Incentivos de las universidades para transferir sus innovaciones
La generación de nuevo conocimiento es uno de los motores más importantes de crecimiento de un país. En esta actividad, las universidades y los centros públicos de investigación tienen un papel central como fuente de descubrimientos, en particular en investigación básica. Por ejemplo, se calcula que en Estados Unidos la investigación realizada en instituciones públicas se utilizó en 16 de los 21 medicamentos que según los expertos han tenido más impacto terapéutico entre los años 1965 y 1992. Aunque pueda parecer que las universidades están especializadas en investigación básica y que ésta es menos idónea para ser transmitida a la sociedad, se ha estimado que en Estados Unidos su efecto sobre la productividad total de las empresas y la industria no solo es positivo sino que es superior al efecto de un gasto similar en I+D aplicada. Por ello, es un reto importante que la universidad consiga transmitir sus descubrimientos a la sociedad, sin disminuir su capacidad de generar nuevo conocimiento y de formación de estudiantes.
La inclinación de una Universidad, un Departamento o un investigador a involucrarse en la transferencia de conocimiento depende de los incentivos que reciba. Cualquier forma de remuneración (o la ausencia de remuneración), monetaria o de otra índole, es en la práctica un mecanismo de incentivos. En particular, es importante determinar cuál es el reconocimiento que reciben los investigadores por las actividades asociadas a patentar y licenciar patentes universitarias (que a menudo necesitan de la colaboración posterior del innovador para poder ser aplicables) y por la creación de spin-offs de base científica. Y también se debe determinar cómo el investigador, el laboratorio, y el departamento, se pueden beneficiar en términos de recursos y de flexibilidad del éxito de la transferencia.
Para conseguir transmitir las innovaciones universitarias a la sociedad, también es crucial la existencia de una Oficina de Transferencia de Tecnología que cumpla los requisitos necesarios para hacer de puente entre los investigadores y las empresas, facilitando el trabajo de los primeros al reducir los costes y las dificultades administrativas que tiene dedicarse a estas actividades. Para cumplir su función, se necesita que la Oficina de Transferencia de Tecnología entienda el valor de las innovaciones y tenga un buen conocimiento del entorno empresarial en que pueden ser útiles, que sea capaz de obtener buenos rendimientos de la transferencia del conocimiento y consiga atraer inversores para financiar a las empresas creadas para desarrollar y comercializar las innovaciones universitarias. Ello exige una organización en la que se incluyan abogados, científicos y gestores, y que esté orientada a identificar los descubrimientos más valiosos para el mercado y a transferirlos con éxito.
Referencias
"Incentives in university technology transfers". Macho-Stadler, Ines; Perez-Castrillo, David. INTERNATIONAL JOURNAL OF INDUSTRIAL ORGANIZATION, 28 (4): 362-367 (2010).