Estudian los efectos de la subida del petróleo en el turismo
El pico del petróleo identifica el momento en que la producción mundial de petróleo alcanza su valor máximo, a partir del cual se prevé que la producción decline con el consiguiente aumento de precios por la incapacidad de satisfacer la demanda. Los récords registrados en el precio los años 2008 y 2012 (147 y 128 dólares por barril, respectivamente) parecen ser signos de haber alcanzado este cénit, según algunos expertos. Sin embargo, otros más optimistas aseguran que no se producirá hasta después del 2020.
Los investigadores Jeroen van den Bergh, profesor ICREA del Instituto de Ciencia y Tecnología Ambientales (ICTA) y catedrático del VU University Amsterdam, e Ivana Logar, del Swiss Federal Institute of Aquatic Science and Technology de Suiza, han estudiado por primera vez el impacto económico de este fenómeno en el sector turístico español. Para ello han aplicado el modelo de análisis input-output (I/O) en combinación con datos de la Cuenta Satélite del Turismo de España del Instituto Nacional de Estadística relativos al 2005.
El trabajo, publicado en la revista Energy, se ha centrado en el incremento potencial de precios y no contempla otros factores que pueden afectar a la demanda del turismo, como por ejemplo la inestabilidad política de países que son competencia directa de España y que benefician al sector en nuestro país. El análisis realizado tampoco permite prever qué mercados experimentarían más o menos cambios en esta demanda.
Partiendo de un coste de 55 dólares por barril, el estudio considera tres escenarios de precio del petróleo de 115, 150 y 200 dólares por barril y los cambios de precio asociados de otras fuentes de energía (gas y carbón). También tiene en cuenta el incremento de precios de estas fuentes de energía de manera individual y en combinación con un aumento de coste de factores primarios (trabajo y capital), debido a los efectos inflacionistas sobre los precios de los proveedores turísticos.
Los resultados muestran que los sectores asociados a actividades turísticas con las caídas más significativas en su producción (“output”) serían los transportes: el aéreo, (entre el 8% y el 20,8%), el marítimo (entre el 5% y el 13,2%), el terrestre (1,7% y 5,3%) y el ferroviario (1,5% y 6,8%). En los servicios de las agencias de viajes se reduciría entre un 1,3% y un 5,5%, en las actividades deportivas, culturales y recreativas entre un 0,8 y un 6,6%, en restauración entre un 0,8 y un 5,8% y en hotelería entre un 0,5 y un 4,4%. El rango de porcentajes corresponde a los escenarios menos y más extremos de incremento de precio de petróleo y sus efectos inflacionistas. Dependiendo del escenario adoptado, el Producto Interior Bruto se reduciría entre un 0.08% y un 0.38% y se perderían entre 20.000 y 100.000 puestos de trabajo en el conjunto de la economía española.
Para calcular el impacto, los investigadores han fijado la elasticidad del precio de la demanda del sector turístico en un -0,50%, cifra que consideran conservadora. Este valor indica en qué porcentaje se reduciría la demanda del turismo internacional en respuesta a un incremento del 1% en los precios.
El estudio también destaca que los gestores políticos tendrían que empezar a plantear estrategias de adaptación a este nuevo escenario económico y profundizar con estudios que podrían precisar aún más nuestras estimaciones. Otros países, como Escocia y Nueva Zelanda, ya han empezado a trabajar, con propuestas interesantes, como invertir en energías alternativas y renovables, establecer impuestos sobre los viajes aéreos, mejorar el transporte público y el ferroviario o desarrollar políticas de turismo ecológico, que se prevé que suba significativamente los próximos años.
Los investigadores consideran que todos los países en que el turismo juega un papel muy importante en su economía se verán afectados por el fenómeno del pico del petróleo, pero el grado de afectación puede variar mucho. En España casi el 78% de los turistas extranjeros llega por avión, mayoritariamente en compañías de bajo coste, que son las más vulnerables al aumento del precio del combustible, mientras que en Croacia este porcentaje es sólo del 10%. Aún así, los resultados que este estudio plantea pueden ser válidos para muchos países que dependen de las actividades turísticas y son importadores netos de petróleo como España.
Referencias
Logar, I., van den Bergh, J.C.J.M. (2013). The impact of peak oil on tourism in Spain: an input-output analysis of price, demand and economy-wide effects, Energy, 54: 155-166.