Hablamos con Rosa Martínez, que ha obtenido la beca Marie Curie con una puntuación 100

18/03/2024

¿Cuál ha sido tu trayectoria académica?
Yo soy un perfil un poco raro: estudié Humanidades en la Pompeu Fabra, hice un máster de Antropología en la UB y después hice un máster de Religión y Política en Reino Unido. Desde que terminé el grado empecé a investigar sobre el islam, como mi punto de conexión con otras disciplinas. He hecho principalmente investigación sobre temas de islam y género. Cuando volví del Reino Unido para realizar el doctorado voy entrar en contacto con el ISOR, que es este grupo de Investigacions en Sociologia i la Religió de la UAB. Acabé haciendo el doctorado aquí, también sobre temas de Islam, participación política y mujeres musulmanas aquí en Barcelona. Terminé el doctorado el 2022 y hasta ahora he sido contratada en varios proyectos de investigación aquí en el ISOR, y ahora en junio he empezado con una beca posdoctoral. Así que ahora trabajo en la UB, en Departament d'Antropologia. En definitiva, mi hilo siempre ha sido la investigación en torno al islam y desde un punto de vista etnográfico, con investigaciones cualitativas.

¿Cómo lograste la beca Marie Curie? ¿Cuál ha sido el proceso para obtenerlo?
Fue algo de casualidad. Justo cuando estaba terminando el doctorado, en los últimos meses de escribir, supe a través de mi directora de tesis, que también es la directora del grupo ISOR, que estaban buscando potenciales candidatos para pedir esta beca. Y me preguntó si yo estaba interesada, que me podían poner en contacto. Y es que antes de presentarte a Marie Curie, la mayoría de universidades tienen procesos internos para buscar candidatos, porque no se puede pedir por libre, sino que debes tener el apoyo de la universidad. Son procesos muy largos desde que lo presentas hasta que te dan la plaza. En mi caso, esto era en febrero del 2022 y no la he recibido hasta febrero del 2024, porque no me lo dieron la primera. Recibí la noticia el pasado lunes y fue todo un choque ver que había sacado la puntuación máxima, especialmente cuando las notas de corte eran tan altas. Me quedé boquiabierta, ya que no esperaba una puntuación tan alta, esperaba una nota en torno al 90. Las puntuaciones se dan en función del ámbito y del número de solicitantes, y especialmente en las ciencias sociales existe una participación muy alta.

Y tu beca está en la Universidad de Oslo. ¿Cómo funciona el tema de la movilidad?

Es un tipo de beca que promueve la mobilidad internacional. Tienes que solicitar estar en una universidad de un país en el que no has residido en los últimos doce meses. Hay varias categorías, pero la más común es la europea, puesto que es más factible. Estos proyectos tienen una duración de dos años, pero existen otras opciones como la categoría global, que incluye un período de tres años. Hay un margen de tres años desde la concesión para incorporarte, para tener en cuenta los compromisos personales y profesionales de los participantes. Esta flexibilidad es una ventaja de estos proyectos puesto que permite la conciliación familiar.

¿De qué trata tu proyecto de investigación?
El proyecto es sobre los tratamientos de reproducción asistida en la comunidad musulmana, explorando la negociación entre la autoridad religiosa y médica. Analizo cómo los musulmanes en Europa buscan información sobre estos tratamientos en un contexto minoritario. Compararé los casos de Barcelona y Oslo para entender cómo ésta negociación se manifiesta en distintos entornos. El objetivo es comprender cómo estos discursos afectan a la vida cotidiana ya los servicios sanitarios.

¿Y qué relación pasarás a tener con el grupo de investigación de la UAB?

Con el grupo de investigación de aquí, por suerte, podré mantener informalmente la vinculación, porque, como te he contado, el proyecto implicará trabajar en Barcelona. Además, lo que yo
incluí a este tema es una de las líneas de investigación que se han empezado en
desarrollar en los últimos años aquí en el ISOR. Este tema sobre la intersección entre
ciencia y religión y los discursos sobre ciencia, religión y salud. De alguna forma tiene sentido
que mantenga la vinculación y el trabajo colectivo y mi idea es poder compartir la mi búsqueda con mis compañeros porque encaja con las líneas que trabajamos aquí.
 

Por último, qué le dirías a un alumno de la Facultad que se está planteando, dedicarse a la búsqueda?

¿Qué le diría? Es difícil la pregunta porque inevitablemente pienso en cómo lo viví yo, de mi modo. Quizá le diría que intentara hablar con el máximo de gente posible que haya tenido una trayectoria similar a la que esta persona quiere. Hablar con gente que pueda contar y compartir experiencias es clave. En mi caso, me sentí mucho sola al empezar la investigación académica por falta de referentes. Así que, animo a aquellos que quieren seguir ese camino a buscar consejo y conocimientos.

Es importante destacar el soporte de la familia en este proceso. A pesar de no ser académicos, mis padres confiaron en mí y apostaron por mi educación, incluyendo el aprendizaje del inglés, me abrió puertas. Las dudas y las dificultades económicas son bastante constantes, pero si tienes el soporte emocional es fundamental. Sin esta red, habría sido mucho más difícil navegar por éste laberinto de becas y decisiones académicas.

Hay que reconocer que la frustración y los obstáculos forman parte de ese camino del mundo
académico. Te enfrentas a mucho rechazo y momentos de duda, en los que te planteas otros
futuros laborales si no consigues las becas deseadas. Sin embargo, la perseverancia y el apoyo de sus compañeros fueron claves para seguir avanzando. Es mucho importante ir compartiendo experiencias y ayudarte mutuamente entre los miembros del grupo de investigación, ya que todos pasamos por lo mismo. Al final, la recompensa llega, después de momentos difíciles y sacrificios. Además, es un camino a menudo incomprendido por aquellos fuera del mundo académico.

En definitiva, existen avances en la concesión de becas y la consideración de las circunstancias familiares, como la maternidad. Pero siguen existiendo barreras para las mujeres en la investigación académica. Las políticas de movilidad y las becas deben tener en cuenta las necesidades familiares y promover la igualdad de género. A pesar de los progresos, todavía hay un largo camino por recorrer para hacer de la carrera académica un mundo más equitativo y accesible para todos.

En conclusión, Rosa Martínez Cuadros es un ejemplo a seguir para los alumnos y alumnas de
la Facultad interesadas en un futuro laboral centrado en la investigación. Nos demuestra que el
camino de la investigación es complejo y con obstáculos determinados por las propias condiciones, pero que con perseverancia y apoyo mutuo se puede conseguir.

Puede encontrar toda la información de las becas del Consejo Europeo de Investigación (ERC)
en el siguiente enlace.