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Historiador y antropólogo, Joseph Tainter dirige el Departamento de Medio Ambiente y Sociedad de la Universidad de Utah. Ha liderado varios proyectos de investigación sobre cultura y sociedad, como por ejemplo el Proyecto Conservación del Patrimonio Cultural de la Estación de las Montañas Rocosas. Su trabajo ha sido referenciado por el Programa de Medio Ambiente de las Naciones Unidas. Ha escrito numerosos artículos y monografías. En su obra más conocida, el libro "The collapse of complex societies", examina el colapso de las civilizaciones maya y del Imperio Romano, entre otras. Es considerado como uno de los primeros investigadores que analizaron las causas que intervienen en los colapsos de las civilizaciones en términos de sostenibilidad. Tainter visitó la UAB invitado por el ICTA, para pronunciar la conferencia "The Fundamental Elements of Being Sustainable".

¿Cuál es su concepto de sostenibilidad?

La sostenibilidad surge de la capacidad de las sociedades para resolver problemas. Actualmente se utiliza el concepto como si surgiera de forma pasiva, como una consecuencia de un consumo de recursos moderado. Pero se trata de una condición activa para solucionar los problemas. En nuestro caso, la habilidad de hacer frente a problemas como los costes de la jubilación, de la atención sanitaria, de adaptarse al cambio climático o de la energía determinará nuestra sostenibilidad en el futuro. Es en este sentido como las sociedades del pasado han conseguido permanecer o no. Si tuvieron éxito al afrontar los problemas desde el punto de vista económico, entonces fueron sostenibles. De lo contrario, colapsaron.

¿Nos puede dar algún ejemplo de estas sociedades del pasado?

Hay un ejemplo perfecto: el colapso del Imperio Romano de Occidente. En el siglo III, a lo largo de 50 años, sufrió muchas guerras y devastación. El Imperio superó la crisis mediante reformas iniciadas por los emperadores Diocleciano y Constantino. Incrementaron la complejidad y el tamaño del gobierno y del ejército, pero con un coste económico muy elevado y, por lo tanto, un aumento de los impuestos. Esto empobreció a los campesinos. Abandonaron las tierras y vendieron a sus hijos como esclavos. Las reformas funcionaron, se repelió a los invasores y se restauró el orden. El Imperio consiguió la sostenibilidad para 200 años más, pero a un coste que minó la capacidad de solucionar los problemas en el futuro. Consumió sus recursos capitales: la población y las tierras de cultivo.

¿Qué futuro nos depara a nosotros?

Nuestro futuro puede ser similar a este. Hemos de asumir costes cada vez más elevados sólo por mantener el estatus quo. Y esto puede minar nuestra sostenibilidad.

¿A qué tendremos que renunciar?
La sostenibilidad es siempre un cuestión de soluciones de compromiso entre costes y beneficios. Si renunciamos al consumo de energía podemos empeorar la salud, tener menos investigadores y menos capacidad de solucionar los problemas que nos amenazan para los próximos 20 o 30 años. Si no abandonamos el consumo elevado de energía tendremos problemas ambientales. No hay una respuesta a largo plazo. Es como un juego en el que podemos perder, pero donde nunca podemos ganar de manera definitiva. La sostenibilidad es mantenerse jugando. Es un baile en el que siempre te tienes que mover. No hay manera de poderte sentar y decir "¡Ajá!, ¡ya somos sostenible!".