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La importancia de los profesionales de la salud en el sistema es indiscutible, pero también es innegable que los errores pueden ocurrir en cualquier ámbito, incluida la medicina. A menudo, se enfoca en el impacto que un error tiene en el paciente y sus seres queridos, pero se ha prestado menos atención a cómo afecta a los propios profesionales de la salud involucrados en el incidente, quienes pueden ser considerados como la "segunda víctima". Esta experiencia puede repercutir en su bienestar, la seguridad del paciente y el funcionamiento del sistema de salud en su conjunto.

En un esfuerzo por arrojar luz sobre esta cuestión en el campo de la cardiología realizamos una investigación basada en una encuesta anónima que se envió a un grupo de profesionales de cardiología, incluyendo a médicos/as y enfermeros/as, a través de la Sociedad Española de Cardiología y la Asociación Española de Enfermería en Cardiología. El objetivo fue analizar la experiencia de estos profesionales como segundas víctimas y evaluar la calidad de los recursos de apoyo disponibles.

Para la encuesta utilizamos la herramienta llamada "SVEST", que consta de 29 preguntas divididas en 9 categorías. Estas categorías miden tanto el impacto emocional que la situación tiene en los profesionales (angustia psicológica, angustia física, autoeficacia profesional afectada) como las fuentes de apoyo a las que pueden recurrir (colegas, supervisores, apoyo institucional y apoyo personal no relacionado con el trabajo).

Un total de 198 encuestas fueron analizadas, y observamos que la mayoría eran de enfermería (44%), seguido por médicos adjuntos (43%) y residentes (13%), con un mayor porcentaje de mujeres en los tres grupos. Las respuestas revelaron que hablar del incidente con compañeros de trabajo proporcionaba un sentimiento de alivio significativo. En el caso de enfermería, sentir el apoyo de los colegas para mantenerse como buenos profesionales a pesar de los errores obtuvo una alta puntuación.

En general, destacamos que el apoyo personal no relacionado con el trabajo fue una de las áreas mejor evaluadas en términos de apoyo, mientras que el absentismo laboral era lo que menos preocupaba. Además, hubo diferencias entre grupos; por ejemplo, los residentes demostraron una mayor intención de cambio de trabajo y en las mujeres se observó una tendencia hacia más angustia psicológica y física en todas las categorías profesionales.
En resumen, este estudio revela que los profesionales de cardiología a menudo enfrentan angustia psicológica después de cometer errores. La importancia de seguir abordando este fenómeno es evidente. Al hacerlo, no solo se beneficiará a las y los profesionales, sino que también se mejorará la calidad de la atención que se brinda a los pacientes.