Consumo
El objetivo de este desafío social es examinar cómo los procesos de producción y consumo de bienes y servicios se relacionan con el uso de recursos (materias primas y energía) y los impactos ambientales resultantes durante su vida útil, y cómo afectan a las transiciones tecnológicas y al bienestar humano.
Los decepcionantes resultados logrados hasta ahora en relación con los objetivos de sostenibilidad global señalan la necesidad de mejorar los modelos utilizados para informar y apoyar a expertos y tomadores de decisiones en la definición de objetivos de sostenibilidad realistas y en el desarrollo de políticas de sostenibilidad efectivas.
Por un lado, existe la necesidad de analizar los bienes y servicios desde una perspectiva del Ciclo de Vida y un enfoque sistémico, considerando las posibles restricciones de recursos que pueden limitar el logro de los objetivos de sostenibilidad futuros, como por ejemplo cumplir con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la ONU y el European Green Deal. Actualmente, el Programa de Medio Ambiente de las Naciones Unidas ejerce como la Secretaría de la Red Global de Acceso a Datos de Evaluación del Ciclo de Vida, cuyo objetivo es lograr una mejor accesibilidad e interoperabilidad de los datos.
Por otro lado, es necesario mejorar los enfoques cuantitativos existentes para el análisis de los procesos de producción y consumo, teniendo en cuenta los factores que influyen en el nivel de vida material de las personas y su seguridad alimentaria, energética y de agua. Estos factores solo se pueden observar a través de diferentes dimensiones y escalas de análisis, lo que, a su vez, implica que gran parte de las discusiones sobre sostenibilidad se sustenten en enfoques basados en indicadores que no pueden abordar problemas complejos, y que fortalecen el “síndrome de gobernanza del silo”. Por lo tanto, es necesario comprender mejor quién produce y utiliza la energía y los materiales en el proceso económico y por qué; cómo estudiar el entrelazamiento entre el patrón de producción y el de consumo considerado como un todo emergente; cómo explorar la relación entre la tecnología y las prácticas sociales; y cómo integrar la representación de procesos que tienen lugar simultáneamente en diferentes escalas y dimensiones analíticas.
En el Desafío social CONSUMO, desarrollaremos nuevas herramientas en relación con los objetivos de sostenibilidad considerando dos enfoques complementarios: (i) inventarios de productos, es decir, la combinación del LCA y los análisis de flujo de materiales e (ii) inventarios de procesos de producción y consumo para comprender la sostenibilidad de los diversos productos y servicios.
El desafío CONSUMO agrupa a los grupos IASTE y SOSTENIPRA.