La UAB ha reducido el consumo de agua en un 25% gracias a las medidas de ahorro por la sequía
La UAB ha conseguido ahorrar un 25,1% de agua en 2023 respecto a 2022 gracias a las medidas de ahorro y eficiencia que se han implantado a lo largo del año para hacer frente a la sequía. Este año la UAB aumentará los esfuerzos por continuar desplegando medidas que permitan reducir el consumo de agua de red más allá de las limitaciones impuestas en la fase de emergencia del Plan de sequía de Cataluña.
Las actuaciones de ahorro y eficiencia del uso del agua que la UAB implementadas durante el año 2023 han permitido reducir el consumo de agua en 50.000 m3 durante el año 2023, lo que representa un 25,1% respecto el año 2022.
El ahorro económico que ha supuesto la reducción de consumos ha permitido compensar el coste de las inversiones realizadas durante el año 2023 para la mejora de las infraestructuras y de monitorización de datos.
Este año se prevé triplicar la inversión en actuaciones para conocer y reducir el consumo de agua de red. Además, también se seguirán realizando estudios de evaluación de reutilización de agua en todo el campus y de adaptación de las zonas verdes para hacer frente a nuevos escenarios de restricciones en los usos de agua de red.
Todas estas medidas no sólo buscan afrontar la crisis actual, sino también sentar las bases para un futuro más sostenible.
La reducción de consumos ha sido y seguirá siendo posible gracias a la implicación de todos los miembros de la comunidad universitaria a título individual y también colectivo para hacer un uso racional del agua, posibilitando que se siga reduciendo el consumo en el campus.
Medidas adoptadas por la UAB para ajustarse a las restricciones del Plan de sequía
Desde el 1 de febrero de 2024 el sistema Ter-Llobregat se encuentra en fase de emergencia 1. En este escenario se mantienen y en algunos casos aumentan las restricciones en el uso de agua potable respecto a las fases anteriores del Plan de sequía, enfatizando su utilización con la mínima cantidad indispensable.
Actualmente, dado que se prohíbe el riego de zonas verdes con agua de la red, se ha dejado de regar la vegetación del campus. A partir de ahora sólo se permite el riego por la supervivencia de arbolado si se realiza con aguas regeneradas o con aguas freáticas. En la búsqueda de nuevos recursos hídricos no potables, en el campus se está valorando el agua utilizada para la limpieza de los filtros de la piscina del Servicio de Actividad Física (SAF).
Desde marzo de 2023, cuando el sistema Ter-Llobregat se encontraba en situación de excepcionalidad por sequía, ya había limitaciones para algunos usos. Por lo que respecta a la vegetación, sólo se regaban las zonas equipadas con red por goteo y se mantenía un riego de supervivencia de arbolado con agua de la red de abastecimiento. Globalmente se dejaron de regar 7 hectáreas con riego de aspersión, una superficie que equivale aproximadamente al 78% de la superficie de riego del campus.
Otra medida aplicada fue el cierre de la bañera de hidromasaje del SAF, donde también dejó de regarse el campo de fútbol de césped artificial.
Adicionalmente, dejaron de efectuarse limpiezas exteriores con agua de la red de abastecimiento, tales como calles, fachadas, mobiliario urbano o vehículos.
Medidas adicionales que implementa la UAB para reducir el consumo de agua de red
Durante el 2024 la UAB seguirá impulsando medidas de ahorro y eficiencia más allá de las que impone la normativa para reducir el uso de agua. En particular, las actuaciones se centrarán en la mejora de los elementos de la red de distribución (grifos, duchas y fluxores) de forma progresiva en los lugares donde sea posible, la instalación de nuevos contadores que permitan un mayor conocimiento del comportamiento de la red y la detección de posibles fugas, así como la implantación de nuevas tecnologías más eficientes en el uso de agua o la búsqueda de formas de ahorro en instalaciones de docencia e investigación.
Todas estas medidas tienen como objetivo dar continuidad a las ya implantadas durante el año 2023, entre las que destacan la instalación de nuevos equipos de refrigeración y hueco de circuito cerrado en laboratorios para evitar el desperdicio de agua de la red, la revisión y ajuste de los pulsadores de lavamanos en diferentes edificios y la instalación de aireadores en las duchas del SAF para reducir el caudal de agua utilizado en cada pulsación.
Por otro lado, también se instalaron contadores con telemedida propios de la UAB para mejorar el control de los consumos y de detección de fugas. Además, se detuvo la plantación prevista de cerca de 200 nuevos árboles.