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La acromegalia es una enfermedad rara que aparece en la edad adulta y que se caracteriza por un exceso de hormona de crecimiento (GH) a causa de un tumor benigno en la hipófisis. Los pacientes con acromegalia suelen presentar signos y síntomas físicos como son el engrosamiento de manos, pies, labios y nariz, la hipertensión, el dolor de cabeza, la diabetes mellitus y el síndrome del túnel carpiano. También suele ser bastante común la presencia de alteraciones emocionales como distimia (caracterizada por un estado de ánimo melancólico, triste), ansiedad, baja autoestima o distres psicológico. Este malestar, tanto físico como emocional, repercute directamente sobre la calidad de vida de estos pacientes.

En los últimos años, se ha descrito la presencia de problemas cognitivos en dichos pacientes, que llegan a persistir incluso después de reducir los niveles de GH. Concretamente, los pacientes refieren dificultades en agilidad mental, concentración, memoria y capacidad de aprendizaje.

Dada la estrecha relación existente entre las funciones cognitivas y la emoción, la hipótesis de este estudio fue que las alteraciones emocionales de los pacientes con acromegalia podían estar relacionados con las dificultades cognitivas, especialmente con la toma de decisiones y la memoria. Con el objetivo de valorar esta hipótesis, se evaluó mediante test neuropsicológicos la memoria, la toma de decisiones, la ansiedad y los síntomas de depresión en un grupo de pacientes con acromegalia y en un grupo de controles sanos que tenían la misma edad, sexo y nivel educativo.

Los resultados revelaron que los pacientes con acromegalia, en comparación con los controles sanos, obtenían puntuaciones más bajas en memoria, utilizaban peores estrategias en la toma de decisiones y presentaban puntuaciones más altas en ansiedad y síntomas depresivos. Además, en el grupo de pacientes con acromegalia se observó una relación inversa entre las alteraciones emocionales y las funciones cognitivas, es decir los pacientes que tenían más ansiedad y más síntomas depresivos eran los que más dificultades mostraban en memoria, aprendizaje y toma de decisiones. Sin embargo, esta relación no se observó en el grupo de controles sanos.

Como conclusión, este estudio ha evidenciado una influencia de las alteraciones emocionales sobre la memoria y la toma de decisiones. Por este motivo, sería interesante investigar en futuros estudios si el tratamiento psicoterapéutico para mejorar la ansiedad y los síntomas depresivos en pacientes con acromegalia también consigue mejorar los problemas o dificultades en las funciones cognitivas.