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Las áreas marinas protegidas son cada vez más un espacio en el que confluyen actividades marítimas que a menudo compiten por los espacios y los recursos naturales, por lo que es necesaria la cogestión de estas actividades. Especialmente en el Mediterráneo, que se encuentra entre los principales destinos turísticos del mundo con más de 300 millones de turistas internacionales al año. Lo que representa en torno al 30% del número total de turistas en el mundo. A pesar de las amenazas que esta afluencia de visitantes puede suponer en los ecosistemas marinos (realización de actividades extractivas insostenibles, contaminación, cambio climático), el mar se ve simplemente como una oportunidad económica actualmente en crecimiento. Los estudios que han abordado los conflictos que emergen en estos espacios disputados, se han centrado sobre todo en sus implicaciones ecológicas y pocos lo hacen desde los aspectos sociales y culturales. Sin embargo, se considera que son la principal causa de la falta de entendimiento si no el desencadenante de hostilidades entre los usuarios de las áreas marinas protegidas, reduciendo en consecuencia su eficacia como medida para la conservación.

Este estudio aborda los conflictos que se producen en las áreas marinas del Mediterráneo entre la pesca recreativa, una de las actividades turísticas que más ingresos aporta y más ha crecido en los últimos años, y otras actividades marítimas como la pesca artesanal (profesional) y el buceo. Para evaluar estos conflictos, se realizó una revisión exhaustiva de las publicaciones científicas dentro y fuera del Mediterráneo, que incluyó informes técnicos derivados de proyectos de gestión marina. La literatura se revisó de acuerdo con unas preguntas cualitativas que guiaron el foco de atención. Además se recogieron cuestionarios a los diferentes gestores de las áreas marinas protegidas más emblemáticas del Mediterráneo (Islas Medes, Cabo de Creus, Cabo de Palos y Cabrera en España; Côte Bleue, Egadi, Puerto Cros, Syros, Cerbère-Banyuls, Porquerolles, Cabo de Agde y Bonifacio en Francia, Torre Guaceto y Portofino en Italia, Instituto de la República de Eslovenia para la Conservación de la Naturaleza, Cape Greco en Chipre). Y cuestionarios en la asociación europea de pescadores recreativos, y a científicos.

Se identificó el marco socio-jurídico a partir del cual se construye la concepción de la pesca recreativa y en el que se inscribe la reivindicación de sus derechos y usos sobre el medio. Tales como: la falta de una regulación estándar que regule por igual la pesca recreativa y la pesca artesanal profesional, la ausencia de una definición común de la pesca recreativa a nivel europeo que describa las motivaciones y finalidades de la actividad, así como los aspectos técnicos que la identifican (por ejemplo, tipos de artes de pesca). Por último, la diversidad de criterios a nivel europeo para la concesión de licencias de pesca. El estudio subraya que la carencia de una institución social interlocutora y vertebradora de la organización del colectivo de pescadores recreativos (a diferencia de la pesca profesional con las Cofradías en España, Prud'homies en Francia y Fraglie en Italy), dificulta implementar sistemas de gobernanza. También señala la necesidad de evaluar la divergencia de valores ambientales y culturales a través de la óptica de la ética ambiental, para identificar con precisión los intereses asociados a los valores creados por los diferentes usuarios del mar. En este escenario, la conciliación de los intereses, a menudo divergentes, de las diferentes actividades marítimas deben mantener un equilibrio entre los valores económicos, socioculturales y ecológicos para garantizar el acceso y uso equitativo y sostenible de los recursos.

El estudio se ha llevado a cabo en el marco del proyecto Interreg Pharos4MPAs (Interreg Mediterranean 3MED17-3.2-M3-066), coordinado por WWF-Francia.