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El estudio “GEDIVER-IN: La gestión de la diversidad religiosa en centros hospitalarios y penitenciarios en España” muestra que el reconocimiento legal de la diversidad religiosa en España no tiene una traslación práctica y completa en las prisiones y hospitales del país y que los derechos de las minorías religiosas están lejos de ser alcanzados en la práctica real.

Una débil implementación de estos derechos y la escasa difusión de herramientas como guías de recomendaciones impiden que puedan ejercerlos en pie de igualdad con respecto a la Iglesia católica. Los cambios se han producido mayoritariamente en aspectos formales, como cambiar el nombre de capillas católicas por “oratorios” en algunos hospitales, pero la situación de las minorías religiosas dista de ser equivalente a la que ostenta la Iglesia católica.

El estudio constata una desigualdad estructural entre la Iglesia católica y el resto de confesiones. Tanto el marco legal como las prácticas diarias en los centros, a aquella se le sigue otorgando una posición privilegiada, que genera desigualdades importantes sobre el terreno, especialmente evidentes en aspectos como las actitudes, los gestos, las rutinas y los símbolos. A modo de ejemplo, se puede mencionar la existencia de capillas católicas y despachos para el sacerdote en prácticamente todos los hospitales, la familiaridad en las prisiones para con el personal católico -que facilita su acceso y libre movimiento por ellas- y la celebración de las festividades católicas en el marco de ambas instituciones.

La investigación también ha puesto de manifiesto la importancia que tienen los aspectos informales y las relaciones interpersonales de algunos actores, tales como el capellán católico, la dirección de las prisiones, o los responsables de planta de los servicios de enfermería en los hospitales, cuya discrecionalidad y relaciones personales pueden tener una influencia decisiva en situaciones concretas a la hora de garantizar el ejercicio del derecho de libertad religiosa.

El tiempo de asentamiento de las minorías religiosas en España influye a la hora de reclamar su derecho al ejercicio de su religión y a la asistencia religiosa. Así, los grupos protestantes son los que mantienen una postura más reivindicativa, mientras que otros colectivos, como el musulmán y el ortodoxo tienen una actitud más conformista. Las causas de esta menor reivindicación tendrían que ver con ser colectivos formados mayoritariamente por personas de origen inmigrante y, en el caso de la comunidad musulmana, por sentirse más en el punto de mira de las autoridades.

Secularización y prácticas espirituales

El trabajo ha detectado también un proceso de readaptación de los grupos religiosos ante la secularización creciente de las instituciones públicas y la población. Esto es particularmente evidente en el caso de los capellanes católicos, que se ven obligados a redefinir su papel para ajustarse a las nuevas necesidades de la ciudadanía y de los centros, reforzando su papel clave en la provisión de servicios sociales complementarios a los de las instituciones, aún cuando estas tienden a relegarlos a una posición más marginal.

Por otra parte, están proliferando prácticas relacionadas con la nueva espiritualidad o la religiosidad holística, como cursos de yoga, reiki o meditación zen, entre otras. Esto hace necesario profundizar en estos procesos para entender cómo se definen las fronteras entre lo considerado religioso y no religioso, y comprender el impacto de estas prácticas espirituales en la vida de internos, pacientes y trabajadores de los centros.

Retos de futuro

Entre los retos a los que se pueden enfrentar las instituciones públicas en los próximos años destacan la financiación de la asistencia religiosa de los grupos minoritarios, la necesidad de formación específica para los representantes de las diferentes confesiones sobre la asistencia religiosa en las instituciones, o el envejecimiento de la población inmigrante y la mayor relevancia que los aspectos vinculados con la diversidad religiosa pueden adquirir, en particular en los centros hospitalarios.

Diferencias entre hospitales y prisiones

A pesar de las múltiples similitudes, existen diferencias relevantes entre hospitales y prisiones en la gestión de la diversidad religiosa. Los primeros se muestran más reticentes ante el hecho religioso y la labor de las organizaciones religiosas, ya que consideran que es una cuestión del ámbito privado. Solo en contados casos algunos centros sanitarios cuentan con una política proactiva de atención a la diversidad religiosa. En el caso de las prisiones, la religión es percibida como una aliada de la institución: un recurso personal para afrontar la vida cotidiana de los internos y un recurso social, a través de la asistencia social que les ofrecen los grupos religiosos. Por ello, la diversidad religiosa es reconocida como un elemento más de la vida de la institución y recibe, en general, una mayor atención que en los hospitales.

Investigación pionera

La investigación, pionera en su ámbito, se ha realizado en Catalunya y Andalucía, dos comunidades autónomas con características similares en cuanto a número de población, ratios de inmigración y diversidad religiosa, pero sustancialmente diferentes en aspectos relevantes, como los sistemas de salud y penitenciario, cubriendo así una amplia variedad de instituciones y casuísticas.

A partir de una metodología cualitativa, se han realizado un centenar de entrevistas en profundidad a personal religioso, políticos, responsables y personal de las instituciones y ONGs; al mismo tiempo se han realizado observaciones en los centros y se ha analizado el marco legal vigente que regula la presencia y rol de los grupos religiosos en estas instituciones públicas.