La ciudad romana de Iulia Libica
La Cerdanya antes de la llegada de los romanos, estaba ocupada por la población de los ceretanos. Comunidades indígenas relacionadas con el mundo ibérico con el que compartían lengua y una cultura material similar. Vivían en poblados fortificados en altura, y se dedicaban a la agricultura y ganadería, junto a la explotación de recursos mineros.
En época de Augusto se transformó el territorio de la Cerdanya y los yacimientos ceretanos se abandonan hacia el año 40 a. Poco después se funda el casco urbano de Iulia Líbica (Llívia). Parece probable que esta nueva ciudad concentrara tanto población recién llegada de Italia como la población indígena desplazada de los poblados de la región.
Iulia Líbica se encuentra en un punto resguardado a pie de la colina del Castillo con un buen control visual de toda la llanura ceretana, vigilando una de las vías que atraviesan los Pirineos desde época antigua. Sería la vía que comunicaba el valle del Segre con el valle del Tet cruzando el collado de Perxa, una de las posibles rutas cogidas por Aníbal Barca al cruzar los Pirineos con los 90.000 hombres, 12.000 jinetes y sus 37 elefantes en dirección hacia Italia en el 218 a.
Llívia se convirtió en el centro político del territorio ceretano y se inició aquí el proceso de aculturación y romanización de las comunidades indígenas, que adoptaron las formas sociales, políticas y culturales de los recién llegados.
Los trabajos en Les Colomines desarrollados entre los años 1997 y 200 y las excavaciones posteriores hasta el día de hoy, han supuesto la excavación arqueológica más extensa efectuada en Llívia, y tanto desde el punto de vista de la documentación de las estructuras exhumadas como del material recuperado, la fuente más importante sobre el conocimiento de la evolución de la ciudad en época romana.
El día a día de las excavaciones romanas en Iulia Libica se puede encontrar en el siguiente blog: https://blogs.uab.cat/iulialibica/