por debajo de la base del túmulo del Dolmen de la Font dels Coms, donde un agujero de poste asociado a la lítica tallada proporcionó un resultado de esta cronología. El Abrigo de l’Estany de la Coveta, situado a 2435 metros de altitud y excavado en extensión en 2005, fue ocupado a inicios del Holoceno, entre el 7000 y 6500 calANE.

Sin duda, una de las características más relevantes de las ocupaciones prehistóricas identificadas en el Parque es la cantidad de yacimientos de época neolítica y calcolítica. Durante las ocupaciones conocidas de la primera mitad de este periodo son escasas y se localizan, principalmente, en el fondo del Valle de Sant Nicolau (en las balmas de la Cova del Sardo, en Boí y, probablemente, en Covetes). No obstante, a partir de finales del IV Milenio calANE se observa un marcado aumento del número de yacimientos que, por norma, tienden a situarse a mayor altitud, generalmente por encima de los 2.200 m. Principalmente se trata de pequeños abrigos formados por la acumulación de grandes bloques erráticos desplazados por la acción glaciar, como son el Abrigo de Obagues de Ratera, el Abrigo del Estany de la Coveta I, Abrigo del Portarró, el Abrigo del Lac Major de Saboredo y el Abrigo de la Girada Gran de Monestero. También hay pequeñas cuevas y balmas, la Cova del Sardo de Boí, Covetes y la Cova de Serradé, y algunos yacimientos al aire libre, como la cabaña de la Coma d’Espòs y el nivel inferior documentado en el conjunto deth Tuc deth Lac, del cual la arquitectura visible en superficie es de época más reciente. De estos yacimientos se han excavado en extensión la Cova del Sardo de Boí, el Abrigo del Estany de la Coveta y el Abrigo de Obagues de Ratera. Mientras la Cova del Sardo ha presentado una extensa secuencia que cubre todo el Neolítico, las ocupaciones neolíticas de los dos últimos se sitúan en el último milenio de este periodo.

A partir del 2300 calANE, y hasta poco antes del cambio de era, hay una marcada disminución de los asentamientos humanos documentados en el Parque Nacional. Excepto ocupaciones del Abrigo de Obagues de Ratera y el Abrigo del Estany de Xemeneia, así como posiblemente los niveles basales del Despoblat de la Cova, no se conocen asentamientos de esta época. Este hecho contrasta con los registros paleoambientales, que muestran que en el II milenio calANe se intensifican los impactos antrópicos sobre la vegetación, con algunos máximos a inicios del I milenio calANE. La continuidad de la presencia humana, no obstante, queda certificada por el hallazgo de diversos depósitos de cerámica en diferentes puntos del Parque, como en el Planell de Sant Esperit, el Valle de Llacs, el valle de Port de Rus, el Abrigo del Estany de la Coveta, y el Abrigo del Luque. Todo ello parece indicar un cambio en el patrón de asentamiento y de ocupación del territorio hacia el final de la prehistoria que desde la arqueología todavía no se ha podido acabar de definir.