Australia, pionera en el uso de quemas prescritas
Las quemas prescritas son un instrumento de gestión forestal que se utiliza mucho en países como Estados Unidos y Australia para reducir el riesgo de incendio. Una quema prescrita es la quema de un área natural, previamente escogido y en unas condiciones meteorológicas también previamente determinadas (denominado como ventana de prescripción), que tiene la finalidad de quemar el combustible más fino, es decir, aquel material vegetal menor de seis milímetros de diámetro, que es el que causa una intensidad de fuego más alta y que quema más rápido.
Australia es uno de los pioneros en el uso de esta herramienta, ya que su vegetación está extrememente adaptada al fuego, y ya los aborígenes australianos lo utilizaban con frecuencia para cazar, recolectar y calentarse. Con la colonización europea el régimen de fuegos (cómo y cuándo ocurrían) cambió mucho, especialmente a partir de la segunda mitad del siglo XIX, cuando muchos fuegos aplicados a pastos y granjas se escapaban y se transformaban en grandes incendios forestales. Después de uno de los más destructivos que Australia ha tenido, y que afectó al Estado de Victoria en 1939 (conocido como el Viernes negro, 'Black Friday'), el Gobierno encargó informes técnicos y se recomendó por primera vez el uso de las quemas prescritas para controlar la cantidad de combustible. A partir de los años 50, empezaron a aparecer también una serie de trabajos científicos enfocados tanto a su eficacia en el control de incendios como en los aspectos ecológicos. En los últimos años, sin embargo, se ha abierto un debate en su aplicabilidad para gestionar grandes áreas.
Ejemplo de una quema prescrita en Australia.
En este estudio se analizaron un total de 576 trabajos, publicados entre 1927 y 2007 en revistas científicas, libros, informes técnicos, congresos y simposios. Los artículos se clasificaron según su objetivo, es decir, si se trataban de trabajos enfocados en el uso de las quemas para la gestión y/o reducción del riesgo de incendio en un determinado espacio (gestión), o si eran estudios sobre los efectos de las quemas sobre la fauna, la flora o el suelo (ecología). Posteriormente se clasificaban según si se apoyaban o no las quemas prescritas y sobre qué tipo de ecosistema. Se encontró que aproximadamente el mismo número de artículos trataban de gestión o de ecología. La mayor parte de trabajos de gestión eran favorables al uso de las quemas, pero no siempre era así en los estudios sobre los efectos ecológicos, donde una gran parte no daban resultados concluyentes. Cabe decir que la mayoría de trabajos sobre los efectos ecológicos se realizaban en locales concretos y en unas condiciones determinadas, por lo que resulta extremadamente dificil extrapolar los resultados.
Hasta los años 90, la gran mayoría de publicaciones eran de carácter local o estatal, es decir, su difusión se limitaba a una determinada región de Australia, pero en las dos últimas décadas esta tendencia ha cambiado, aumentando significativamente la presencia de artículos australianos en revistas internacionales. El estudio muestra que Australia es uno de los países con más conocimientos y con más experiencia en el uso de esta técnica para la gestión forestal, para la reducción del riesgo de incendio y para objetivos ecológicos y silvoculturales.
Referencias
Oliveras, I., Bell, T. (2008) An Analysis of the Australian Literature on Prescribed Burning. Journal of Forestry, v.106, p.31 - 37.