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El conocimiento agroecológico tradicional (CAET) es un concepto que hace referencia a los conocimientos, prácticas y creencias relativas a las interacciones entre elementos que conforman los socioecosistemas agrarios. Más concretamente, el CAET engloba información sobre cómo reconocer y gestionar eficientemente los paisajes agrícolas y los elementos del agroecosistema (por ejemplo, el conocimiento de cómo guardar y cocinar variedades locales de cultivo). El CAET ha sido desarrollado por agricultores / as y otras comunidades locales de todo el mundo a través de su interacción con la naturaleza y cultura local. Por tanto, el CAET permite la producción de alimentos de manera ambiental y culturalmente adaptada a las características específicas de cada contexto.

En este trabajo se ha explorado el CAeT como un común, es decir, un recurso comúnmente generado que se mantiene y transmite mediante unas normas de gobernanza colectivas con la idea de generar y mantener un valor de uso y no una mercancía. Para ilustrar la gobernanza del CAeT como común, presentamos dos casos de estudio en los que el CAeT es compartido por comunidades de usuarios que operan a diferentes escalas. El primer caso ilustra la gobernanza local del CAeT como común en una comunidad con lazos sociales estrechos en la Vall Fosca (Pallars Jussà, Cataluña), analizando el intercambio de semillas y conocimiento entre los agricultores/as. El segundo caso ilustra la gobernanza global del CAeT como común digital en la plataforma de ciencia ciudadana CONECT-e, donde los usuarios comparten conocimientos ecológicos tradicionales de España. Nuestros resultados señalan que en la Vall Fosca el CAeT se ha gestionado tradicionalmente como un común y que, incluso cuando el CAeT pasa del ámbito local en el mundo digital global (CONECT-e), aún se puede manejar como un común. Los resultados del estudio también avalan que a pesar de funcionar a diferentes escalas, la red de intercambio de semillas de Vall Fosca y la plataforma CONECT-e se pueden considerar como series de gobiernos múltiples o incluso como una serie de gobernanza imbricada que garantiza la preservación global del CAeT.

Esto significa que los comunes más pequeños se imbrican con los más grandes, como ejemplo el CAeT de la Vall Fosca está registrado en la plataforma CONECT-e, asegurando instituciones comunales más sólidas y duraderas. Este marco de gobernanza podría facilitar la interacción entre el CAeT local y global, ayudando a contextualizar el proceso de "comunalitzar" como un proceso social. Como tal, el enfoque tiene la posibilidad de superar las diversas limitaciones de derechos de propiedad intelectual que, en muchas situaciones, han convertido las semillas y su conocimiento asociado en objetos de exclusión. Al descubrir las funciones que justifican considerar el CAeT local y global como conocimiento comunal, se ha descartado la idea de que el CAeT es un recurso no gestionado, idea que Hardin (Tragedia de los comunes, 1968) presentó para describir la tragedia de los recursos comunales y que se ha utilizado para privatizar estos recursos, por ejemplo, bosques o prados de pasto.

Tanto en la Vall Fosca como CONECT-e, se ha encontrado un "régimen para asegurar que los artefactos que resultan de los esfuerzos productivos basados ​​en la comunidad se mantengan bajo el control de esta comunidad". Teniendo en cuenta que el marco de los comunes ofrece un paradigma alternativo y crea un espacio de interacción diferente al del mercado o del Estado, incluir el CAeT en el marco de los comunes es más que un simple ejercicio intelectual: es una posición política. Si se considera, se percibe, se practica y se gobierna como común, el CAeT no debe someterse a las reglas del mercado ni a iniciativas promovidas por el estado, sino formar parte de los "Comunes", apoyando la capacidad de las comunidades para sostener sistemas alimentarios adaptados a la cultura y al medio ambiente locales.