Joan, profesor jubilado y voluntario en el ámbito penitenciario: una mirada sincera dentro de las prisiones
El día 5 de diciembre se celebra el Día del Voluntariado, una fecha para reconocer y valorar la implicación de aquellas personas que dedican su tiempo y esfuerzo a causas sociales y comunitarias. En este contexto, la Fundación Autónoma Solidaria (FAS) ha entrevistado Joan, un profesor jubilado de la Universidad Autónoma de Barcelona, que hace voluntariado en centros penitenciarios, contribuyendo, de este modo, a la mejora de la reinserción social de estas personas.
“Para los internos, las voluntarias somos personas con quienes pueden desfogarse y conectar con alguien externo en el mundo de la prisión.” - Joan.
05/12/2024
¿Cuándo y por qué decidiste empezar a hacer voluntariado?
Mi inquietud por el voluntariado surgió después de un viaje en el Canadá, donde me impresionó mucho la cantidad de voluntariado que había en muchísimos ámbitos de la sociedad. De hecho, recuerdo que al llegar al aeropuerto de Calgary había mucha gente mayor que se dedicaban precisamente a ayudar la gente con el que necesitaran, y a mí me ayudaron a orientarme. Después, lo vi con otros muchos factores de la sociedad y me gustó tanto que, desde entonces, pensé: “cuando me jubile haré voluntariado”. Con el que no contaba, pero, era con hacer voluntariado penitenciario, pero cuando me dirigí a la FAS, vi que, entre las diferentes opciones que ofrecían, el voluntariado penitenciario era donde yo podía ser más útil.”
¿Te habías implicado antes en alguno otro voluntariado?
“Sí, yo ya me había implicado en otros voluntariados, puesto que con este mismo convencimiento que cuando me jubilara querría hacer voluntariado, decidí jubilarme un poco antes precisamente porque tenía ganas de hacer algunas cosas que pensaba que a los 65 años se podrían hacer mejor que a los 70 años. Así pues, justo después de jubilarme estuve haciendo voluntariado en una comunidad de Uganda, con la cual ya había tenido contacto previo hacia el año 2013, cuando descubrí el turismo solidario.”
¿De entre todos los voluntariados que ofrece la FAS, por qué te decantaste por el penitenciario?
Antes de que me explicaran bien todas las opciones de voluntariado, yo llevaba en el jefe hacer un voluntariado más dirigido a personas migrantes, pero cuando estuve haciendo los cursos previos de formación de la FAS, fui consciente que la mayoría de estos son gente joven y que, por lo tanto, yo no sería la persona más adecuada para estar con ellos, puesto que es más fácil conectar con una persona de tu generación que no con un abuelo de casi 70 años. Por lo tanto, decidí darle una oportunidad al voluntariado penitenciario.
¿En qué consiste exactamente el voluntario penitenciario que haces?
He participado en varias iniciativas. En primer lugar, empecé haciendo teatro con personas internas porque yo de joven había sido implicado con el teatro amateur. Así pues, juntamente con otra chica estudiando, estuvimos haciendo ejercicios de teatro por los internos hasta que llegó la pandemia.
Durante la pandemia empecé con conversaciones en inglés, primero en línea y después presenciales, todo esto durante tres años en total. Actualmente, colaboro una vez por semana con un programa de radio a Cuatro Caminos, haciendo programas sobre temas culturales.
¿Qué fueron las primeras sensaciones de entrar en una prisión?
“Impactante. A pesar de que lo hayas visto muchas veces a las películas, impacta. El ruido de las puertas que se abren y se cierran detrás tuyo, las rejas, los pasillos largos donde solo sientes las tuyas pasas… todo te marca la primera vez. Pero como todo, después te acostumbras y con el tiempo, te familiarizas con el entorno.”
¿Qué te aporta esta experiencia de voluntariado?
“Conocimiento, conocimiento del mundo y de la sociedad. Personalmente, creo que aprendes mucho de la gente, te ayuda a romper con imágenes preestablecidas de las personas en general, a romper con los tópicos. Conoces personas muy diferentes y entiendes realidades que antes ignorabas de tu sociedad. También es motivador: en un momento en el cual estás jubilado, te mantiene activo y te obliga a prepararte para aportar conocimiento. Al final, creo que recibes más del que mujeres.”
¿Hay alguna historia o vivencia que te haya marcado?
“Sí. Durante el tiempo que estuve haciendo la actividad de hacer conversaciones en inglés, mi relación con los internos era más apretón, puesto que podía escoger los temas iniciales de conversación e intentaba ser intencional porque ellos pudieran hablar y abrirse. Esto me dio a tener una relación más intensa con ellos. Particularmente, pude fiero más relación con un
interno que tenía un buen nivel cultural y que había escrito libros, de los cuales he leído alguno. Esta experiencia fue muy enriquecedora y me hizo ver que
realmente hay gente muy interesante y singular en las prisiones. Esta experiencia fue muy enriquecedora y me hizo ver que realmente hay gente muy interesante y singular en las prisiones.
¿Por qué crees que es importando el voluntariado en las prisiones?
“Quizás, el que hago yo de ir a difundir conocimiento, no es lo más importante especialmente. Pero el que sí que tengo clarísimo es como es de importante que las voluntarias vayan allá a habla con un interno que no tiene familia, que es una persona que está sola, que no tiene otras relaciones. Por lo tanto, yo creo que es muy importante, puesto que a los internos los va muy
bien tener una relación con una persona diferente de aquel ambiente, incluso para desfogarse… cosa que seguramente no pueden hacer con según quien, porque puede tener consecuencias. En cambio, con nosotros hay libertad absoluta.”
¿Qué dirías para animar otras personas a hacer voluntariado?
“Yo diría que es una experiencia muy interesante. Y precisamente yo creo que la vida va de esto, de la posibilidad de tener experiencias, y esta es una experiencia muy útil por tú. Evidentemente que hay el aspecto que haces más de servicio, pero el motivo por el cual voy es porque por mí es un conocimiento. Un conocimiento que adquieres de una parte de la sociedad totalmente desconocida y yo creo que esto es muy interesante.
En este Día del Voluntariado, queremos destacar la fuerza transformadora de las personas que dedican tiempos y esfuerzo a iniciativas sociales, como las que impulsa la Fundación Autónoma Solidaria (FAS). Su tarea va más allá de ofrecer apoyo: abren espacios de acompañamiento, escucha y esperanza, contribuyendo a construir una sociedad más inclusiva.
El testigo de Joan refleja como el voluntariado no solo impacta positivamente en las personas que son beneficiarias, sino que también transforma la mirada y las experiencias de quienes lo practica. Es un recordatorio del valor de conectar con los otros y de la importancia de estar presentes en ámbitos donde la solidaridad marca la diferencia. Si quieres conocer más sobre el voluntariado de Joan y su programa “Radio cuatro caminos” consulta este enlace.
Desde la FAS y la UAB, queremos expresar nuestro profundo agradecimiento a todas las personas voluntarias. Vuestro compromiso inspira y nos anima a seguir trabajando plegados por una sociedad más justa y humana. ¡Gracias por formar parte!