Intensificar la agricultura no salva los bosques; la gestión indígena, sí
Una mayor eficiencia en el uso de la tierra no frena la deforestación en los bosques secos tropicales del mundo, según un nuevo estudio dirigido por investigadores de la Universidad Humboldt de Berlín y en el que ha participado Álvaro Fernández-Llamazares, investigador del ICTA-UAB. La investigación pone de manifiesto que, un mayor rendimiento, incluso ha acelerado la deforestación en este bioma en los últimos 20 años.
Se cree que un mayor rendimiento conduce a una menor deforestación, porque se puede producir más en menos tierra. El estudio concluye que esta suposición es errónea, excepto en el caso de los bosques gestionados por pueblos indígenas.
El estudio, publicado en la revista Nature Sustainability, supone un hallazgo sorprendente, porque a menudo se supone que la intensificación de la agricultura conduce a un fenómeno llamado "ahorro de tierras", es decir, que la intensificación permite producir más en las tierras agrícolas ya existentes, lo que debería conducir a una menor expansión agrícola en los bosques", explica Marie Pratzer, autora principal del estudio. "Sin embargo, encontramos pocas pruebas de ello. Lo que sí encontramos es que la intensificación parece acelerar la deforestación". Este efecto se produjo de manera especialmente relevante en los países donde la agricultura produce principalmente materias primas para los mercados de exportación, como el café, el aceite de palma o la soja, en lugar de alimentos para la población local.
Según los investigadores, esto se debe a que los agronegocios responden a incentivos financieros y reinvierten los beneficios en ampliar las zonas agrícolas adentrándose aún más en los bosques. “Se trata de un hallazgo muy importante que demuestra que las políticas de intensificación de la agricultura no protegen los bosques por arte de magia. La zonificación del uso del suelo o las reservas naturales son necesarias para garantizar una protección adecuada de los bosques y su biodiversidad”, indica.
Bosques secos tropicales: globalmente amenazados
El equipo de la HU de Berlín e investigadores de universidades de Bélgica, España y Australia utilizaron mapas detallados de la pérdida de bosques entre los años 2000 y 2020, y estadísticas de producción agrícola en un modelo estadístico avanzado para analizar la relación entre intensificación y deforestación. "Nos centramos específicamente en los bosques secos tropicales, porque estos bosques son muy importantes para la biodiversidad mundial, como almacenes de carbono y para el sustento de cientos de millones de personas". Tobias Kuemmerle, coautor del estudio y profesor del Departamento de Geografía de la HU de Berlín, explicó que “estos bosques están muy poco protegidos y están desapareciendo en muchos lugares".
Los investigadores instan a proteger mejor los bosques secos tropicales, ya que la agricultura agroindustrializada se expande con especial rapidez por estos bosques, como en las regiones de Cerrado y Chaco en Sudamérica o los bosques secos de Indochina en el Sudeste Asiático.
Menos deforestación de los bosques bajo custodia indígena
Un dato destacable del estudio fue que los mayores rendimientos se asociaron a una menor deforestación en zonas donde gran parte de la tierra estaba habitada o gestionada por pueblos indígenas.
Esto es extremadamente importante y representa una gran oportunidad. Aunque los pueblos indígenas administran al menos el 28% de la superficie terrestre del planeta, sus opiniones y funciones suelen quedar marginadas o ignoradas en los diálogos sobre políticas y planificación.
El grupo investigador explica además que la administración indígena de la tierra es a menudo compatible con la conservación de los bosques, o incluso la apoya activamente. "Nuestro trabajo demuestra que empoderar a los indígenas puede crear beneficios colaterales en términos de mantenimiento de la naturaleza y lucha por la justicia en la distribución de la tierra".
Los investigadores destacan que la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Biodiversidad (COP15) acordó recientemente proteger el 30% de la tierra y los océanos del planeta para 2030. "Garantizar la participación de los Pueblos Indígenas en cómo se traducirá tal objetivo en acciones sobre el terreno, así como reconocer sus derechos inherentes sobre sus territorios tradicionales es de vital importancia", explica Álvaro Fernández-Llamazares, investigador del ICTA-UAB y coautor del estudio.
"Estos hallazgos proporcionan un fuerte apoyo a la importancia de la administración de los Pueblos Indígenas para la persistencia de la vida en la Tierra. Espero sinceramente que las pruebas recogidas se utilicen para informar y apoyar los debates políticos actuales en torno al papel de los pueblos indígenas en el mantenimiento de la biodiversidad mundial", añade Álvaro Fernández.
Los investigadores subrayan además que la generalización excesiva es peligrosa. "Los debates científicos y la elaboración de políticas tratan con demasiada frecuencia de encontrar soluciones universales, pero la realidad es más compleja", afirma Patrick Meyfroidt, profesor de la Universidad Católica de Lovaina y coautor del estudio. "Realmente necesitamos tener en cuenta esta complejidad y buscar estrategias de protección de los bosques que consideren el contexto local, como por ejemplo si los bosques están habitados o no por pueblos indígenas o si los cultivos se producen para la exportación o el consumo local".
Artículo
Pratzer, M., Fernández-Llamazares, Á., Meyfroidt, P. et al. Agricultural intensification, Indigenous stewardship and land sparing in tropical dry forests. Nat Sustain (2023). https://doi.org/10.1038/s41893-023-01073-0