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La UAB albergó la celebración de la Jornada sobre Prevención de la Intolerancia en las Competiciones Deportivas Escolares a la que asistieron más de 150 personas. Entre ellas, técnicos deportivos, árbitros, responsables institucionales, entrenadores, profesores de educación física, AMPAS, deportistas y estudiantes universitarios.

La Jornada contó con la celebración de una mesa redonda en la que participaron Jordi Pallarés –Gerente de ASOBAL-, Joan Estrada –experto en Pedagogía deportiva-, Lucas Cruz –Copiloto, Campeón del Rally Dakar 2010- y Juan Piqueras –Presidente del Cerdanyola Club de Hockey, el club decano del Hockey en el Estado español.


Piqueras, Cruz, Pallarés, Castro y Estrada. Foto: EDO.


Según Pallarés, “la responsabilidad de la transmisión de valores en el deporte no debe recaer únicamente en los formadores (educadores, entrenadores,...), resultando imprescindible la colaboración del entorno familiar de niños y jóvenes”. El Gerente de ASOBAL además señaló que “no somos suficientemente conscientes de que las actitudes que demostramos, tanto en los terrenos de juego como en el espacio mediático que informa a centenares de miles de personas, se trasladan e impactan directamente en quienes tienen a nuestros deportistas como ídolos o modelos a seguir”.


Jordi Pallarés, Gerente de ASOBAL. Foto: EDO.

Por su parte, Cruz destacó que “los condicionantes para una práctica deportiva exitosa están en trabajar en equipo, la preparación física, psicológica y específica, el respeto al rival y la deportividad”. El Copiloto, Campeón del Rally Dakar 2010, también se refirió a “la necesidad de que los deportistas profesionales y de élite mantengan comportamientos ejemplares en las competiciones por su incidencia en la infancia y la juventud”.


Lucas Cruz, Copiloto Campeón del Rally Dakar 2010. Foto: EDO.

Joaquín Gairín, Catedrático de Pedagogía de la UAB, presentó los resultados del estudio “Prevención de actitudes intolerantes en las competiciones deportivas escolares” desarrollado por el Equipo de Desarrollo Organizacional en colaboración con el Consejo Superior de Deportes. Su ejecución incluye la realización de más de 550 encuestas, 44 entrevistas, 4 grupos de discusión, 18 notas de campo y un grupo Delphi a escolares, agentes e instituciones implicadas en el deporte escolar. Los resultados del estudio revelan que, en opinión de un 20% de los encuestados, se dan frecuentemente comportamientos violentos e intolerantes en las competiciones deportivas escolares. Las razones principales de la violencia son de tipo personal, vinculadas al individualismo, el orgullo y los celos,  y de tipo social, como puedan ser la preocupación por obtener resultados y el efecto contaminador de estar en un grupo con intolerantes.

Producto de la investigación, Gairín también presentó un Código de Conducta para las competiciones deportivas escolares que “pretende ser un instrumento para la promoción del buen hacer deportivo y que debe ser concretado con la participación de todos los implicados”. Al mismo tiempo quiso señalar que el Código debe “incidir en los aspectos positivos, reforzar las buenas conductas y evitar visiones exclusivamente centradas en las sanciones”.