Historia de la Ciencia

Patricia Fara es experta en mujeres y ciencia y en la ciencia a la Ilustración. Es profesora y directora de los Estudios en Historia y Filosofía de la Ciencia en el Clare College, y profesora adjunta del Departamento de Historia y Filosofía de la Ciencia de la Universidad de Cambridge. Alguna de sus principales publicaciones son Pandora 's breeches: women, science and power (London: Pimlico, 2004), Sex, Botany and empire: the stories of Carl Linnaeus and Joseph Banks (Duxford: Icon Books, 2003) y Newton: the making of genius (Londres: Macmillan, 2002). Su libro más reciente es Science: A four thousand year history (Oxford: Oxford University Press, 2009), traducido al castellano como Breve historia de la ciencia (Barcelona: Ariel, 2009). Patricia Fara visitó la UAB invitada por la Mención de Excelencia del Programa de Doctorado en Historia de la Ciencia del CEHIC, donde dio una conferencia titulada "Ghosts of Women Past".
03/2012 -

"No quiero ser elegida para un puesto de trabajo solo porque he nacido con un cromosoma X adicional"

Las mujeres siempre han estado involucradas en la ciencia. ¿Pero qué hay de su presencia en la esfera pública de la ciencia: en la historia, en las instituciones ...? Hablamos de la situación de las mujeres en la ciencia, ahora y en el pasado, con Patricia Fara, historiadora de la ciencia en la Universidad de Cambridge y experta en mujeres y ciencia y en la ciencia en la Ilustración. Entre muchos otros libros, ha escrito Pandora 's breeches: women, science and power and Sex, Botany and empire: the stories of Carl Linnaeus and Joseph Banks. Invitada a la UAB por la Mención de Excelencia del Programa de Doctorado en Historia de la Ciencia del CEHIC, Fara habló de la participación de las mujeres en la ciencia desde una perspectiva histórica, en una conferencia titulada "Los fantasmas de las mujeres del pasado"("Ghosts of Women Past"), y aprovechamos la oportunidad para entrevistarla.

¿Por qué cree que el conocimiento sobre el pasado de la mujer en la ciencia puede ayudar a hacer mejor el presente?
 
Como académica, mi estrategia para conseguir el cambio es incrementar la comprensión. No puedo estar segura de que el aprendizaje de las actitudes pasadas tenga un impacto en la sociedad moderna pero, para mí, hacer historia es entender cómo el pasado ha afectado al presente y usar este conocimiento para mejorar el futuro. Al reflexionar sobre la posición de la mujer en los siglos anteriores, mi objetivo es alentar a mi público a pensar más cuidadosamente sobre su propio comportamiento y opiniones, y no sólo perpetuar los prejuicios con que se han educado. La transformación de la sociedad es inevitablemente un proceso lento, pero las pequeñas acciones locales pueden tener un efecto acumulativo importante: creo que si tengo éxito en influir en algunas personas, es mejor que no hacer nada. Uno de mis libros favoritos es Middlemarch de George Eliot, que acaba comentando que "... la mejora del mundo depende en parte de actos no históricos, y que a ti y a mí no nos vaya tan mal como nos podría haber ido es en gran parte debido al número de personas que vivieron con dedicación una vida oculta, y que descansan en tumbas que nadie visita. "
 
¿Cómo era la vida de las mujeres que querían hacer ciencia en el pasado?
 
Esta es una gran pregunta, en parte, porque la ciencia en sí era muy diferente de lo que es ahora. Para cualquier mujer en particular, la vida dependía en gran medida de los hombres de su alrededor. Si tenía la suerte de tener un padre o un marido rico e ilustrado, entonces se encontraba en una buena posición para pagar una tutoría personal y se podía permitir el lujo de comprar todos los instrumentos que necesitaba. Aquellas que nacían en una familia de científicos, eran aún más afortunadas, especialmente antes de mediados del siglo XIX, cuando el trabajo experimental se llevaba a cabo todavía en casa y no en grandes laboratorios. Por otra parte, la frontera entre las actividades domésticas y científicas era borrosa, por lo que una mujer a cargo de una familia numerosa podía ser responsable de la dispensación de medicamentos, de testar diferentes cultivos, de la conservación de alimentos, de la elaboración de jabones y perfumes ... una serie de actividades que ahora podrían ser vistas como científicas.
 
¿Cuál era el perfil de este tipo de mujer?

Así como no hay un solo tipo de mujer científica moderna, del mismo modo, en el pasado, las mujeres que practicaban la ciencia podían ser muy diferentes. Algunas eran cómplices de su propia sumisión, felices de llevar a cabo tareas domésticas para los hombres de su familia. Otros eran ferozmente independientes, decididas a superar las limitaciones educativas que se les imponían. Muchas se situaban entre estos dos extremos, reconociendo que no todas las puertas estaban abiertas para ellas, pero escogiendo pragmáticamente las rutas más viables - colaborando a la sombra de hombres de ciencia, o en la recolección, la ilustración y la clasificación de las muestras. En particular, las tareas cruciales de la traducción, la interpretación y la enseñanza eran llevadas a cabo a menudo por las mujeres, que encontraban este tipo de trabajo compatible con cuidar del esposo y los hijos.
 
¿Cree que arrastramos una carga del pasado en nuestras actitudes actuales?

Sí, claro. Pero no quiero hacer un caso único, de las mujeres: muchos otros grupos de personas son tratadas actualmente de manera diferente debido a una grave discriminación en el pasado. La jerarquía del hombre blanco intelectual que prevaleció en Europa Occidental afecta a las actitudes modernas hacia la etnia, la clase, la religión y la discapacidad, así como hacia el género.

¿Cómo ve a las mujeres en la ciencia actual? ¿Y su futuro?

Los problemas que afectan a las mujeres en la ciencia son comunes a los de muchas otras carreras profesionales. Claramente, hay una discriminación mucho menos abierta que la que solía haber, y el número de mujeres en los altos cargos están incrementándose lentamente. En lugar de ver a las mujeres como las víctimas que están siendo excluidas, prefiero pensar en ellas tomando decisiones positivas. ¿Quizá las mujeres no quieren estar al frente de una gran organización? En lugar de trabajar las 24 horas del día, siete días a la semana, prefieren tener tiempo libre para sus aficiones, las vacaciones y la familia, y no tienen el deseo de pasar toda su vida en una oficina o en un laboratorio. En lugar de competir por exhibir un comportamiento más masculino que sus colegas hombres, pretenden crear una sociedad más equilibrada, no dominada por una obsesiva adicción al trabajo.

¿Qué piensa usted de la "cuota femenina" en las instituciones y los altos cargos?
 
Como la mayoría de mis amigas, estoy totalmente en contra de las cuotas. Quiero estar segura de que he sido elegida para un puesto de trabajo porque soy la mejor candidata, no porque resulta que he nacido con un cromosoma X adicional. La imposición de cuotas a menudo puede dar lugar a la elección de mujeres menos cualificadas, lo que sólo puede contribuir a mantener la baja consideración y la discriminación de las mujeres.

Clara Florensa

Centro de Historia de la Ciencia (CEHIC)

Centre d'Història de la Ciència (CEHIC)
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B.11870-2012 ISSN: 2014-6388