El mestizaje, una categoría más allá de la biología
Así lo demuestra un trabajo publicado en Anthropologie et Sociétés (38-2) del 2014, resultado del proyecto "Identidades Ambivalentes: análisis comparativo de sistemas de clasificación social" (SGR 2009 658 e I+D HAR2008-04582/HIST) llevado a cabo por el grupo de investigación AHCISP (Antropología e Historia de la Construcción de las Identidades Sociales y Políticas) del Departamento de Antropología Social y Cultural de la UAB, en colaboración con científicos de la UPF, la UB, la Universidad de Kent, el LAS-CNRS de París y la Universidad de Lausanne.
En este trabajo, los y las autoras dejan claro, a partir de una investigación comparativa y de un trabajo de antropología crítica, que las categorías referidas al mestizaje, así como otras categorías sociales, tanto si quieren denominar grupos sociales supuestamente mezclados como si quieren referirse a aquellos supuestamente “puros”, no son más que construcciones sociales, fruto de circunstancias históricas, de voluntades diferenciadoras o bien homogeneizadoras, o de representaciones de sistemas sociales o bien cosmológicos determinados; categorías relacionadas con las estructuras socio-políticas, las ontologías y las concepciones del parentesco y de la procreación inherentes a los diferentes grupos humanos.
La investigación examina la situación del Perú colonial, donde encontramos el término “mestizo” como categoría descriptiva al inicio de la Colonia y bien rápidamente este deviene una categoría clasificatoria, para organizar una sociedad jerarquizada en función de lo que se denominó “pureza de sangre”.
Otros casos servirán para darnos cuenta de que a pesar de que hombres procedentes o descendentes de habitantes europeos (peninsulares, donde predomina la descendencia bilateral) se hayan unido sexualmente y reproducido con mujeres indígenas (los casos inversos son mucho menos frecuentes), no por eso las sociedades concernidas han aplicado la noción de mestizo a esta descendencia. Por eso el texto repasa los resultados de investigaciones llevadas a cabo en Argentina independiente, donde el Estado-Nación no se fundamenta en una idea de mestizaje que sí construyen otros estados como los andinos, sino en la idea de una ascendencia europea que habría anihilado la autóctona o emblanquecido una escasa presencia fruto de la esclavitud.
Las investigaciones etnográficas sobre las relaciones sociales, la noción de persona y de parentesco y en general la ontología, de tres sociedades indígenas también de América (Kuna, Tsachila y Candoshi), nos muestran en cambio que a pesar de formar parte de estados que admiten la diversidad y los “mestizos” como uno de sus grupos “étnicos” constitutivos, la idea de mezcla es incompatible con los respectivos sistemas de descendencia, de constitución de la persona y de representación del mundo; unas ontologías que no privilegian la sangre por encima de la socialización y que no establecen fronteras infranqueables entre humanos y no humanos y tampoco entonces contemplan la idea de mezcla.
El caso catalán, paradigma de la ideología propia de los nacionalismos occidentales homogeneizadores, también nos muestra, mediante el estudio de la dicotomía catalán-no catalán y a partir de la figura del “charnego” - una de las escasas presencias de categorías sociales de mezcla en base “étnica”- que esta configuración de nación no admite la “mezcla” a pesar de contemplarla en el sistema clasificatorio. Y esta dificultad se ha hecho patente también en el Estado español con el ejemplo aclaratorio que propone la investigación sobre la identidad ambivalente de la que han sido imbuidos los sefarditas, por su doble adscripción de judíos y de descendentes “de españoles”.
Un último bloque lo configuran los casos de “otros imperios y otros vínculos de parentesco u otros sistemas de clasificación social”; este hace un repaso por la configuración histórica de la identidad chamorra de las islas Marianas, en muchos aspectos paralela a la de los mestizos coloniales de América, pero con la particularidad de que el sistema de transmisión de esta sociedad, en vez de ser patrilineal como allá, es matrilineal, por lo que la identidad de la descendencia dependerá de si el progenitor pertenece a un colectivo o a otro. Una cuestión que aparece claramente en los datos de la investigación desarrollada sobre los habitantes de los Oasis del sur del Marruecos, donde a pesar de la mezcla producida a lo largo de los siglos, dada la norma de descendencia unilineal de estas sociedades, los hijos de parejas pertenecientes a grupos sociales diferenciados pertenecen al linaje del padre o bien son excluidos de él, pero en ningún caso no son considerados mezcla de las identidades de los progenitores. Y finalmente el último caso estudiado, el de una sociedad de castas del Norte de la India, donde social y religiosamente es imposible la mezcla entre miembros de castas diferentes y a pesar de su incidencia, esta es duramente castigada por impura y, como en los casos de las sociedades amerindias (animistas), o de las sociedades de descendencia unilineal, no es posible ontológicamente la incorporación o la expansión de una categoría social que remita a la mezcla de identidades originales supuestamente puras.
Con esta investigación mostramos que el mestizaje, lejos de ser una categoría puramente descriptiva de hechos biológicos, es conformada culturalmente por los humanos, de forma que podemos decir que "los mestizos y las mestizas no nacen, sino que se hacen".
Referencias
Montserrat Ventura i Oller, Alexandre Surrallés, Maite Ojeda Mata, Josep Lluis Mateo Dieste, Mònica Martínez Mauri, Sabine Kradolfer, Pablo Domínguez, Alexandre Coello, Montserrat Clua i Fainé, Alice van den Bogaert et Verena Stolcke2014 "Métissages: étude comparative des systèmes de classification sociale et politique", Anthropologie et Sociétés 38-2: 229-246.