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Dentro de la investigación en conservación de variedades locales se ha destacado el papel de las organizaciones sociales y las características socioeconómicas de las personas que las custodian como factores claves para su mantenimiento. Diferentes estudios han relacionado el mantenimiento de la agrobiodiversidad con el sexo de los hortelanos, con la edad del cabeza de familia, la principal ocupación del custodio de las variedades tradicionales, o la red social del agricultor.

Los investigadores, sin embargo, han prestado menos atención a las características propias de las variedades locales. En este trabajo se analizan las características distintivas de cada variedad local que promueven su conservación o, por el contrario, facilitan su abandono. El trabajo de campo se realizó en 2011 e incluyó todos los huertos activos (n=24) del valle de Gósol (Berguedà). La recogida de datos incluyó observación participante y no participante, inventarios de los huertos, entrevistas estructuradas y un taller participativo.

Los resultados demostraron que las características de las variedades locales son claves para explicar si éstas se conservan o no. Las características que promueven la conservación in situ incluyen: 1) características intrínsecas (por ejemplo, la viabilidad de los propágulos, la productividad), 2) características socioeconómicas (por ejemplo, el interés comercial, la singularidad frente a la sustituibilidad), y 3) significado cultural (por ejemplo, la tradición, las percepciones organolépticas locales).

Se concluye que las características de las variedades locales deben ser consideradas junto con las características socioculturales de los agricultores y las organizaciones sociales que conforman su mantenimiento para mejorar las iniciativas de conservación in situ de estas variedades. Teniendo en cuenta que el tiempo y los recursos son limitados, la consideración conjunta de las características de las variedades locales y las de los agricultores podría mejorar la estrategia de muestreo para las prospecciones de estas variedades permitiendo priorizar las que se encuentran en peligro de extinción y centrándose en las personas que tienen más probabilidades de conservarlas.

Del mismo modo, los resultados de estas investigaciones podrían permitir la focalización de los agricultores con orientación comercial en la conservación de variedades locales con un potencial nicho de mercado, mientras que los agricultores con una extensa red de intercambios pueden ser alentados a cultivar y difundir las variedades locales que tienen menos probabilidades de ser preservadas.

Imagen superior izquierda: Caballo batiendo guisante negro, una variedad local de guisante (Pisum sativum L.). Foto: Carlos Río Bosoms.