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11/04/2016

Avances en el estudio de la ‘mixticidad’: Contrastando la relación entre uniones mixtas e integración social

mixticitat
Una investigación pionera del Grupo de Investigación INMIX de la UAB arroja luz sobre uno de los temas que han ocupado a los científicos sociales durante más de un siglo: la relación entre uniones/familias mixtas e integración social. A través de dos proyectos de investigación, se ha podido saber que esta relación es mucho más compleja de lo que tradicionalmente se había teorizado. El estudio pone de relieve el valor socialmente transformador de la “mixticidad”, a la vez que alerta sobre la persistencia de divisiones étnico-culturales que dificultan la inclusión y la cohesión social.

Autor: iStockphoto/pixelheadphoto.

El incremento e internacionalización de la inmigración de los últimos años en España ha ido en paralelo a un significativo aumento de las uniones mixtas (matrimonios y parejas de hecho) entre inmigrantes y nativos, así como de los nacimientos de hijos de estas uniones, en particular en comunidades autónomas como Cataluña. Sin embargo, apenas se conocen las dinámicas internas e implicaciones sociales de este fenómeno, y en particular su relación con la integración social, una cuestión que ha ocupado a las ciencias sociales (antropología, sociología, demografía, etc.) durante más de un siglo. La teoría clásica de la asimilación, surgida en EE. UU. en los años veinte y desarrollada durante los años cincuenta y sesenta, ha venido planteando que las uniones mixtas son un indicador clave –una especie de “último test”– de la integración social de los inmigrantes y minorías étnicas, en tanto que se considera que facilitan procesos como la expansión de las redes personales, la movilidad laboral o la disminución de la discriminación étnica y racial.
 
La realidad, sin embargo, parece ser más compleja, tal como apunta el primer estudio de estas características en España, financiado por dos proyectos de investigación (“Inmigración y uniones mixtas: etnicidad e integración social”, financiado por el Ministerio de Ciencia e Innovación CSO2011-23242, y “E Pluribus Unum: inmigración, mestizaje y cohesión social”, financiado por el programa APOSTA 2011 de la UAB), ambos liderados por Dan Rodríguez-García, profesor del Departamento de Antropología Social y Cultural, y Director del Grupo de Investigación sobre Inmigración, Mestizaje y Cohesión Social (INMIX), reconocido en 2014 como Grupo de Investigación Emergente por la Agencia de Gestión de Ayudas Universitarias y de Investigación de la Generalitat de Catalunya (2014SGR-1527).
 
Para captar la complejidad que rodea a este fenómeno, el estudio se ha llevado a cabo con una pionera aproximación multi-método, aplicando metodologías de investigación tanto cuantitativas como cualitativas, con análisis documental, explotación de datos censales y trabajo de campo etnográfico intensivo, en el que se ha aplicado la observación participante, los grupos focales y las entrevistas semi-estructuradas a parejas mixtas y endógamas residentes en Cataluña y a sus descendientes. La muestra ha incluído a siete colectivos inmigrados (Rumanía, Marruecos, Senegal, República Dominicana, Ecuador, Pakistán y China), y se han analizado las diferentes dimensiones de la integración (económica, política, social y cultural). Entre otros aspectos, se han estudiado las prácticas de la vida cotidiana, la estructura de las redes personales, el capital social y cultural, la participación política y social, la identidad y las actitudes y los procesos de discriminación social en estas parejas y también en sus descendientes. El estudio también avanza a nivel terminológico, alejándose de la noción clásica de “mestizaje”, con connotaciones más negativas vinculadas al pasado colonial, para hablar de “mixticidad”, un término adaptado del francés mixité y del inglés mixedness, que trata el fenómeno de las uniones/familias mixtas y sus descendientes en todas sus dimensiones, y que va más allá del fenómeno demográfico para centrarse en los procesos sociales implicados y en su análisis como un “tercer espacio” de contestación y transformación social. 
 
Los resultados del estudio, que ya han dado lugar a publicaciones científicas de alto impacto, apuntan a que la relación entre las uniones mixtas y la integración es mucho más compleja de lo que a menudo se ha teorizado. De entrada, se ha constatado que, aunque la endogamia (uniones entre personas del mismo país de origen) es todavía predominante, hay cada vez más uniones y hogares mixtos, si bien su incidencia es desigual, con grupos con mayor incidencia de uniones mixtas (p.ej. dominicanos) que otros (p.ej. ecuatorianos, pakistaníes o chinos), lo cual se explica tanto por factores demógraficos (el tamaño del grupo, la ratio por sexo, etc.) como por trayectoria y proyecto migratorio, o características socioculturales particulares.
 
En cuanto a la relación entre uniones mixtas e integración, se ha constatado que es segmentada y multi-direccional; es decir, positiva y en gran parte unidireccional para algunos aspectos (p.ej. la adquisición de la nacionalidad o la expansión y diversificación de las redes personales); negativa o no relevante para otros (p.ej. la inserción laboral, la participación en asociaciones o la mayor identificación con la sociedad de destino); y bidireccional o de influencia mutua para otros (p.ej. en la adquisición de capital cultural y humano, como por ejemplo en el aprendizaje de idiomas). Además, las diferencias en el grado de integración varían según factores como el país de origen del cónyuge inmigrante, la duración de la residencia, la clase social o el género. Así, por ejemplo, la unión mixta puede dar lugar a una mayor integración socioeconómica para unos grupos y no para otros, o para un género más que para el otro. Asimismo, se puede experimentar simultáneamente una mayor integración en un nivel (p.ej. social o cultural) pero no en otros (p.ej. económico o político). Estos resultados apuntan no sólo a la complejidad de esta relación, sino también a la necesidad de considerar la naturaleza bidireccional de los procesos de integración así como de considerar otros aspectos de la integración –tradicionalmente omitidos en la investigación en este ámbito– relacionados con la vida cotidiana, tales como la adquisición de nuevos valores y normas, nuevas prácticas culturales, formas de pensar, o la satisfacción vital.
 
El estudio también revela que los prejuicios étnico-raciales no desaparecen necesariamente con las uniones/familias mixtas. Por un lado, existen actitudes de rechazo social hacia la formación de parejas mixtas, también por parte de las familias de los respectivos cónyuges, y especialmente por parte de la familia del cónyuge nativo emparejado con un inmigrante que pertenece a una “minoría visible” o “grupo minorizado”, especialmente de países musulmanes africanos (en particular Marruecos) y del sudeste asiático (sobre todo Pakistán). Por otro lado, los prejuicios étnico-raciales y actitudes discriminatorias (hacia el propio grupo y otros grupos minoritarios) también existen dentro de las propias parejas mixtas.
 
El estudio también avanza resultados sobre la categorización social de los hijos/as de parejas mixtas de “grupos visibles”, que, de la misma forma que a los hijos cuyos progenitores son ambos inmigrantes de estos grupos, se les suele categorizar socialmente como “extranjeros” en base a estereotipos y prejuicios negativos referidos al origen, el fenotipo (color de piel, acento o indumentaria) o la interpretación de su cultura. Es entonces cuando se produce una “disonancia identitaria”, donde la auto-identificación como “catalán”, “español” o “mixto” no coincide con la identidad impuesta socialmente como “extranjero”, “negro”, “chino” o “musulmán”. Entre los descendientes de parejas mixtas con fenotipo “blanco/europeo”, en cambio, el rechazo es menor y el uso del “capital sociocultural mixto” (p.ej. multilingüísmo) es más estratégico y ventajoso. Según el estudio, la discriminación y la disonancia identitaria pueden producir a su vez “identidades reactivas”, condicionando negativamente el sentimiento de pertenencia, el uso positivo del capital sociocultural múltiple y, en general, los procesos de inclusión social, algo que también han señalado estudios recientes sobre descendientes de parejas mixtas en otros países (p.ej. Estados Unidos, Francia, Holanda o el Reino Unido). Todo esto nos alerta sobre el riesgo de que el “criterio pigmentocrático” propio de otros países pueda tomar cada vez más relevancia en los procesos de inclusión/exclusión social en nuestro propio entorno.
 
En suma, sin negar que el fenómeno creciente de las parejas/familias mixtas puede suponer un motor para la integración social, en tanto que genera procesos positivos de entendimiento intercultural y reducción de las fronteras socioculturales, se ha constatado que esta realidad no implica necesariamente la integración plena ni la erradicación de las diferencias étnico-culturales ni las actitudes negativas o discriminatorias hacia otros grupos. El valor de este estudio, pues, radica no sólo en poner de relieve el valor socialmente transformador de la mixticidad, sino también en arrojar luz sobre la persistencia de divisiones étnico-culturales que dificultan la inclusión y la cohesión social. Según esta investigación, las uniones mixtas y sus descendientes constituyen una especie laboratorio a nivel micro de las relaciones interculturales que se dan en la sociedad en general; un entorno privilegiado para anticipar dinámicas de inclusión/exclusión y de transformación social, por lo que su estudio tiene no sólo un importante valor teórico, sino también aplicado.


*Artículos de referencia
Rodríguez-García, D.; Solana, M.; Lubbers, M. Preference and Prejudice: Does Intermarriage Erode Negative Ethno-racial Attitudes Between Groups in Spain? Ethnicities. 2016, vol. 16, p. 4. doi: 10.1177/1468796816638404.
 
Rodríguez-García, D. The Mash of Cultures: Integration and Mixedness. Social Science Space. 2015.
 
Rodríguez-García, D. Introduction: Intermarriage and Integration Revisited: International Experiences and Cross-disciplinary Approaches(Guest Editor). The ANNALS of the American Academy of Political and Social Science. 2015, vol. 662, num. 1, p. 8-36. doi: 10.1177/0002716215601397.
 
Rodríguez-García, D.; Lubbers, M.; Solana, M.; Miguel-Luken, V. De. Contesting the Nexus Between Intermarriage and Integration: Findings from a Multidimensional Study in Spain. The ANNALS of the American Academy of Political and Social Science. 2015, vol. 662, num. 1, p. 223-245. doi: 10.1177/0002716215598136.
 
Miguel-Luken, V. de, Lubbers, M.; Solana, M.; Rodríguez-García, D. Evaluation of the Relational Integration of Immigrants in Mixed Unions Based on an Analysis of their Personal Networks. Revista Española de Investigaciones Sociológicas. 2015, vol. 150, p. 151-172. doi: 10.5477/cis/reis.150.151.
 
Rodríguez-García, D.; Miguel-Luken, V. De. Matrimonis mixtes i fills de la barreja a Catalunya: dels ‘xarnegos’ als ‘cafè amb llet’? En: Domingo, A. (Coord.) Migracions dels segles XX i XXI a Catalunya. Una mirada Candeliana, Barcelona: Generalitat de Catalunya, Departament de Benestar Social i Família, Direcció General per a la Immigració. Col·lecció: Ciutadania i Immigració. 2015, vol. 11, Cap. 8, p. 193-218.
 
Rodríguez-García, D.; Solana, M.; Lubbers, M.; Miguel-Luken, V. De. Immigració, unions mixtes i integració sociocultural: cap a una anàlisi complexa multi-mètode. Documents d'Anàlisi Geogràfica. 2014, vol. 60, num. 3, p. 627-657. doi: 10.5565/rev/dag.125.
 

Dan Rodríguez
Grupo de Investigación en Inmigración, Mestizaje y Cohesión Social (INMIX)
Departamento de Antropología Social y Cultural
 
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