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La gentrificación verde puede limitar el efecto favorable que las zonas verdes tienen en la salud

ciutats verdes
Istockphoto-IakovKalinin
Una investigación del ICTA-UAB y el IMIM sugiere que los vecinos de las clases sociales más desfavorecidas no se benefician por igual de los efectos que la creación de zonas verdes tiene en para la salud. Los científicos consideran que las ciudades más verdes no son más saludables y justas por igual para todo el mundo.

04/10/2017

 La creación de parques y zonas verdes en los núcleos urbanos tiene efectos positivos en la salud de sus residentes. Sin embargo, un nuevo artículo  publicado por un grupo de investigadores del Instituto de Ciencia y Tecnología Ambientales de la Universitat Autònoma de Barcelona (ICTA-UAB) y de l'Institut Hospital del Mar d'Investigacions Mèdiques (IMIM) sugiere que los vecinos  de las clases sociales más desfavorecidas podrían quedarse al margen de los beneficios saludables de la “ecologización” de los barrios y no beneficiarse igualmente de tales efectos en la salud.  

La investigación parte de la evidencia que la “verdificación” de las ciudades mediante la creación de parques, zonas verdes de paseo y corredores ecológicos tiene efectos beneficiosos para la salud física y psicológica de las personas. Esta tendencia creciente de “ecologización” de las ciudades mejora la calidad ambiental del aire, fomenta la realización de actividad física, y favorece la creación de vínculos sociales más fuertes entre los residentes, reduciendo así los niveles de estrés crónico  y mejorando la salud en general.

No obstante, investigadores del Laboratorio de Justicia Urbana Ambiental (BCNUEJ) del ICTA-UAB, co-liderado por los sociólogos y geógrafos Isabelle Anguelovski y James Connolly, establecen que el proceso de recuperación de los espacios naturales en las ciudades suele producir un fenómeno denominado “gentrificación verde” por el que la población original de un barrio de clase media-baja o baja es desplazada por los nuevos habitantes de mayor poder adquisitivo que llegan a la zona atraídos por la proximidad de nuevos parques, zonas verdes y por la oferta concurrente de viviendas más atractivas. Como consecuencia, el precio del alquiler y de la venta de las viviendas experimenta un aumento considerable de manera que los colectivos más vulnerables no pueden hacer frente a los precios y a la especulación inmobiliaria  y tienen que acabar marchándose a vivir a otras zonas, menos atractivas y con una calidad de vida más baja.

De este modo, el proceso de “gentrificación verde” contribuye a perpetuar la pobreza concentrando geográficamente a la población vulnerable, puede provocar la ruptura de los lazos sociales establecidos y aumenta el estrés crónico y una peor salud mental en estos residentes. “En base a lo que sabemos sobre la gentrificación verde, queremos entender los impactos en la salud de los residentes que viven en barrios gentrificados por la creación de espacios verdes. Pensamos que la gentrificación verde puede modificar el efecto que la exposición a zonas verdes tiene en la salud” explica la investigadora principal del estudio, Helen Cole quien afirma que las ciudades más verdes no son justas y saludables por igual para todo el mundo.

“Los profesionales de la salud pública abogan por la verdificación o ecologización y citan los beneficios en la salud sin tener en cuenta esas dinámicas, y sin contemplar las implicaciones de esa relación en la igualdad en salud en las ciudades”, expone Cole. Por ello, considera que los investigadores en salud pública y epidemiología deben tener en cuenta esta situación y confiar en un modelo de comunidad más dinámico que explique las posibles consecuencias sociales no intencionadas de hacer más verdes las ciudades y examine el impacto de la gentrificación en la salud de los barrios, especialmente los que se han convertidos en barrios verdes. 

Asimismo, Helen Cole y diversos colaboradores del grupo de investigación ha n publicado recientemente un comentario en la revista The Lancet - Public Health donde además destaca que existe el peligro de que iniciativas transversales de salud urbana se conviertan en una justificación de la construcción de nuevas promociones de lujo y de la gentrificación.