Hayat Said, ganadora del premio a los mejores Trabajos Fin de Grado con perspectiva de género

Actualmente, Hayat trabaja de técnica de juventud en el ayuntamiento de Manresa y afirma estar muy contenta: "cuando hice el TFG me interesaba mucho la juventud porque también me sentía involucrada, pero no me imaginaba encauzar la mía vida hacia ese sector".
14/06/2022
En la última edición del premio a los mejores Trabajos Fin de Grado con perspectiva de género convocados por el Observatorio por la Igualdad de la UAB, entre las ganadoras se encuentra Hayat Said, graduada en Sociología por nuestra facultad que presentó el trabajo "Com t'imagines la vida amb 30 anys? Joventut, projectes de futur i vida quotidiana". Desde la facultad hemos querido conocer con mayor profundidad su experiencia.
En su TFG, Hayat analiza cómo algunas variables del contexto social de la juventud se relacionan con la constitución del proyecto de vida, principalmente en cuanto a aspectos cotidianos (familia y tiempo de ocio). Desde una perspectiva interseccional, documenta los proyectos de once jóvenes con edades de entre 18 y 28 años y analiza su relación con las variables de género, edad y clase social: “la más difícil por considerar los indicadores fue la clase social", afirma.
Según comenta, el trabajo resultante es lo que es porque fue evolucionando: "sabía hacia dónde quería ir, pero fue con el tiempo y con la ayuda de mi tutora, Anna Tarrés, que para mí ha sido una gran mentora y me ha marcado personalmente, que lo fui encaminando". Al principio quería hacerlo sobre educación, pero al hacer la primera observación oyó hablar a unas chicas de 17 años que comentaban la intención de venir a estudiar a Barcelona y Hayat pensó "que sería más divertido profundizar en ello".
En ese momento, Hayat estaba estudiando como el contexto social y la posición que ocupas te marca el proyecto de futuro y lo quiso aplicar a la vida cotidiana; "de algún modo quería ver cómo influía, si la gente se imaginaba teniendo tiempo libre o no, si pensaban que verían mucho a sus amigos o no o qué posición ocuparía la familia en su proyecto de vida".
Destaca tener la sensación de haber preguntado mucho sobre la familia; qué entendía la gente como familia, si se imaginaban formando una o qué papel desempeñaría. Aunque en la mayoría de casos se imaginaban con lo que podríamos entender como familia nuclear clásica, en el discurso general e independientemente de la edad, la pareja jugaba un papel bastante secundario: “era como si 'idealmente me imagino con una pareja y mi familia, pero si no existe la pareja no pasa nada', no había tabú sobre el divorcio o el hecho de formar una familia sola [...] era como un modelo clásico, pero descentralizado [. ..] se hablaba de la pareja en términos más bien organizativos que fruto del amor", señala.
Una de las cosas que más le sorprendió fue la percepción general en la juventud de cierto sentimiento de desolación en términos de futuro: "la primera reacción cuando comenzaba las entrevistas muchas veces era soplar cuando les decía que hablarían de su futuro". Además de encontrarse en un momento álgido de la pandemia de Covid, los jóvenes también hacían mucha referencia a la situación de emergencia climática; "estábamos en un punto donde todo el mundo se estaba dando cuenta de que realmente puedes hacer planes y que cambien de un día para otro, pero no creo que los resultados hubieran variado mucho si no hubiéramos estado en medio de una pandemia".
Entre tanta angustia por el futuro, Hayat determinó que ésta se hacía mucho más palpable en el género femenino, que fue una de las conclusiones de su trabajo. En concreto, destaca el caso de una chica de dieciocho años que estaba a punto de realizar los exámenes de selectividad y que, durante la entrevista, llegó a afirmar que "se sentía angustiada por la vida"; "realmente me sorprendió" valora Hayat.
Se presentó al premio del Observatorio porque su tutora se lo propuso y afirma que en ningún momento tuvo aspiraciones de ganar; "pensé que en mi caso la cuestión del género era un tema transversal y que no ganaría, pero quizás ha sido eso lo que les ha parecido interesante al jurado".
Actualmente, Hayat trabaja de técnica de juventud en el ayuntamiento de Manresa y afirma estar muy contenta: "cuando hice el TFG me interesaba mucho la juventud porque también me sentía involucrada, pero no me imaginaba encauzar mi vida hacia ese sector". Valora su paso por la Facultad como "provechoso en términos de aprendizaje pero duro en el momento de compaginarlo con trabajo y vida social". Por ella, el TFG fue la "reconciliación con que podía estar haciendo un trabajo que me gustara como asignatura". Además, añadía; "me he amado mucho la carrera y la facultad, siento que he aprendido y he crecido muchísimo".
Felicidades por tus logros Hayat, la facultad siempre será tu casa y te animamos a seguir trabajando para conseguir todo lo que quieras!
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Igualdad de género