¡Más pulgones eliminando las hormigas!
La interacción de las hormigas y los pulgones es bien conocida por agricultores y científicos. Las hormigas se alimentan de la melaza que excretan los pulgones y éstos son defendidos por las hormigas de sus depredadores y parásitos. Así, los dos grupos de insectos salen beneficiados y es un ejemplo de mutualismo que sale en los libros. Aan así, varías circunstancias pueden hacer que esta interacción positiva para todos, bascule algo y pase -ni que sea temporal o localmente- a ser negativa para los pulgones, si a las hormigas les faltan otras presas, o si algunos depredadores o parásitos de los pulgones pueden escaparse de las hormigas. La Naturaleza nunca es perfecta.
Hemos estudiado este fenómeno, durante 5 años, en un campo de mandarineros en régimen de cultivo ecológico situado en La Selva del Camp (Tarragona). Establecimos árboles a los que impedíamos el acceso de hormigas por medio de un pegamento situado en el tronco y, cada mes, tomábamos muestras de los insectos y arañas que había en las copas de aquellos árboles sin hormigas y las comparamos con las de árboles control, sin pegamento. Al mismo tiempo, anotábamos la cantidad de pulgón que había en los dos tipos de árboles. Esperábamos que en los árboles con hormigas habría más pulgón y que en los que no tenían hormigas, los depredadores y parásitos naturales los mantendrían más a raya. El resultado fue bien sorprendente: en los árboles sin hormigas ¡había normalmente más pulgón!
La explicación la encontramos en un hecho que no considerábamos al empezar el estudio. Y es que, al excluir hormigas, también habíamos excluido otros insectos que suben por el tronco y pueden comer pulgones: las tijeretas (Forficula auricularia). En efecto, cuando estudiamos el contenido estomacal de las tijeretas, comprobamos que durante la época en que hay pulgones, tenían restos en el intestino. Y el análisis estadístico demostraba que la relación entre número de tijeretas y pulgón es negativa, pero entre número de depredadores es positiva o nula. Pensamos que la clave del problema es que las tijeretas, que están presentes en el campo cuando empiezan a aparecer y llegar las hembras de pulgón fundadoras, las pueden capturar y reducir así el futuro crecimiento de colonias de pulgones. Debido a la exclusión con pegamento, en los árboles sin hormigas tampoco había tijeretas, y las hembras de pulgón se podían quedar sin problemas. Los depredadores (mariquitas, chinches, neurópteros) y los parásitos, no están a principios de temporada. Sólo aparecen cuando las colonias de pulgón ya son numerosas y bien establecidas y las pueden controlar sólo cuando ya está bien entrada la temporada.
Este papel de las tijeretas como buenas predadores de pulgones también se ha encontrado en explotaciones agrícolas de Europa, Estados Unidos, Australia y Nueva Zelanda. Hace falta analizar su papel en otros lugares o cultivos orgánicos puesto que, al ser depredadoras generalistas, pueden también afectar otras plagas además de los pulgones.
Referencias
"Effects of the concurrent exclusion of ants and earwigs on aphid abundance in an organic citrus grove". Piñol, J., Espadaler, X., Cañellas, N., & Pérez, N. Biocontrol 54(2): 515-527, 2009.