"El camino hacia las Smart Cities no tiene retorno, hace falta cambiar los modelos energéticos y de consumo actuales"
Cuando hablamos de Smart Cities, exactamente a qué nos referimos?
Smart Cities es el paradigma que aglutina las iniciativas para hacer una ciudad con mejor calidad de vida, más sostenible, más participativa y más eficiente. Los tres elementos dinamizadores y esenciales para conseguirlo son la Innovación, la Tecnología y las Personas. La Innovación es precisa en cambios de modelos de consumo, en nuevos materiales, en nuevas relaciones ... La Tecnología, para ayudar a hacer más fácil la vida y las Personas que son quienes dan vida y alma a la ciudad.
Este proceso de cambio en la concepción de las ciudades es un camino sin retorno?
La población se está concentrando en las ciudades. En 2050 más del 75% de la población mundial residirá en núcleos urbanos. Esto supone que la población urbana en 40 años casi se duplicará, pasando de 3.4 billones en 2009 a 6.4 billones en 2050. Precisamente es esta concentración urbana la que traslada a las ciudades del futuro los grandes retos del siglo XXI de cambio climático y calidad vida.
Las Smart Cities son el aglutinador de las iniciativas para gestionar los cambios de modelos de ciudad necesarios para hacer frente a estos retos. Estos retos no son una moda pasajera y por tanto, las Smart Cities tampoco. El camino que se está dibujando es un camino sin retorno, de cambios de modelos en el uso de los recursos naturales, de cambios de modelos en la concepción de los barrios y del transporte, de cambios de modelos en la compartición de recursos ...
¿Es posible lograr ciudades sostenibles con los recursos económicos y energéticos de que disponemos?
Para conseguir ciudades sostenibles hay que poder producir energía renovable en el entorno urbano y desplegar el "Smart Grid", red interconectada de energía que permita ceder la energía que sobre en un hogar en un momento determinado y obtener la que necesitamos en otro momento. Para ello hace falta que las leyes del país faciliten tanto la generación de energía renovable como el mismo intercambio de energía. Otro elemento clave de las Smart Cities es el menor impacto del parque automovilístico, tanto en su reducción como en el paso al uso de los coches y automóviles con energía eléctrica.
Son cambios que serán posibles potenciando determinados usos y con la complicidad de las industrias de las energías renovables y del automóviles, y de las personas. Más que un problema de recursos económicos, es un problema de modelo energético de país.
Cree que las soluciones para lograr ciudades inteligentes basadas en innovación tecnológica también deberían ir acompañadas de cambios en los hábitos de consumo y gestión de los recursos?
Clarísimamente, y así es en los casos de éxito. De qué nos sirve disponer de información sobre cómo gastamos el agua y la luz en casa? Para ser conscientes de lo que implica cada acción que hacemos y que nos lleve a cambiar los hábitos de consumo.
Lo mismo, por ejemplo, en el caso del coche compartido. La innovación tecnológica facilita que sea muy fácil y accesible el uso del coche compartido, cambiando el concepto de coche como visualizador de status social para las nuevas generaciones.
¿Cuál debe ser el papel de la ciudadanía en el desarrollo de las ciudades inteligentes?
La ciudadanía es una de las piedras angulares de las ciudades inteligentes. Las ciudades las conforman su gente, su historia y su cultura. No hay cambios de modelos urbanos sin las personas. La ciudadanía debe ser la protagonista de la ciudad inteligente, tanto en el uso de los servicios urbanos como por su participación en la construcción de la ciudad.
¿La transferencia tecnológica y la colaboración público-privada son puntos cruciales en el desarrollo de las Smart Cities?
La colaboración público-privada es esencial. Hoy hay muchos servicios urbanos que están gestionados directamente por empresas privadas. Son las primeras interesadas en aplicar innovación para gestionar con más eficiencia. Por parte del sector público a realizar las contrataciones con modelos basados en nivel de servicio y calidad. Hay experiencias exitosas para las dos bandas con respecto al alumbrado público, recogida de basuras ... Son modelos que facilitan que la inversión sea realizada por el sector privado.
¿Cataluña está avanzando a buen ritmo en la implantación de estrategias Smart?
Cataluña está avanzando, pero a ritmo muy desigual. Además de Barcelona, que es una de las líderes mundiales, hay municipios con iniciativas reconocidas Smart, tanto a nivel de municipios grandes como Sabadell, Hospitalet, Tarragona, municipios medios como Sant Cugat, y municipios pequeños como Figueras, para poner algunos ejemplos.
Por otro lado, instituciones como la Diputación de Barcelona, que históricamente ha impulsado soluciones comunes para los municipios, está trabajando con un conjunto de municipios para facilitar soluciones Smart.
¿Qué ejemplos prácticos pueden servir de referencia?
Resaltaría las soluciones al móvil para facilitar la vida a las personas con información al momento del transporte público, del tráfico, de las actividades, los servicios ..., el uso de las bicicletas compartidas, la gestión de plazas de aparcamiento para saber dónde podemos encontrar una plaza libre, la gestión de alumbrado en función de la luz que hay y las personas que circulan, la gestión de recogida de basuras, conocer cuándo vendrá el próximo autobús, o disponer de aplicaciones que me informan de lo que está pasando cerca de donde estoy.
¿Cuáles son los negocios o empresas que tienen ahora una perspectiva de desarrollo más clara vinculada a la evolución de las estrategias de las ciudades inteligentes?
Todos los servicios vinculados a las soluciones móviles, al uso de la sensorización, en lo que se llama "Internet of Things", el cruce y tratamiento de datos, en lo que se llama Big Data, a los temas de gestión de eficiencia energética (alumbrado público, edificios, ...), a la producción de energía renovable en la ciudad, a modelos de economía circular y colaborativa, y soluciones de plataforma de ciudad. Un buen número de soluciones que generarán volúmenes de negocio muy importantes en los próximos años.
Hay que pensar en soluciones que sean aplicables mundialmente, ya que las Smart Cities es un movimiento mundial, como se pudo ver claramente en el último Smart City Expo World Congress, en el que participaron más de 400 ciudades de todo el mundo.