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Tejados blancos y más zonas verdes mitigarían los efectos de las olas de calor en las ciudades

Coberta blanca / cubierta blanca

Un estudio del ICTA-UAB evalúa la efectividad de diferentes soluciones urbanas para reducir la temperatura en el Área Metropolitana de Barcelona. Combinar las dos estrategias reduciría la temperatura una media de 1,26 grados.

19/05/2021

La frecuencia e intensidad de las olas de calor en las ciudades está aumentando debido al cambio climático, con un gran impacto negativo en la salud y los índices de mortalidad de la población. Las actividades antropogénicas y los materiales de construcción favorecen la acumulación de calor en las ciudades, y la radiación solar almacenada durante el día en el asfalto y los edificios se libera lentamente durante la noche, generando un importante estrés térmico. Para hacer frente a esta problemática creciente, las ciudades deben establecer estrategias de mitigación eficientes que permitan reducir la temperatura durante las olas de calor.

Un estudio realizado por el Institut de Ciència i Tecnologia Ambientals de la Universitat Autònoma de Barcelona (ICTA-UAB) evalúa la efectividad de soluciones como la creación de tejados blancos (también fríos) en las cubiertas de los edificios y la ampliación de las áreas verdes urbanas en el Área Metropolitana de Barcelona (AMB). Los resultados, publicados recientemente en la revista científica Urban Climate, demuestran que la aplicación combinada de estas dos estrategias permitiría conseguir los mayores índices de reducción de la temperatura durante estos episodios veraniegos.

Para llevar a cabo el estudio, los investigadores utilizaron un modelo meteorológico que incluía once tipologías diferentes de zonas urbanas en el AMB y simulaba la ola de calor registrada en julio del 2015, cuando se alcanzaron temperaturas diurnas de entre 35ºC y 40ºC, y temperaturas nocturnas superiores a los 25º C. La investigación se ha llevado a cabo en el marco del proyecto ERC URBAG, liderado por la investigadora ICREA en el ICTA-UAB Gara Villalba.

El estudio simuló diferentes escenarios de mitigación a partir de soluciones como la creación de tejados fríos en las cubiertas de los edificios residenciales e industriales, o el incremento de las áreas verdes de acuerdo con los objetivos del Plan Director Urbanístico (PDU) del AMB. Los tejados fríos se obtienen pintando de blanco las cubiertas para aumentar el albedo, es decir, el porcentaje de radiación que refleja la superficie, y que no es absorbida por el edificio. Por su parte, el PDU prevé la creación de 6 parques urbanos y áreas verdes con un total de 255,64 ha en 2030, lo que supone incrementar la vegetación del 32,54% al 35,92%.

Los cuatro escenarios analizaban los efectos de aumentar el albedo hasta un 0.85 pintando de blanco los tejados, preferiblemente los planos y más accesibles; incrementar las zonas verdes con un riego diario de 2 l/m2, y con un riego superior de 5 l/m2, y un último escenario que combinaba la opción de los techos frescos con la creación de zonas verdes con riego de 5 l/m2.

Los resultados muestran que el escenario que combina las dos estrategias es el que tiene mayor impacto, con una reducción media de la temperatura de 1,26ºC. La reducción alcanza los 4,73ºC durante el día (a las 15h), y los 1,88ºC durante la noche (21h). Este descenso del calor también tiene efectos positivos en el consumo energético, con un 26% menos de gasto en aire acondicionado.

El primer escenario de tejados fríos permite reducir la temperatura media en 0,67ºC, pero es más efectivo durante el día, alcanzando una reducción máxima de 3,83ºC a las 15 horas, frente al descenso máximo de 1,63ºC durante la noche (7h). La estrategia de aumento de las zonas verdes reduce la temperatura en menor medida, si bien ofrece mejores resultados en el escenario con mayor riego (descenso de 0,15ºC de media para riego de 2 l/m2, frente a descenso de 0,61ºC en el escenario con riego de 5 l/m2). “Hemos visto que cuando se incrementa la irrigación, la reducción de temperatura diurna mejora notablemente gracias al efecto de enfriamiento causado por la evapotranspiración”, comenta Joan Gilabert, primer autor del estudio.

A pesar de la reducción de la temperatura en todos los escenarios estudiados, la regulación térmica que resulta de la combinación de las dos estrategias (tejados blancos y áreas verdes) es la de mayor impacto. “Combina los beneficios de reducir la temperatura durante la noche a causa del aumento del verde urbano, con la reducción del calor diurno gracias al aumento del albedo y la irrigación, combatiendo los efectos de la ola de calor durante 24 horas”, explica Sergi Ventura, coautor del estudio, quien añade que los tejados blancos provocan el descenso de los termómetros en las áreas urbanas más céntricas y densas, mientras que los parques ayudan a disminuir el calor en las zonas más próximas.

Este estudio ejemplifica cómo estos esfuerzos de modelización urbana pueden ayudar a los responsables de la toma de decisiones a nivel de ciudad acerca de la mejor estrategia de planificación urbana para contrarrestar los impactos de las olas de calor, que se prevé que aumenten debido al cambio climático global y la intensificación de las tasas de urbanización.

Artículo de referencia

Gilabert, J., Ventura, S., Martilli, A., et al. (2021).  Abating heat waves in a coastal Mediterranean city: What can cool roofs and vegetation contribute? Urban Climate. https://doi.org/10.1016/j.uclim.2021.100863

Esta noticia se engloba dentro de los siguientes ODS

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  • Acción climática