Dispersión y variabilidad de las vocales catalanas
Este trabajo investiga algunos aspectos sobre la realización de las vocales de los dialectos catalanes. Aporta datos espectrales de los formantes primero y segundo de la escala de frecuencias y de contacto lingual en la superficie del paladar, correspondientes a cinco hablantes de cada uno de los dialectos central (barcelonés, gerundense y tarraconense), noroccidental (leridano), valenciano y balear (representado por el mallorquín en este trabajo). Fueron grabadas las siete vocales tónicas comunes a todos los dialectos, a saber, i, e (e cerrada), ee (e abierta), a, oo (o abierta), o (o cerrada) y u, y también la vocal neutra E en sus variantes átona del dialecto central y tónica del mallorquín.
Tradicionalmente se habían detectado diferencias de timbre entre las vocales tónicas de los dialectos catalanes. Los resultados del artículo confirman que la vocal oo es especialmente abierta en mallorquín y valenciano (y que a es especialmente cerrada en el primer dialecto). Por su parte, la vocal neutra E no parece producida con una configuración lingual fija, si bien presenta una apertura mediana como la de e, ee, o y oo.
El estudio también investiga la validez de dos hipótesis defendidas por la denominada teoría de dispersión adaptativa de vocales. Para comprender estas hipótesis es necesario saber que las realizaciones de las vocales tónicas de un sistema vocálico como el del mallorquín (ver la figura adjunta) se agrupan en campos que incluyen valores de los dos primeros formantes F1 (eje vertical de la figura) y F2 (eje horizontal) de la escala de frecuencias. La frecuencia de estos dos formantes aumenta a medida que la vocal se pronuncia más abierta (F1) y más anterior (F2). En la figura, el campo de cada una de las vocales mallorquinas incluye cuatro valores de F1 x F2 correspondientes a realizaciones en cuatro contextos consonánticos diferentes (por ejemplo, los valores de la vocal a corresponden a realizaciones de la primera a de las palabras “bava”, “tassa”, “enllaça” y “sala” promediadas entre hablantes y repeticiones). Los campos de dispersión de todas las vocales tónicas del sistema configuran el denominado espacio vocálico.
Las hipótesis de la teoría de dispersión adaptativa son: (a) la distancia entre los campos de las vocales de un sistema vocálico tomados globalmente y el centro del espacio vocálico debería ser proporcional al número de vocales del sistema; (b) la distancia entre los campos de las parejas de vocales adyacentes (ejemplo, entre i y e, e y ee, ee y a, etc.) debería ser inversamente proporcional al número de vocales del sistema. Según estas hipótesis, los dialectos central, noroccidental y valenciano, que disponen de siete vocales, deberán presentar una expansión o dispersión y una distancia intervocálica superiores al mallorquín, que tiene ocho vocales. Los resultados obtenidos confirman, en buena medida, la predicción enunciada en su punto (a), pero no la enunciada en su punto (b) . Efectivamente, el grado de dispersión global es un poco superior en mallorquín que en otros dialectos, si bien este efecto es poco considerable y está asociado preferentemente con el hecho de que los campos de e, ee, oo y o son especialmente reducidos y periféricos (ver la figura). Así pues, las vocales mallorquinas de palabras como “cel” y “sol”, además de especialmente abiertas, son emitidas con configuraciones articulatorias bastante fijas y resultan poco afectadas por el contexto consonántico. Por otra parte, las distancias entre las parejas de vocales adyacentes no varían en función del número de vocales del sistema, sino más bien de características específicas de las vocales individuales que, tal y como hemos mencionado más arriba, pueden diferir entre dialectos.
El estudio también lleva a cabo un análisis de la variación de las frecuencias de los formantes de cada vocal entre repeticiones (variabilidad aleatoria) y entre contextos consonánticos (variabilidad contextual). Los resultados muestran que la variabilidad aleatoria depende de la precisión con que los hablantes obtienen la configuración articulatoria de la vocal, mientras que la variación contextual viene determinada por la compatibilidad entre los gestos articulatorios correspondientes a la vocal y a las consonantes precedente y siguiente.
Referencias
"Dispersion and variability of Catalan vowels". Recasens Daniel, Espinosa Aina. SPEECH COMMUNICATION. 2006, vol. 48, nº 6, pp. 645-666.