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La gl�ndula mamaria se desarrolla r�pidamente durante la gestaci�n gracias al efecto de las elevadas concentraciones de estr�geno y progesterona en sangre. Como consecuencia, la gl�ndula mamaria est� dispuesta para producir leche para el reci�n nacido. La inducci�n del crecimiento mamario (lactaci�n inducida) es posible en los animales no gestantes o v�rgenes mediante la inyecci�n de estr�geno y progesterona.

En comparaci�n con lo que ocurre en la gestaci�n, el crecimiento mamario generado por la inducci�n de lactaci�n no se considera suficiente. Por ello, la lactaci�n inducida tiene un porcentaje de �xito (58 a 80%) y una producci�n de leche (50 a 106% de una lactaci�n natural) muy variable. Los investigadores han intentado mejorar la respuesta a la inducci�n mediante la inclusi�n en el protocolo de otras hormonas como corticoides, lactogeno placentario, hormona de crecimiento y prostaglandina.

En el actual estudio se ha intentado mejorar la respuesta a la lactaci�n inducida en cabras lecheras mediante la reserpina (agente que induce la secreci�n de prolactina). La prolactina es necesaria para el arranque de la secreci�n l�ctea en los animales lecheros. La lactaci�n se indujo en cabras v�rgenes de raza Murciano–Granadina usando el protocolo tradicional (Estr�geno + Progesterona) y otro protocolo mejorado (Estr�geno + Progesterona + Reserpina).

Como consecuencia del tratamiento, las ubres crecieron r�pidamente y se acumularon secreciones. Todas las cabras se orde�aron a partir del d�a 21 del tratamiento. Las cabras tratadas con reserpina produjeron un 25% mas leche que las cabras control, pero la cantidad de leche fue solo un 55% de la producida por cabras tras el parto. La composici�n de la leche fue normal a partir del 3er d�a de orde�o, y no vari� entre cabras tratadas con el protocolo tradicional o con el protocolo mejorado. Las cabras se cubrieron el d�a 120 de lactaci�n, pero s�lo el 21% de las cabras quedaron gestantes, lo que indica un efecto negativo del tratamiento hormonal sobre la fertilidad.

Los resultados indican que es posible la inducci�n de lactaci�n en cabras v�rgenes, y que la inclusi�n de la reserpina en el protocolo de inducci�n mejora la respuesta. Sin embargo, la lactaci�n inducida no es pr�ctica debido a los bajos niveles de producci�n y fertilidad conseguidos.