Un proyecto comprobará los efectos de los frutos secos sobre la calidad del esperma
18/12/2015
Cantidad y calidad. Estos son los parámetros que se analizan en el estudio Fertinuts, un trabajo de investigación que ya ha comenzado y que se llevará a cabo durante los dos próximos años, tanto en el Hospital Universitario Sant Joan de Reus y en la Unidad de Nutrición Humana de la URV-IISPV -que coordina el proyecto con la doctora Mònica Bulló como investigadora principal-, como en la UAB. En total se necesitan 100 voluntarios de entre 18 y 35 años a los que se analiza el esperma al inicio del estudio y al final, cuando hayan pasado tres meses consumiendo 60 gramos diarios de una mezcla de almendras, avellanas y nueces. Una parte de los voluntarios consumirán frutos secos y la otra no lo hará, para poder comprobar los efectos con un grupo control. El consumo de frutos secos y el seguimiento será de 14 semanas, que coincide con dos ciclos espermáticos (cada ciclo es de 42 días).
Los parámetros que se evalúan durante el estudio incorporan la vitalidad, la morfología, la concentración y la cantidad de espermatozoides, la fragmentación del ADN espermático y el perfil de expresión de microRNAs de los espermatozoides, así como su estabilidad cromosómica , entre otros aspectos. Así pues, se estudiarán parámetros que irán más allá de la cantidad, como la movilidad, la concentración y posibles anomalías, y parámetros moleculares vinculados con procesos de inflamación y oxidación, que están relacionados también con la fertilidad.
Los voluntarios harán el seguimiento a la Facultad de Medicina de la URV, en Reus, o en la UAB, -dependiendo de donde hayan sido reclutados- mientras que los equipos de expertos se desplazarán a uno u otro sitio. Los investigadores del Área de Biología Celular de la UAB, dirigidos por el profesor del Departamento de Biología Celular, Fisiología e Inmunología Joan Blanco, tienen experiencia en calidad espermática, mientras que los de la Unidad de Nutrición Humana, en ensayos clínicos y en mecanismos moleculares como la inflamación y la oxidación. En este tipo de trabajo ya hay algunas evidencias relacionadas con parámetros moleculares y se han hecho estudios con determinadas frutos secos, como nueces o pistachos, pero aún no se ha hecho una comprobación y un seguimiento del consumo diario de una mezcla de frutos secos sobre la fertilidad.
El estudio está financiado por una convocatoria del INC (el International Nut and Driet Fruit Council), una convocatoria internacional que busca proyectos para analizar el efecto de los frutos secos sobre cualquier aspecto de la salud. El presupuesto del proyecto es de cerca de 200.000 euros, la mitad de los cuales están financiados por el INC y el resto deben cofinanciar los grupos de investigación implicados.
En estos momentos ha comenzado el trabajo de campo con los primeros voluntarios que han hecho la primera visita al Hospital Universitario Sant Joan de Reus y han comenzado a ingerir los frutos secos: nueces, almendras y avellanas, 60 gramos al día en total. Los voluntarios son personas que no consumen habitualmente frutos secos.
El total de proyecto es de dos años de duración, un año para el trabajo de campo y otro para analizar los resultados y para hacer los análisis biomoleculares. En este tiempo buscan demostrar que un grupo de alimentos, como los frutos secos, pueden influir en la calidad y la función de los espermatozoides e incrementar la fertilidad masculina.