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La Comisión Europea (CE), en su informe "Bio-based economy in Europe: state of play and FUTURE potential" (2011), identificó la necesidad de dar soporte al desarrollo de la bioeconomia a través de la mejora en la creación de puestos de trabajo y la garantía de la disponibilidad de las competencias necesarias mediante programas de formación específicos (por ejemplo, las acciones Marie Curie o equivalentes a nivel nacional), facilitando la movilidad de los investigadores entre el ámbito académico y el industrial, creando entornos normativos y mediáticos, y definiendo objetivos educativos adecuados.

Cuatro años más tarde, en el informe “Un full de ruta per a un sector de biotecnologia industrial pròsper a Europa” (2015), se destacó que la disponibilidad de habilidades y personal cualificado aún era una de las barreras que afectaban a las oportunidades de crecimiento de la biotecnología industrial en Europa.

Los resultados del proyecto han puesto en evidencia la diversidad de la realidad europea, que condiciona el desarrollo actual y futuro de las bioindustrias y requiere análisis específicos para conocer las especificidades de cada realidad territorial. Algunos elementos identificados, que permiten guiar acciones con carácter general como previa a otras más específicas, se comentan a continuación.

Sobre la bioeconomía:

Aún no hay una comprensión común del concepto de bioeconomía. El conocimiento fragmentado representa una barrera para que las partes interesadas encuentren su papel y cómo pueden contribuir. Se necesitan mejores redes y alianzas universitarias para mejorar la cooperación en el desarrollo de enfoques integrados para dar mejores respuestas a los retos de la bioeconomía. También destacar la importancia de aumentar el conocimiento y consciencia de la bioeconomía por parte del gran público.

Sobre los niveles educativos:

Se destaca la necesidad de potenciar y validar métodos formativos alternativos que sean complementarios a las enseñanzas oficiales: formación continua, e-learning, cursos de especialización de la industria, etc. El objetivo en este caso es que haya opciones formativas que permitan la especialización de los profesionales en ámbitos concretos y de manera más rápida a la que permiten las regulaciones actuales del sistema educativo.

Sobre competencias técnicas y blandas:

Las competencias técnicas (química, física, biología, matemáticas, etc.) necesarias en el campo de la bioindustria se considera que no variarán en exceso en los próximos años, si bien será importante la interacción que haya entre los diferentes campos de conocimiento para desarrollar nuevos productos y procesos que respondan a las necesidades de los mercados y los consumidores. Se destaca sobre todo la interacción de estos ámbitos de conocimiento con los de carácter tecnológico, y el enfoque hacia la economía circular e industrias sostenibles. Un elemento clave para facilitar la interacción entre distintas disciplinas y con el entorno será el desarrollo de las competencias blandas, entre las cuales se destaca la capacidad para el trabajo en equipo, la creatividad, el emprendimiento, habilidades sociales, comunicación y pensamiento crítico.

Sobre nuevas metodologías y procesos formativos:

La Formación Profesional parece ofrecer más experiencia práctica a los estudiantes, métodos de formación innovadores y más interacción con la industria que la educación superior, en la cual se considera importante implementar estrategias que permitan mejorar esta alineación e interacción con el mercado laboral. Se propone avanzar en la implementación de metodologías más activas, basadas en la resolución de problemas, trabajo en retos, trabajos en equipos multidisciplinarios e internacionalización.

Sobre la contextualitzación de la educación:

Hace falta desarrollar redes de confianza entre empresarios bioindustriales y homólogos académicos, científicos y profesores. El éxito del desarrollo de un currículum de bioeconomía exige que las instituciones lleguen a un acuerdo sobre el seguimiento continuo del mapa de competencias a todos los niveles: trabajadores, ingenieros, académicos teóricos, etc. de la industria y la academia. Este ejercicio debería contar con el soporte posterior de las autoridades nacionales y europeas.

Todos los materiales e informes elaborados en el marco del proyecto UrBIOfuture están disponibles en Dipòsit Digital de Documents de la UAB.