Estela Gutiérrez obtiene el Doctorado con una investigación sobre la problemática de la exposición a los tóxicos

11/11/2019
Estela Gutiérrez, profesora de la Escuela de la asignatura "Organización y competencias en seguridad pública", leyó su tesis doctoral titulada "La implosión reguladora en la ciencia del derecho: El caso de los EDCs. Las comunidades globales y el ecosistema humano”, el pasado 24 de octubre en la Sala de Grados de la Facultad de Derecho de la UAB.
El jurado estaba formado por Lado Chanturia, Juez del Tribunal de Derechos Humanos; Lela Janashivili, profesora de Derecho de la Universidad de Georgia y especialista en Derechos Humanos; Manuel Ballbé, Catedrático de Derecho Administrativo de la UAB y profesor de la Escuela; Juana Flores Le-Roix, Jefe del Servicio de Endocrinología del Hospital de Mar de Barcelona y profesora de Medicina de la UAB; y José María Soto (Médico del Servicio de Emergencias de Cataluña y profesor en Seguridad Humana en la UAB), que evaluaron la investigación del programa de Doctorado en Seguridad Humana y Derecho Global, otorgándole la calificación de Cum laude.
La investigación se enmarcaba dentro de la ciencia del Derecho, siendo la primera vez que se trataba la teoría de la implosión reguladora, mediante la cual, las normas que se aprobaban tenían resultados desviados a los objetivos deseados, y esta desviación comportaba perjuicios en la seguridad humana a nivel global, generándose una paradoja en la normativa.
En este sentido, la docente, a través de este trabajo, analizaba la regulación de las sustancias químicas artificiales tóxicas conocidas como EDCs (Endocrine Disrupting Chemicals). Sustancias como los ftalatos, bisfenoles, biocidas, dioxinas, etc., que se encuentran en diversidad de productos de la cotidianidad de las personas (botellas, cosmética, juguetes, latas de refrescos...) tienen la capacidad de alterar el sistema endocrino, y por tanto, también de hacerlo en varias funciones de los organismos vivos, incluyendo el desarrollo neurocognitivo y la reproducción. Y pueden originar dolencias como la diabetes, obesidad, problemas cognitivos o cáncer.
Según la investigadora, si la regulación de estos tóxicos continúa siendo laxa y no cambia, el ecosistema humano puede estar en peligro grave. La investigación también determina la repercusión de estas sustancias sobre la población mundial, y cómo pueden incidir ante una posible metamorfosis futura de la especie humana.