Proponen criterios y procedimientos de evaluación para establecer niveles de competencia en la formación en traducción
Un equipo de investigación liderado por la UAB ha llevado a cabo un proyecto para avanzar en la evaluación de la formación en traducción en los centros que imparten estos estudios. Los expertos proponen criterios y procedimientos que permitan evaluar de modo más sistemático los diferentes niveles de competencia traductora que adquiere el alumnado.
El equipo, formado por 19 investigadores de cinco centros universitarios españoles de formación en traducción representativos de diferentes contextos lingüísticos y geográficos y de un centro británico, ha trabajado los últimos tres años en el proyecto «Evaluación en la Adquisición de la Competencia Traductora (EACT)», con el objetivo de avanzar en la evaluación de la formación en traducción en los ámbitos estatal y europeo.
«A diferencia de otras disciplinas, lo que vemos en el caso de la traducción es que no existen pruebas de nivel consensuadas y validadas empíricamente. Esto supone que puede haber alumnado de un país con un mismo título académico, pero diferente nivel de adquisición de competencias e incluso, en Europa, que un título de máster de un país determinado acredite un nivel inferior al de un título de grado de otro país», explica Amparo Hurtado, catedrática de la UAB e investigadora principal del proyecto.
Para paliar esta situación, los investigadores de la UAB, la Universidad de Granada, Universitat Jaume I, Universidad del País Vasco/Euskal Herriko Unibertsitatea y Universidade de Vigo, así como de la University of Westminster (Reino Unido), han establecido criterios y procedimientos de evaluación que consideran necesarios, a partir de dos estudios empíricos que han llevado a cabo entre docentes y alumnos de los centros españoles participantes.
En el primer estudio ha participado un centenar de profesores de traducción directa e inversa de diferentes niveles y combinaciones lingüísticas. El trabajo ha permitido a los investigadores constatar la situación actual de la evaluación en los grados de traducción de España y ha puesto de relieve la necesidad de avanzar en la objetividad y la unificación de procedimientos y criterios de evaluación, elaborar criterios y procedimientos de identificación de niveles, mejorar los baremos de corrección de traducciones y las rúbricas de evaluación y acercarse más a la realidad profesional de la traducción.
El segundo estudio ha consistido en diseñar pruebas para los niveles de traducción A1, A2 y B1, de iniciación a la traducción y de iniciación a los campos de especialización de la traducción (que se corresponderían con los niveles de los distintos cursos del grado), descritos en un proyecto anterior del grupo PACTE (Proceso de Adquisición de la Competencia Traductora y Evaluación) de la UAB: el proyecto NACT («Nivelación en la Adquisición de la Competencia Traductora»).
Concebidas en diversas combinaciones lingüísticas (español, alemán, francés e inglés como lenguas de partida y catalán, gallego, español y euskera como lenguas de llegada), las pruebas incluyen diversas tareas evaluadoras que permiten recoger información sobre los descriptores propios del nivel en cada competencia. Los investigadores han diseñado también baremos de corrección de traducciones y rúbricas para cada tarea evaluadora. La propuesta se ha sometido a la valoración de un centenar de estudiantes de traducción y cuarenta docentes, cuyo resultado se está analizando.
Una vez finalizado el proyecto, el objetivo de los investigadores es difundir sus resultados en el ámbito académico, pero sobre todo concienciar a los agentes interesados y a la sociedad en general de España y de Europa de la necesidad de unificar criterios de evaluación de la formación en traducción.
«Hemos establecido criterios y propuesto herramientas para poder hacerlo, pero su implementación ya no está en nuestras manos», señala Amparo Hurtado, para quien «un sistema más estandarizado de evaluación en traducción redundaría en un sistema más justo para el alumnado y en una mejora del servicio que se ofrece a la ciudadanía, ya que garantizaría una mejor calidad de las traducciones y un mayor reconocimiento de la profesión».
El proyecto «Evaluación en la Adquisición de la Competencia Traductora (EACT)» ha contado con financiación del Ministerio de Ciencia e Innovación.