Adictos al juego: desregulación emocional e impulsividad en las conductas suicida
El trastorno de juego se caracteriza por un descontrol de impulsos que tiene severas consecuencias negativas en el ámbito personal, familiar y laboral del individuo que lo padece. Normalmente, este trastorno suele presentarse junto a otros problemas como ansiedad, depresión… Además, suele relacionarse con altas tasas de riesgo con conductas suicidas. El objetivo de este artículo es analizar, particularmente, el papel de la desregulación emocional y la impulsividad en las conductas suicidas de personas adictas al juego como factores potenciales de riesgo. Este planteamiento podría servir para el desarrollo de planes de actuación eficaces en el área preventiva y de la intervención.
El trastorno de juego es un problema del control de los impulsos que se caracteriza por una pauta disfuncional y recurrente de conductas relacionadas con el juego, que persisten a pesar de los intentos infructuosos para controlarlas y de las severas consecuencias negativas que ocasionan en los individuos. El trastorno de juego acaba conduciendo a un severo distrés en el día a día de los pacientes, en el ámbito personal, familiar y laboral. Los estudios descriptivos que se realizan a nivel mundial alertan que la prevalencia de los problemas relacionados con la conducta de juego se está incrementando a un ritmo casi vertiginoso (cada vez se presenta a edades más tempranas, incluso durante la adolescencia o a inicios de la edad adulta), en gran medida como consecuencia del fácil acceso a las múltiples plataformas de juego. Este trastorno, además, acostumbra a presentarse de forma comórbida con otras múltiples comorbilidades psicopatológicas, entre las que destacan los problemas de ansiedad, la depresión y el uso de sustancias (como el alcohol y las drogas ilegales). Se sabe también que los comportamientos autolíticos, la ideación suicida y los intentos de suicido obtienen altas tasas de riesgo en pacientes con alta severidad por conducta de juego.
Se sospecha que la conducta suicida en pacientes con trastorno de juego podría estar relacionada con las estrategias de regulación emocional (y más concretamente con los patrones de disregulación emocional) y los niveles de impulsividad. La disregulación emocional hace referencia a la dificultad que expresan los sujetos para modular su propia respuesta emocional frente a las demandas del entorno, en gran medida como consecuencia de la falta de flexibilidad y de autocontrol propia de los pacientes con problemas por adicciones. Por su parte, la alta impulsividad es un potente factor de riesgo en la etiopatogenia del trastorno de juego, hasta el punto de que algunos clínicos e investigadores consideran que este rasgo de la personalidad puede concebirse como la “antesala” del comportamiento adictivo.
Un estudio realizado bajo la dirección de la Doctora Susana Jiménez-Murcia (Servicio de Psiquiatría del Hospital Universitario de Bellvitge) y la dirección estadística de la Dra. Roser Granero-Pérez (Departamento de Psicobiología y Metodología, UAB) ha analizado cuáles son los mecanismos subyacentes entre los niveles de psicopatología general, la severidad por conducta de juego, los niveles de impulsividad, la disregulación emocional y la conducta suicida. La muestra incluyó n=249 pacientes (hombres y mujeres adultos) que cumplían criterios clínicos para trastorno de juego (166 de estos sujetos habían informado de ideación suicida relacionada con su adicción al juego).
Los principales hallazgos del estudio evidenciaron que el grado de disregulación emocional no es un factor de riesgo directo de la conducta suicida, pero sí incrementa la probabilidad de que estos comportamientos se presenten con un efecto indirecto mediado por la severidad de la psicopatología general: patrones más disfuncionales en regulación emocional se asocian a mayor intensidad de sintomatología general, que sí es un factor directamente relacionado con la posibilidad de que aparezcan ideación suicida e intentos de suicidio. La alta impulsividad también mostró un efecto indirecto sobre el comportamiento suicida, en este caso a través de la doble mediación de la severidad por conducta de juego y la psicopatología general.
Estos resultados aportan nuevas evidencias de la complejidad del fenotipo del trastorno de juego, y del relevante rol de las estrategias de regulación emocional y de los niveles de impulsividad en conducta suicida. Los modelos etiopatogénicos de los problemas por adicción al juego deben tener presentes los mecanismos subyacentes obtenidos en el estudio. El conjunto de interrelaciones observadas son también relevantes para el desarrollo de planes de actuación eficaces en el área preventiva y de la intervención, particularmente dirigidos a sujetos con adicción al juego considerado de alto riesgo por su vulnerabilidad a presentar ideación e intentos suicidas.
Mallorquí-Bagué N, Mena-Moreno T, Granero R, Vintró-Alcaraz C, Sánchez-González J, Fernández-Aranda F, del Pino-Gutiérrez T, Mestre-Bach G, Aymamí N, Gómez-Peña M, Menchón JM, Jiménez-Murcia, S. (2019). Suicidal ideation and history of suicide attempts in treatment-seeking patients with gambling disorder: the role of emotion dysregulation and high trait impulsivity. Journal of Behavioral Addictions, 7(4), 1112-1121. DOI: 10.1556/2006.7.2018.132
