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04/05/2015

La aventura de excavar en la Cova de la Pedrera: espeleología y paleontología se dan la mano

l'aventura d'excavar nova
Durante los meses de marzo y abril de 2015, investigadores del Institut Català de Paleontologia Miquel Crusafont (ICP) y de la Federación Catalana de Espeleología han llevado a cabo la primera intervención paleontológica en el yacimiento de la Cova de la Pedrera (Cornellà de Conflent, Francia). Se han recuperado más de 3.000 restos que corresponden mayoritariamente a grandes mamíferos como osos de las cavernas, osos pardos, leones, lobos i hienas que ocuparon la cueva hace unos 400.000 años.
Trabajos de documentación dentro de una de las galerías de la Cova de la Pedrera.

Autor: Teresa Hernández.

Del 9 de marzo al 3 de abril, miembros del ICP, la Federación Catalana de Espeleología y del Conflent Spéleo Club de Prades, bajo la supervisión de Manel Llenas y Joan Madurell-Malapeira (ICP) y Jean-Louis Pérez ( CSC), han realizado trabajos de documentación y extracción de los restos fósiles en superficie en las diferentes galerías de la Cova de la Pedrera (Grotte de la Carrière, en francés). A pesar de que la cueva se conocía desde 1951, no fue hasta 2012 cuando miembros del ICP descubrieron su extraordinario potencial como yacimiento.

 
Imagen 1: Excavación de fósiles in situ. Foto: Ivette Susanna.  
   
Sólo en la superficie de las galerías estudiadas los investigadores han recogido más de 2.000 fósiles que incluyen restos de gato montés, pequeños roedores y topos. Paralelamente a este trabajo se ha realizado un sondeo de uno por dos metros en uno de los puntos topográficamente más bajos de la cavidad que ha permitido recuperar in situ más de 500 restos de grandes mamíferos como osos de las cavernas, osos pardos , leones, lobos, hienas, ciervos y pequeños rumiantes hace unos 400.000 años. La gran biodiversidad ha sorprendido a los mismos investigadores. “No sólo encontramos una excepcional variedad de faunas sino que, además, se corresponde a una época muy poco conocida en la Europa mediterránea”, explica Joan Madurell-Malapeira.

Durante el Pleistoceno medio (hace entre 781.000 y 126.000 años) se produjeron varios ciclos glaciales con algunos episodios donde los casquetes polares crecieron hasta alcanzar el paralelo 40 (cerca del cual encontramos ciudades actuales como Nueva York o Barcelona) con períodos interglaciares más cálidos. Esta inestabilidad climática afectó especialmente al hemisferio Norte, condicionando de manera notable la distribución latitudinal de las especies de grandes mamíferos y provocando la desaparición de muchas de ellas. La Cova de la Pedrera parece ser (a la espera de estudios posteriores que confirmen una datación precisa) una ventana ideal para entender mejor todos estos cambios.
 
 
Excavar en condiciones extremas
El presente proyecto de investigación Projet de sondage paléontologique dans la Grotte de la Carrièrie (Corneilla-de-Conflent, Pyrénées Orientales) ha sido posible gracias a la ayuda y autorización de la Direction Départamentale diciembre Territoires et de la Mer de la Préfète diciembre Pyrénées-Orientales de Perpignan y a la ayuda desinteresada de Ivette Susanna (ICP), Miquel Nebot, Teresa Hernández y Julià González (Sección Villalta FCE y ICP) durante el transcurso de los trabajos de campo.
 
La extracción de los fósiles ha sido un proceso bastante dificultoso y no exento de riesgos debido al difícil acceso a la cavidad. “Excavar dentro de cuevas siempre es complicado logísticamente: a menudo hay que trasladar todo el material técnico necesario, agua y comida varios kilómetros a pie desde el punto donde llegan los vehículos hasta el interior de la cueva. En la Pedrera, se ha tenido que abrir un camino nuevo más accesible a la cavidad desbrozando muchos metros de recorrido y posteriormente montar un sistema de cuerdas para poder acceder a la cueva en condiciones óptimas”, explica Madurell-Malapeira. El material fue extraído y trasladado hasta los vehículos mediante un complejo sistema de tirolinas para evitar un desnivel que había que hacer a pie y que permitiera bajar los fósiles y muestras de sedimento de una manera segura y rápida. En el vídeo se puede ver el difícil acceso a la Cova de la Pedrera.
 
 
Lachambre, la madre de todas las cuevas
La Cova de la Pedrera se encuentra en la montaña de Embullà cerca de Vilafranca de Conflent, en la Cataluña Norte, al pie del Canigó. Esta montaña es muy conocida porque que alberga la cueva más grande de la Cataluña Norte, la cueva Lachambre con 26,8 km de recorrido total. Su sistema cárstico incluye toda una serie de pequeñas cuevas accesorias topográficamente más altas como la Cova de la Pedrera.
 
La cueva Lachambre fue descubierta en 1981 y debe su nombre a su primer explorador. Es una red de galerías prácticamente al mismo nivel y presenta una serie de cuevas accesorias a su alrededor, algunas separadas tan sólo unos cuantos metros de la cueva principal. Una de estas es la cueva de Vidatripà donde el año pasado ya se inventariaron más de 150 puntos con restos paleontológicos entre los que hay un gran número de osarios (madrigueras de osos) y zarpazos en las paredes.


Institut Català de Paleontologia Miquel Crusafont (ICP)
 
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