Conjunto monumental del Castillo de Besora
El conjunto monumental del Castillo de Besora y la iglesia de Santa María se encuentra en el noroeste del término municipal de Santa Maria de Besora, en Bisaura, a caballo entre Osona y el Ripollès. Se sitúa en la cima de la colina a la cual ha dado nombre, de un área aproximada de una hectárea, que se alza a 1.092 metros sobre el nivel del mar y está rodeado de un risco en todo su vertiente este y sur. Se llega a pie, por un camino empinado y sinuoso que se inicia en el plan de Teià, en el mismo pueblo.
Está declarado Bien Cultural de Interés Nacional, en la categoría de Monumento Histórico. Además, está situado dentro del Espacio de Interés Natural (EIN) de Sierras de Milany - Santa Magdalena - Puigsacalm - Bellmunt.
Aparte de su belleza paisajística, constituye un conjunto de gran interés histórico y monumental. La iglesia de Santa María, que ocupa el extremo de levante y tiene el ábside al borde del risco, se puede ver desde el mismo pueblo de Santa María.
La iglesia fue construida sobre los restos de una primitiva iglesia del siglo IX. Destaca por su solidez el campanario del siglo XI y, por su belleza, el atrio porticado que datamos del siglo XII. Durante el siglo XVI se reformó y amplió con capillas, hasta que el día 25 de abril de 1838, según un documento del archivo parroquial, se dinamitó el tejado para evitar así que se fortificaran los carlistas.
La otra edificación que se encuentra en pie se sitúa en el noroeste de la explanada y se trata de los restos de lo que fue el castillo. Se observan varias estancias, destinadas probablemente a uso doméstico y reformadas durante la época moderna.
Desde el año 2005 y hasta la actualidad, impulsadas por la Fundación Privada del Conjunto Monumental del Castillo de Besora, la Asociación de los Amigos del Bisaura y ATICS SL, junto con el Ayuntamiento de Santa María de Besora, la UAB y la Generalitat de Cataluña, se han llevado a cabo diversas acciones con el fin de conocer mejor la historia del monumento y al mismo tiempo ponerlo en valor. Por un lado, se han podido consolidar las paredes de la iglesia para evitar su degradación y, por otro, se han realizado estudios arqueológicos y antropológicos.