Un extenso legado de arquitectura ganadera
Más del 50% de los yacimientos identificados en el Parque Nacional se conforman de restos arquitectónicos visibles en superficie. Se trata de antiguas construcciones de piedra seca que, generalmente, definen recintos de diversos tamaños y morfologías. Los de dimensiones más reducidas son restos de cabañas destinadas a proporcionar abrigo a las personas. Algunas de ellas presentan un buen estado de conservación, llegando a mantener la cubierta, y fueron utilizadas hasta hace relativamente poco tiempo por grupos de pastores similares a los que recogen los registros etnográficos del Pirineo. En otros casos, estos recintos de habitación aparecen muy arrasados y sus características se alejan de las cabañas tradicionales de pastores del Pirineo.
Generalmente las cabañas se encuentran vinculadas a recintos más grandes, mayoritariamente dedicados a la estabulación de ganado. Si bien la asociación cercado-cabaña es constante en la ganadería de los últimos siglos en el Pirineo, los vestigios del Parque Nacional muestran una gran diversidad de patrones arquitectónicos. 1los yacimientos más recientes reproducen el patrón “tradicional”. No obstante, en cronologías más antiguas se documentan otros tipos de asentamientos. Un ejemplo son los conjuntos de cabañas y cercados en forma de corredor (orris u ordeñadoras), que aparecen a final de la Edad Media y se prologan hacia el s. XVIII. Otro elemento son los conjuntos con gran cantidad de cabañas y cercados agrupados, formando una malla de construcciones adosadas las unas a las otras. Inédito en los registros arqueológicos pirenaicos, aparecen en el Parque 1nacional en época romana y, con algunos cambios, se mantienen hasta los ss. XIII/XIV. Adicionalmente, se conocen algunas construcciones que, puntualmente, se han datado en periodos anteriores, en la Protohistoria e, incluso, en la Prehistoria.
Actualmente, el Parque Nacional contiene un extenso patrimonio arquitectónico que permite rastrar, en los últimos dos mil años, los cambios y pervivencias en la explotación ganadera y el poblamiento humano de este territorio de alta montaña. Diversos itinerarios por el valle de Mainera y el valle de Casesnoves permiten su visita.