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11/2014

Novedades sobre la organización de las comunidades prehistóricas de Nasca (Perú)

Un equipo de la UAB continúa las investigaciones arqueológicas del yacimiento de El Trigal, en el Valle de Nasca (Perú), donde se han documentado por primera vez interesantes novedades sobre la forma de organización de las comunidades prehistóricas de la zona. Según la investigación, la comunidad instalada en el Cerro de El Trigal desde el 700 al 150 antes de nuestra era ocupaba un asentamiento fortificado mediante arquitectura defensiva. La comunidad tenía un sistema político de centralidad comunitaria, que suponía una organización gestionada desde edificios destinados a almacenes y actividades artesanales. La aparición del Estado en Nasca supuso la instalación de una hacienda rural en El Trigal III, que formó parte del territorio de la ciudad de Cahuachi entre los siglos I y IV de nuestra era.

Desde el año 2005, un equipo hispano-peruano, coordinado por el Dr. Pedro V. Castro-Martínez, de la UAB, viene desarrollando investigaciones arqueológicas en el yacimiento de El Trigal (Nasca, Ica). Las investigaciones en el sitio, declarado “Monumento Arqueológico Prehispánico”, continuarán durante los próximos años.
 
Los trabajos científicos están enmarcados en el “Proyecto La Puntilla (Nasca, Ica): Prácticas Sociales y Producción de la Vida Social en los Horizontes de c. 1400 cal ANE-400 cal DNE en la Costa Sur del Perú”, que forma parte del programa de “Proyectos Arqueológicos en el Exterior” (2005-2014) de la Dirección General de Bellas Artes y Bienes Culturales y de Archivos y Bibliotecas (Secretaría de Estado de Cultura del Gobierno español), y que cuenta con el aval de la Consejería Cultural de la Embajada de España en Perú. También han proporcionado apoyo económico y logístico a estas investigaciones el Gobierno de Cataluña (Programa EXCAVA 2006-2009), el Ministerio de Ciencia e Innovación español (2009-2012) y la UAB.
 
En las investigaciones participan también un grupo de la Universidad de Almería, coordinado por la Dra. Trinidad Escoriza-Mateu, un equipo de arqueólogos y arqueólogas de Perú, bajo la dirección de Victor F. Salazar Ibáñez, licenciado de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, alumnado de universidades de Barcelona, Almería, Lima e Ica, y especialistas de diversas instituciones españolas, peruanas y chilenas. El colectivo científico se integra en el grupo ACAIA (Arqueología de las Comunidades Aestatales Ibéricas y Andinas, UAB-1747) y en el grupo AGREST (Arqueología de la gestión de los Recursos Económicos y Sociales y del Territorio, 2014SGR-1169).
 
El “Proyecto La Puntilla” tiene como objetivo el estudio arqueológico de las comunidades del Valle de Nasca, en la Costa Sur del Perú, durante los horizontes temporales del denominado periodo "Formativo" y de emergencia del estado regional centrado en Cahuachi. Para ello se vienen realizando excavaciones arqueológicas en extensión en los asentamientos del área de El Trigal.
 
Hasta ahora se han realizado una serie de campañas anuales de trabajos de campo y laboratorio, de alrededor de un mes y medio de duración, que han permitido avanzar en las excavaciones en extensión de El Trigal y en los análisis de los materiales obtenidos. Las investigaciones vienen aportando interesantes novedades sobre la forma organizativa de las comunidades prehistóricas del valle de Nasca, no documentadas hasta ahora.
 
En Cerro de El Trigal se está estudiando una comunidad instalada desde el 700 al 150 antes de nuestra era en un asentamiento fortificado mediante arquitectura defensiva, que cuenta con un sistema político-económico de centralidad comunitaria, y una organización alrededor de edificios destinados a almacenes y actividades artesanales.
 

Imagen 1: Edificio de los Patios (izquierda) y proyectiles para hondas (derecha) hallados en el Cerro de El Trigal.
 
También se ha investigado en el asentamiento de El Trigal III, donde hay constancia de una primera ocupación que se remonta a fechas cercanas al año 1000 antes de nuestra era, y donde existe un asentamiento rural del territorio depediente de Cahuachi, el centro político del valle de Nasca entre c. 150 cal ANE y c. 400 cal DNE. En este enclave, ocupado tras el desalojo del Cerro de El Trigal, se está considerando la hipótesis de que se instaló una hacienda, probablemente propiedad de algún miembro de la oligarquía del estado de Cahuachi. 
 

Imagen 2: Cuenco con figuras de camélidos (izquierda) y antara, un tipo de flauta (derecha) hallados en El Trigal III.
 
Las investigaciones continuadas del equipo científico hispano-peruano en El Trigal han favorecido su declaración desde 2011 como Monumento Arqueológico Prehispánico y Patrimonio Cultural de la Nación, por parte del Estado peruano. Por esta razón, este año, en el marco de las actividades arqueológicas del “Proyecto La Puntilla”, se ha procedido a la señalización del área arqueológica mediante paneles informativos, que contribuirán a la preservación del sitio.
 

Imagen 3: Panel informativo en el área arqueológica.
 
Los avances de las investigaciones en El Trigal han sido presentados el pasado 22 de agosto en una ponencia en el 1er Congreso Nacional de Arqueología del Perú, organizado por el Ministerio de Cultura peruano. Y el pasado día 3 de septiembre se presentaron, en el marco de los “Miércoles Arqueológicos y Antropológicos” del Centro Cultural de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, en Lima, las bases teórico-metodológicas del proyecto científico, en particular la metodología de excavación centrada en los Conjuntos Arqueológicos, un sistema de registro orientado a la obtención de datos para la realización de estudios sociales desde la Arqueología, que se implementa por primera vez en Perú.
 
Tras concluir los trabajos programados de 2014, está prevista la continuidad del “Proyecto La Puntilla” a partir del año 2015, solicitando su reconocimiento como Programa de Investigación Arqueológica, en el marco del nuevo Reglamento de Intervenciones Arqueológicas del Ministerio de Cultura peruano. Para la continuidad de los trabajos científicos en El Trigal se espera contar con financiación del Gobierno español, desde el Programa de Fomento de la Investigación Científica de Excelencia de la Dirección General de Investigación del Gobierno español, a través del “Proyecto DOMOCOAN” (HAR2013-44276-P) para el periodo 2015-2017, así como, al igual que hasta el presente, desde el programa de Proyectos Arqueológicos en el Exterior de la Secretaría de Estado de Cultura.
 
Imagen superior izquierda: Vista general de El Trigal y el río Aja.

Pedro V. Castro-Martínez
 
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