El cambio climático está alterando la calidad de las aguas de la alta montaña pirenaica
17/07/2019
La problemática de acidificación de los recursos hídricos pirenaicos no es un fenómeno localizado en puntos concretos del Pirineo Central, como se pensaba hasta ahora, sino que se está extendiendo por diversas zonas de la cordillera. Así lo concluye un estudio preliminar liderado por la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB), con la colaboración de la Universitat de Girona (UdG), que ha contado con el apoyo de la Fundación Biodiversidad, del Ministerio para la Transición Ecológica.
El trabajo, dirigido por Mario Zarroca, investigador del Departamento de Geología de la UAB, ha permitido documentar los principales sistemas fluviales afectados y dar a conocer la problemática existente a los responsables de las principales administraciones locales y autonómicas.
Según los investigadores, “nuestros resultados sugieren que el cambio climático es el motor desencadenante del fenómeno, pues es posible establecer una correlación entre episodios de sequía prolongada e incremento de temperatura, con el aumento de los procesos de drenaje ácido natural”.
La acidificación de los ríos se reconoce en campo por el color turquesa de las aguas y la formación de precipitados blanquecinos ricos en aluminio que cubren sus lechos.
Los investigadores destacan la importancia de iniciar un estudio a mayor escala, para acotar en detalle las causas y comenzar a diseñar estrategias preventivas y correctivas. “La potencial toxicidad de metales y metaloides que son finalmente liberados al medio, como arsénico, aluminio y níquel, especialmente a través del agua, es sobradamente conocida”, señalan.
Ejemplos del aspecto de los precipitados y aguas ricas en aluminio. Izquierda: río de Comapedrosa (Andorra), julio 2018. Derecha: Coma de l'Embut, Núria, septiembre de 2018.
Mapa esquemático de la región pirenaica, indicando la distribución de las principales zonas en las que se están produciendo drenajes ácidos naturales: 1, Bal del Chistau; 2, Barrancos de Vallibierna y El Ubago (río Ésera) y Valle de Llauset; 3, Arriu Unhòla; 4, Riu de Sant Nicolau; 5, Río Broate; 6, Monteixo; Valles de Comapedrosa; 8, Puigmal-Núria y 9 Bastiments-Ull de Ter.
El estudio, “Acidificación de las masas de agua de alta montaña y su relación con el cambio climático, toxicidad e implicaciones en la Biodiversidad” (AMiCC) se ha llevado a cabo en diversas zonas de los Parques Naturales de Posets-Maladeta (Huesca), Alt Pirineu (Lleida) y Les Capçaleres del Ter i Freser (Girona).
Ha sido realizado con técnicas de cartografía geomorfológica basadas en el trabajo de campo y estudios de series multitemporales de fotografías e imágenes aéreas, exploraciones geofísicas mediante tomografía eléctrica de resistividades y georradar, así como a partir de muestreos hidroquímicos, isotópicos y de bioindicadores, y análisis de series climáticas.