MOTEMO-OUTDOOR: una experiencia docente en los espacios exteriores del campus de la UAB a prueba de pandemias
A pesar de que, a principios de 2023, la Organización Mundial de la Salud está aún pendiente de declarar el fin del estado emergencia de salud pública, podemos ya afirmar que la pandemia de COVID-19 ha sido uno de los acontecimientos globales que mayor impacto ha tenido en la vida cotidiana de las personas que la han padecido. Casi ningún ámbito humano, incluido el educativo, quedó al margen de una transformación drástica y profunda. Docentes de todos los niveles, también en la universidad, tuvimos que adaptar nuestras estrategias y metodologías de enseñanza-aprendizaje a la virtualidad en respuesta a esta situación excepcional.
Tras la primera y más dura ola de contagios, el regreso a las aulas se produjo de manera escalonada, en un contexto de duras restricciones de la interacción social que dificultaban el desempeño de las actividades académicas. Durante este período, universidades como la de Oxford llevaron a cabo experiencias innovadoras como el modelo HyFlex, que combinaba la docencia presencial con la síncrona en línea, y que puso en evidencia el desafío de mantener la calidad de la docencia universitaria mientras se contenía la propagación del virus.
En paralelo, y debido a que el SARS-CoV-2 se transmite principalmente por vía aérea, diversas administraciones públicas propusieron la adopción de medidas complementarias a la docencia en línea, como el aprendizaje al aire libre. Considerando estas propuestas y recomendaciones, y conociendo las experiencias de muchas instituciones educativas durante la pandemia de gripe A de 1918, implementamos en la Facultad de Psicología de la UAB una experiencia de innovación docente, llamada MOTEMO-OUTDOOR, con el objetivo de garantizar el aprendizaje mientras se protegía la salud del estudiantado y del profesorado. Este programa fue diseñado aprovechando uno de los emblemas y fortalezas de nuestra universidad: un auténtico campus, con numerosos espacios verdes adyacentes a los aularios y de buena accesibilidad.
Mediante una investigación paralela al programa, evaluamos la viabilidad y efectividad de esta estrategia docente “de emergencia”, basada en el aprendizaje activo al aire libre, comparándola con la docencia realizada en el interior del aula. Asimismo, la adaptación de la dinámica de las actividades de aprendizaje y de los materiales docentes contempló un tercer formato, online, tomando en consideración que, en el momento de la implementación del programa, el protocolo de atención a los estudiantes contagiados de SARS-CoV-2, o que habían sido contacto estrecho de otra persona contagiada, implicaba su confinamiento en casa.
En el programa participaron 370 estudiantes de una asignatura obligatoria de grado, quienes asistieron a cuatro seminarios. Mediante pseudoaleatorización se garantizó que todos los estudiantes tuvieran asignados dos seminarios indoor y dos seminarios outdoor. El espacio outdoor se caracterizaba por ser un espacio verde, con rápida accesibilidad desde el aulario, nulo tránsito habitual de personas, baja contaminación acústica y buena conexión a la red Wi-Fi. Se diseñaron unas alfombras que permitían el aislamiento del suelo de los estudiantes y los dispositivos electrónicos personales con los que participaban en la sesión (smartphone, tablet u ordenador portátil). Además, 30 estudiantes participaron de los 3 formatos, lo que incluía al menos una sesión online debido a la aplicación de medidas de confinamiento. Se diseñó un cuestionario individual mediante el que cada estudiante evaluó, tras cada seminario, la experiencia de aprendizaje (grado de aprendizaje adquirido, impacto evaluativo del aprendizaje y experiencia hedónica), y las condiciones de aprendizaje (ambientales, técnicas y de seguridad sanitaria).
Los resultados mostraron que, según la impresión del estudiantado, se logró una mejor experiencia de aprendizaje en el formato outdoor, lo cual fue debido a una mayor experimentación de emociones positivas, mientras que en el aprendizaje adquirido y en el impacto evaluativo esperado no se encontraron diferencias significativas en comparación con el formato indoor clásico. Por el contrario, los seminarios indoor fueron mejor evaluados en relación con el contexto de aprendizaje en su conjunto, debido a que las aulas presentaban unas mejores condiciones ambientales, y a pesar de que no había ninguna diferencia en las condiciones técnicas y que el contexto outdoor era percibido como más seguro.
Finalmente, en la submuestra de estudiantes que experimentaron los tres formatos, se observó que el formato online disponía de mejor contexto de aprendizaje que los dos formatos presenciales (indoor y outdoor), pero la experiencia de aprendizaje fue superior en el formato outdoor. En su conjunto, las diferencias entre los tres contextos fueron pequeñas, por lo que parece que se obtuvo una equivalencia entre ellas, lo cual era el propósito principal del programa: asegurar el aprendizaje de los estudiantes al margen del formato y, por tanto, disponer de una metodología flexible y resiliente ante circunstancias cambiantes e imprevisibles.
La conclusión con relación a los seminarios impartidos en espacios exteriores del campus de la UAB es que la experimentación de emociones positivas, probablemente asociadas a la exposición al espacio verde exterior, junto con la mayor percepción de seguridad sanitaria, compensaron su leve desventaja en cuanto a condiciones técnicas y ambientales, por lo que garantizaron una experiencia de aprendizaje y unas expectativas de impacto evaluativo similares al modelo clásico de impartición en un aula seminario. Visto el éxito, y más allá de la pandemia, el programa MOTEMO-OUTDOOR se sigue impartiendo de forma regular en el primer curso de grado en psicología, en la tipología de seminario que, por su dinámica y tamaño de grupo (20 estudiantes), resulta idónea para este formato.
Esperamos que esta experiencia sirva de impulso para que otros equipos docentes apuesten por la implementación de experiencias similares de adaptación docente multiformato, especialmente en lo relativo al contexto al aire libre, que parece contribuir positivamente a los objetivos de aprendizaje y, probablemente, es un modelo complementario a la docencia en espacios convencionales que ha llegado para quedarse. En todo caso, para su viabilidad y sostenibilidad en el futuro, se deberán superar diversos retos, como la habilitación de espacios exteriores adyacentes a las facultades y escuelas, la formalización de estos como espacios docentes, o la adaptación de la metodología y los materiales docentes de cada asignatura a este nuevo contexto.
(1) Departamento de Psicología Básica, Evolutiva y de la Educación. Universitat Autònoma de Barcelona
(2) Departamento de Métodos de Investigación y Diagnosis en Educación. Universitat de Barcelona
Referencias
Mateo-Canedo, C., Crespo, N. Cladellas, R., Méndez-Ulrich, M.L. y Sanz. A. (2023). MOTEMO-OUTDOOR: Ensuring learning and health security during the COVID-19 pandemic through outdoor and online environments in higher education. Learning Environments Research (publicado en línea). https://doi.org/10.1007/s10984-023-09456-y