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En pacientes quemados, uno de los trastornos psiquiátricos más prevalentes es la depresión. Algunas características de la personalidad se han relacionado con el riesgo de desarrollar este trastorno. En un estudio pionero realizado en el Hospital Universitario de la Vall d’Hebron por un equipo del Servicio de Psiquiatría, se ha analizado de forma longitudinal el papel de los diferentes perfiles de personalidad, evaluados por el Modelo de los Cinco Factores Alternativos de Personalidad de Zuckerman y Kuhlman, en el desarrollo de síntomas depresivos a lo largo de los seis meses posteriores a la quemadura. Los participantes fueron un total de 109 pacientes adultos ingresados ​​en la Unidad Especializada de Quemados entre 2009 y 2011.

Imatge 1: Unitat Especialitzada de Cremats de l’Hospital Universitari de la Vall d’Hebron.

Los resultados indicarían que, independientemente de la edad, el sexo y la superficie corporal quemada, las personas con un alto Neuroticismo-Ansiedad y/o una alta Agresión-Hostilidad presentarían una mayor sintomatología depresiva en todos los seguimientos en comparación con los grupos con perfiles bajos tanto en Neuroticismo-Ansiedad como en Agresión-Hostilidad.
 
Por otra parte, los factores de personalidad como la Actividad y la Impulsividad-Búsqueda de Sensaciones estarían relacionados con fluctuaciones en los síntomas depresivos, con altibajos en su estado de ánimo que interfieren en el proceso de rehabilitación de los pacientes a lo largo de los seis meses después de quemarse.
 
Estos hallazgos sugieren que los factores de personalidad podrían ser utilizados para identificar a los pacientes más vulnerables, que podrían desarrollar síntomas depresivos más severos en diferentes puntos de su recuperación y permitir también una intervención más especializada.