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Cada vez más países están introduciendo reformas relacionadas con la elección de centro educativo con el fin de brindar a los padres más oportunidades de decidir a qué centro asisten sus hijos. En la mayoría de los países de la OCDE, la asignación geográfica es lo habitual en educación primaria, mientras que encontramos opciones de elección más flexibles en niveles educativos más altos. El objetivo de este estudio es analizar si existe interacción estratégica en la elección de centro por parte de los padres cuando nos encontramos en un sistema con cierta flexibilidad de elección. Abordamos dos principales preguntas de investigación. En primer lugar, nos proponemos evaluar hasta qué punto la elección de un centro público por parte de los padres depende de la calidad de la gestión, en lugar de otras características, como la distancia con su lugar de residencia. Una vez establecidos estos determinantes, pasamos a identificar la posible existencia de dependencia espacial. Para ser exactos, estamos interesados ​​en entender si la demanda de plazas en el centro seleccionado es parcialmente impulsada por el efecto competitivo dado por el desempeño de los centros vecinos. Esta pregunta es muy relevante porque una posible competencia territorial entre escuelas públicas cercanas influye en la demanda de los padres.
 
Nuestros datos abarcan 1.127 centros públicos de educación primaria de Cataluña para el curso 2009-2010. Consideramos aquellos centros ubicados en municipios urbanos (es decir, con más de 5.000 habitantes). En primer lugar, confirmamos que en un sistema de matrícula con opciones flexibles, los padres perciben la calidad de la gestión del centro, que aproximamos mediante un índice de desempeño (nivel de eficiencia). Cuanto más eficiente es el centro, mayor es la demanda de los padres. En segundo lugar, los efectos espaciales fruto de la gestión de centros vecinos juegan un papel importante: la demanda de los padres por un centro público aumenta con la creciente demanda de centros vecinos. Sin embargo, el mejor rendimiento de los centros cercanos reduce directamente la demanda de un centro en particular, pero también provoca que éste se preocupe por mejorar la calidad de su gestión.
 
A medida que los padres perciben cómo funciona un centro educativo, pueden decidir mejor cuál es el más adecuado para sus hijos, teniendo en cuenta diversos factores, entre los que se incluye la calidad de la gestión. Este resultado es robusto si introducimos otras características potenciales adicionales referidas al entorno geográfico, ingreso familiar o la presencia de escuelas privadas.
 
Esta evidencia confirma la presencia de una dinámica competitiva en el sistema educativo público de Cataluña, que obliga a los centros públicos a actuar de la mejor manera posible para mantener una alta demanda. El impacto del desempeño de los vecinos en la demanda de un centro es sustancial, a la vez que contribuye a un mayor compromiso en la competencia por conseguir estudiantes y recursos educativos. Por lo tanto, parece probable que haya espacio a iniciativas para elevar la calidad, motivación y competencia del sector educativo público catalán. Teniendo en cuenta la importancia de los efectos espaciales, debería desarrollarse una política selectiva para alentar a los centros a adoptar planes de enseñanza innovadores. Así, una política de calidad educativa adoptada en un barrio no sólo afecta a los centros de esa zona, sino que también se espera que influya en la demanda de centros en zonas adyacentes. En la misma medida, la magnitud de los desequilibrios territoriales en lo que se refiere a la demanda de centros, debería alentar a los responsables de la formulación de políticas educativas a aumentar los esfuerzos para reducir las diferencias existentes en la oferta educativa en diferentes áreas.