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"Analizar el mundo desde una mirada feminista, te otorga una perspectiva amplia y social para trabajar en contra de múltiples discriminaciones"

Isabel Muntané

Isabel Muntané, Ciencias de la Información, comenzó a trabajar en medios como TV3 y el diario Hoy. Actualmente lidera proyectos desde la cooperativa feminista Almena y es codirectora del máster Género y Comunicación de la UAB.

22/03/2018

Entrevista a Isabel Muntané, alumni UAB de Ciencias de la Información. Muntané comenzó a trabajar en medios como TV3 y el diario Hoy. Actualmente lidera proyectos de comunicación y género desde Almena Cooperativa Feminista y es la codirectora del máster Género y Comunicación de la UAB.
 

- ¿Por qué elegiste estudiar Periodismo en la UAB?
- Siempre tuve muy claro que quería hacer Periodismo, seguramente porque me ha gustado leer y escribir desde muy pequeña y tengo una personalidad curiosa. Y no me he equivocado, porque sigue siendo, a parte de mi profesión, mi vocación.


- ¿Te licencias te en 1985, como era la UAB a principios y mediados de los 80?
- Los estudiantes de Periodismo no teníamos facultad aún, cuando terminé el último año, se había construido el nuevo edificio y algunas aulas ya empezaban a funcionar. Hacíamos las clases en diferentes facultades y no teníamos las instalaciones y los platós que hay actualmente, pero fue una gran experiencia, era una época de mucho activismo, se hacían muchas asambleas.


- ¿Cuál fue tu primera experiencia en el mundo laboral?
- Me enteré, por casualidad, que se convocaban las segundas becas de la Facultad para hacer prácticas de final de carrera, me presenté y fui becaria en TV3. Fueron unos meses y me quedé, estuve unos tres años trabajando allí, hasta que me ofrecieron ir al Avui cuando Albert Viladot fue nombrado director. Me conocía profesionalmente, porque trabajé con él en el programa A Debat y en el Telenotícies Nit de TV3. En el Avui fui redactora de Sociedad y posteriormente jefe de Sección.


- ¿Cómo fueron esos primeros años de periodista?
- Parecerá que hablamos de la prehistoria. En aquella época, para escribir un artículo teníamos que trabajar mucho, no teníamos teléfono móvil, no teníamos internet y se valoraba mucho lo que en el argot periodístico llamábamos la agenda, es decir, los contactos que tenía cada periodista. Teníamos el servicio de documentación, una pequeña biblioteca donde cada día se recortaban todas las noticias de todos los periódicos y se clasificaban, aquella era nuestra información. Era más complicado, y en la redacción, la gente tenía que ser más experta en un tema, aprendí mucho en el Avui, porque era joven y había gente con mucha experiencia. Intentaba hacer mucha información sobre mujeres y sobre el movimiento feminista, pero en aquella época era mucho más difícil que ahora. Después de un tiempo me nombraron jefe de Sección, me lo pasé bien, pero a mí me gustaba mucho escribir y salir a la calle, y lo echaba de menos. En ese momento, fue la primera reducción de plantilla y me acogí. He cambiado mucho de trabajo y creo que es positivo, porque te da un aprendizaje no sólo profesional, sino también personal.


- ¿En qué momento entras en contacto con el feminismo?
- En muchas situaciones cotidianas, yo me sentía incómoda con el papel que me daban, con cómo me decían las cosas o con lo que se esperaba de mí. Me sentía incómoda, pero no sabía por qué, hasta que lo conecté con el feminismo. Y posiblemente también fue cuando empecé a escribir sobre temas de mujeres y feminismo.


- Después del Avui, trabajas como freelance.
- He ido combinando siempre fijo y freelance, va un poco con nuestro espíritu, con nuestra profesión. Con una compañera, Lali Sandiumenge, trabajamos juntas, haciendo reportajes, y también me dediqué a pintar, que es mi otra pasión. Hacía exposiciones y al mismo tiempo hacía crítica de arte, por lo que combinaba mis dos vocaciones. Y luego trabajé en Intermón durante unos años en emergencias en diferentes territorios, intentaba aportar la mirada de género, dando voz a las mujeres.


- Y siempre en formación continua.
- A mí siempre me ha gustado estudiar, hice un posgrado sobre web 2.0. y el máster interuniversitario en Estudios de Mujeres, Género y Ciudadanía. Este último fue una apuesta personal, porque había leído mucho sobre feminismo, hacía información sobre feminismo, pero lo tenía todo en cajones separados que había que ordenar.


- Actualmente codiriges el Master en Género y Comunicación de la UAB. Ya va por la tercera edición.
- Con Joana Gallego (profesora y directora del Observatorio para la Igualdad de la UAB), constatamos que no había ningún máster de comunicación y género ni en el Estado ni en Europa. Creíamos que era un máster que podía ser útil, ya que cada vez se demanda más la perspectiva de género a los periodistas, y, además, podíamos aportar muchas cosas.


- ¿Cómo debe ser un periodista con mirada de género?
- En primer lugar, debe tener la voluntad de cambiar la mirada, y por eso te debes formar. La mirada feminista, la mirada de la igualdad no aparece sola, porque nos han enseñado lo contrario. Desde el momento que las mujeres no aparecemos en los libros de texto, nos hemos creado este imaginario que no tenemos nada importante que decir porque no hemos hecho nada importante. Hay personas que difunden mensajes machistas a conciencia, pero la gran mayoría lo hacen por falta de formación. Las empresas e instituciones también tienen responsabilidad en el tema, deberían facilitar espacios de formación. Se están haciendo proyectos, por ejemplo, desde la Unidad de Igualdad de Radio Televisión Española, cursos en TV3...


- Cuando te paras, repiensas tu mirada, y analizas desde la perspectiva feminista, también te das cuenta de otras desigualdades.
- Yo creo que analizar el mundo desde una mirada feminista, te da una perspectiva amplia y social, que te permite trabajar en contra de múltiples discriminaciones. Yo no puedo entender trabajar a favor de las mujeres y del colectivo LGTBI si no trabajo a favor de las mujeres y los hombres que sufren el racismo en una sociedad como la nuestra, por ejemplo. El feminismo, para mí, siempre ha significado una mirada revolucionaria socialmente, que quiere cambiar esta sociedad para convertirla en una sociedad mucho más amable con todo el mundo donde la diferencia se entienda como un valor y no como una discriminación, porque eso nos enriquece.
 
- Si el feminismo es una mirada revolucionaria para transformar la sociedad, ¿el periodismo es una herramienta a través de la cual vehicularlo?
- Sí, es una herramienta de transformación social para hacer un periodismo que además de reflejar mucho mejor la realidad social, ayude a construir una nueva sociedad. El periodismo, para mí, ha ido ligado desde el principio a un periodismo crítico con el poder, con una mirada constructiva para intentar aportar algo más.


- En un artículo tuyo reciente 'La información será siempre nuestra' en media.cat, hablas de la Monitorización Global de los Medios (GMMP), de 2015, que cifra que las mujeres sólo son protagonistas del 28% de las noticias que aparecen en medios españoles. ¿El activismo da resultados?
- Sí, yo creo que sí, desde los años 80 hasta ahora el periodismo ha cambiado mucho, muchísimo, cada vez las mujeres estamos más presentes, claro que quisiéramos estar más y mejor representadas, pero hay más respeto hacia nosotras, hacia nuestro trabajo y se valora más nuestro conocimiento. Hemos pasado la barrera, ahora somos más visibles, antes sencillamente no estábamos en las informaciones, pero tenemos que mejorar la cantidad e ir hacia la calidad. La información también es nuestra, nosotros somos las protagonistas de la información y tenemos que reclamar, en estos momentos aún no lo somos, y cuando lo somos, se nos infravalora, se nos sexualiza...


 - Un ejemplo de éxito, el movimiento #OnSónLesDones (Donde están las mujeres). Las redes sociales son actualmente muy importantes para el activismo. #OnSónLesDones nace, de hecho, en twitter.
- Una noche, a partir del debate de TV3, donde todo eran hombres, nos encontramos unas cuantas personas tuiteando lo mismo, y pensamos actuar juntas, surgió de forma espontánea. Hasta después de unos cuantos meses no nos vimos las caras. Esto también es una riqueza del feminismo, crear red, una red que te fortalece, te da autoridad, visibilidad, y que también funciona como revulsivo, ya que obtienes más respuestas. Trabajamos con sólo un objetivo; cuantificar mujeres y hombres en los espacios de opinión en medios, analizamos 21 medios cada día. Creo que ha sido una gran herramienta de sensibilización y, además, es cierto que la situación ha mejorado, sobre todo en los espacios de las cadenas públicas. Lo más justo sería una igualdad real al 50%, pero la ley de paridad pide un mínimo de 40%, pero muchas veces ni llega. A los medios escritos, en la sección de opinión, las mujeres firman en un porcentaje muy bajo de los artículos, por ejemplo.


- Háblanos de Almena Cooperativa Feminista.
- Hace unos años, estaba trabajando en el Institut Català de les Dones, pero no acababa de encontrar mi espacio, y me volví a arriesgar. Me junté con una compañera, Julia Vega, y creamos la cooperativa. Cada una trabaja desde su conocimiento, yo desde la comunicación y género y ella desde la intervención estratégica en violencias machistas. Hacemos proyectos donde intentamos interseccionar los dos ámbitos. Hemos hecho un proyecto acompañando Arquitectura Sin Fronteras en Mozambique, en tema de intervención en violencias machistas. Hemos creado un proyecto muy interesante, subvencionado por el Ayuntamiento de Barcelona, que llamamos Red Asociativa de Comunicación Feminista, una iniciativa colaborativa que hemos trabajado con 37 entidades feministas de Barcelona. Hacemos capacitación para que aprendan a comunicarse y relacionarse con los medios de comunicación para lograr una mayor incidencia del movimiento feminista. Y también estamos haciendo una evaluación de los circuitos de atención de violencia de Cataluña, que nos ha encargado el Institut Català de les Dones.


- Y ahora estáis ultimando la segunda edición del proyecto 'Mujeres valientes. Agentes de una información no machista sobre las violencias sexuales ', por el que ganasteis en 2016 la mención honorífica del XI Premio 25 de noviembre del Ayuntamiento de Barcelona.
- Sí, con una treintena de mujeres de diferentes entidades, que han sufrido agresiones sexuales. Hemos hecho un grupo focal con estas mujeres y un grupo de 12 periodistas que escriben sobre estas informaciones, hubo una comunión muy interesante con mucho respeto, siempre intentando entender al otro. Y aquí nosotras hemos definido una serie de recomendaciones sobre cómo informar de agresiones sexuales en los medios de comunicación situando las mujeres en el centro de la información, como sujetos y sin revictimizarlas.


- El movimiento feminista parece que está en la agenda política y mediática actualmente. ¿Qué factores han influido para que la manifestación el 8 de marzo fuera tan multitudinaria este año?
- Creo que hay varios factores. En primer lugar, el trabajo realizado a lo largo de todos los años, los últimos años hemos salido más a la calle, hemos hecho más incidencia política, saliendo de nuestros núcleos de incidencia y abriéndonos. Por otro lado, todos los movimientos internacionales como el #metoo han dado un empujón. En cuanto aquí en Cataluña, ha habido una combinación de elementos, la crisis ha hecho que nosotros nos replanteáramos muchas cosas y saliéramos reforzadas, y por último, el movimiento de chicas jóvenes actual, chicas con mucha fuerza, con mucha capacidad, fuertemente preparadas políticamente, y muy activistas. Yo creo que es un trabajo de base, se ha ido construyendo todo este movimiento desde las entidades, movimientos autogestionados, con la colaboración poco a poco de los medios. Se ha visibilizado que queremos una igualdad real que, de momento, no tenemos.