El confinamiento afecta más a las mujeres y los jóvenes

Según la encuesta, las mujeres sienten más incertidumbre, son menos optimistas, están más ansiosas, enojadas o tristes, se sienten menos capaces de gestionar la situación y duermen peor. Pero, en cambio, son las que más mantienen las rutinas y las que más dan y reciben apoyo.

El Grupo de Investigación en Estrés y Salud de la Facultad de Psicología de la UAB, con el apoyo del diario Ara, ha creado el Observatorio del Confinamiento, una iniciativa para evaluar la adaptación de la población a la situación actual. Los primeros resultados del Observatorio se han extraído de una encuesta diseñada por los investigadores Joaquim T. Limonero y Jordi Fernández-Castro. Ha tenido más de 16.000 respuestas entre el 1 y el 5 de abril, en la tercera semana de confinamiento, que coincidió con un endurecimiento de las restricciones.

La rutina es clave para el optimismo

Los especialistas en estrés y salud de la UAB destacan que las actitudes respecto al futuro van ligadas a las actitudes prácticas en el confinamiento: hay correlaciones consistentes entre el optimismo y el hecho de dormir bien, mantener unas rutinas y dar y recibir apoyo.

La gran mayoría de los participantes, el 69,9%, sienten mucha incertidumbre sobre la evolución de la pandemia, con un 5 o más en una escala del 1 al 7, y solo el 45,3% son muy optimistas sobre el futuro después de la pandemia. En cuanto a la situación actual, solo el 27,5% están muy ansiosos, enfadados o tristes, mientras que el 86% se sienten capaces de gestionar el confinamiento. El 76,1% duermen bien, el 86,4% mantienen unas rutinas y el 90,4% dan y reciben apoyos de los suyos.

Los roles de género siguen presentes

Los investigadores apuntan que las diferencias entre hombres y mujeres son pequeñas pero estadísticamente significativas. Van siempre en el mismo sentido, vinculado a las influencias socioculturales. Las mujeres sienten más incertidumbre, son menos optimistas, están más ansiosas, enfadadas o tristes, se sienten menos capaces de gestionar la situación y duermen peor. Pero, en cambio, son las que más mantienen las rutinas y las que más dan y reciben apoyo.

Situación de controversia entre los más jóvenes

En los datos por edades, hay dos patrones diferentes. Sobre el futuro, los más jóvenes y los más grandes sienten menos incertidumbre y más optimismo, mientras que las personas de mediana edad sienten más incertidumbre y menos optimismo. Posiblemente porque los afecta más directamente. Pero, paradójicamente, en la situación actual los más jóvenes están más ansiosos, enfadados o tristes, se sienten menos capaces de gestionar la situación, duermen peor, mantienen menos rutinas y dan y reciben menos apoyo. Estos resultados mejoran a medida que sube la edad.

El nivel formativo es lo menos influyente

En cuanto a los datos por nivel de estudios, solo en algunos aspectos hay diferencias significativas. Como con la edad, también hay dos patrones. Por un lado, las personas menos formadas están más ansiosas, enfadadas o tristes y se sienten menos capaces de gestionar la situación.

De la otra, en la hora de mantener unas rutinas, los que tienen estudios primarios y los que tienen estudios universitarios tienen unos resultados mejores, mientras que las franjas medianas en cuanto al nivel formativo tienen más dificultades.

El diario Ara ha trabajado con los miembros del Grupo de Investigación en Estrés y Salud (GIES) que estudian los factores psicológicos que pueden tener impacto en el estado de salud biopsicosocial. Han publicado los gráficos resultantes de la investigación que permiten ver los datos explicados de una forma interactiva.