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06/2009

¿Un futuro terapéutico para la marihuana?

Canabinoids
A pesar de la voluntad médica de mejorar la calidad de vida del enfermo, el dolor continúa siendo objeto de desconocimiento y de un continuo estudio. En esta línea, la investigación alrededor del dolor visceral, proceso encabezado por el síndrome del colon irritable (IBS), ha aportado datos muy importantes en cuanto la utilización de canabinoides (endógenos o sintéticos) como tratamiento paliativo. Utilizando un modelo animal, se ha visto que el cuerpo produce canabinoides naturales (llamados endocanabinoides), y que estos modulan las respuestas de dolor visceral, actuando sólo en los receptores para canabinoides de tipo 1 (CB1). Pero lo más sorprendente es que toda esta actividad analgésica tiene lugar fuera de nuestro sistema nervioso central. Un dato muy importante que permitiría mejorar los tratamientos con canabinoides sintéticos, y evitar las contraindicaciones que se derivan de su uso (como la marihuana o el hashish) con actividades psicotrópicas y adictivas.

El tratamiento paliativo del dolor continúa siendo uno de los grandes retos de la medicina actual, y de gran interés dentro de la industria farmacéutica. El dolor visceral (aquel originado en las vísceras internas del organismo) representa un caso particular, debido a sus diferencias con el dolor originado en otras estructuras orgánicas (como pueden ser los músculos o las articulaciones), y hasta el momento se carece de un tratamiento efectivo para el mismo.

Además de sus efectos psicotrópicos, muchas medicinas tradicionales han utilizado los canabinoides (marihuana y hashish) como tratamiento contra el dolor (acciones analgésicas). Sin embargo, los efectos nocivos de estas sustancias (adicción y dependencia) y el desconocimiento de los mecanismos implicados en estos efectos han limitado su uso sistemático. Durante los últimos años se ha descubierto que los canabinoides actúan en el organismo a través de sistemas específicos de reconocimiento (receptores de tipo canabionide, CB1 y CB2) y que nuestro organismo produce canabinoides de manera natural (los denominados endocanabinoides). A partir de estos descubrimientos, el sistema endocanabinoide se ha convertido en una diana terapéutica para el tratamiento del dolor como de la obesidad (ya que los canabinoides reducen el apetito).

Receptores de canabinoides en el intestino y en el cerebro de rata.

En este trabajo se ha estudiado el efecto analgésico de diferentes canabinoides (tanto endógenos, producidos de forma natural por el organismo, como sintéticos) y antagonistas de receptores canabinoides sobre el dolor de origen visceral. Se ha empleado un modelo animal del síndrome de intestino irritable (irritable bowel syndrome, IBS, según la terminología anglosajona). El IBS es una alteración funcional gastrointestinal, relativamente frecuente, caracterizada por la presencia de dolor y malestar de origen abdominal, además de otras alteraciones, sin una causa conocida. Los resultados obtenidos indican que únicamente los receptores canabinoides de tipo CB1 están implicados en los mecanismos de dolor visceral, que existe una producción basal de endocanabinoides que controla los mecanismos de dolor y actúa como un sistema analgésico endógeno y, lo que es quizás más importante, que estas acciones se producen a nivel periférico (fuera del sistema nervioso central) y que, por tanto, no conllevan los efectos indeseables (adicción y dependencia) asociados comúnmente al uso de los canabinoides.

Estos estudios demuestran que los agonistas sintéticos, de acción periférica, de los receptores CB1 pueden funcionar como agentes terapéuticos para el tratamiento del dolor visceral sin los efectos indeseables más comúnmente asociados al uso de canabinoides.

Vicente Martínez
Universitat Autònoma de Barcelona

Referencias

CB1 Receptors Mediate the Analgesic Effects of Cannabinoids on Colorectal Distension-Induced Visceral Pain in Rodents. The Journal of Neuroscience, February 4, 2009 · 29(5):1554 –1564

 
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