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Universitat Autònoma de Barcelona
Institut de Neurociències (INc-UAB)

Un estudio dirigido por la Dra. Elena Martín-García vincula la microbiota intestinal con una predisposición a desarrollar adicción a la comida

30 oct 2024
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La investigación, publicada en la revista Gut, asocia la presencia de ciertos tipos de bacterias en el microbioma intestinal con un mayor riesgo de sufrir este trastorno. Lee el artículo

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El estudio de la Dra. Martín-García identifica una relación entre la composición de la microbiota intestinal y la probabilidad de que una persona desarrolle una adicción a la comida. Además, destaca el papel beneficioso de una bacteria llamada Blautia, que podría ayudar a prevenir esta adicción. La publicación arroja nueva luz sobre la conexión entre la microbiota intestinal y este trastorno conductual, y podría abrir el camino hacia futuros tratamientos basados en microbios beneficiosos, posiblemente a través de suplementos alimenticios.

La adicción a la comida se caracteriza por la pérdida de control sobre la ingesta alimentaria, lo cual suele derivar en obesidad y altera la microbiota intestinal. En este estudio, el equipo de investigación analizó si la composición de la microbiota intestinal influye en los mecanismos de la adicción a la comida. Encontraron que ciertos tipos de bacterias, como los Proteobacteria, están relacionados con el desarrollo de este trastorno, mientras que otros, como los Actinobacteria, parecen tener efectos protectores contra la adicción a la comida. Además, el estudio describe el papel beneficioso de una especie de bacteria llamada Blautia wexlerae, que suele encontrarse en baja presencia en la microbiota de personas y ratones con adicción a la comida. Al administrar sustancias que fomentan el crecimiento de Blautia en el intestino, se observó una mejora en los síntomas de adicción a la comida, con resultados consistentes tanto en humanos como en ratones.

El catedrático de la UPF y coautor del estudio, Rafael Maldonado, destacó que “nuestros resultados revelan cambios en la microbiota intestinal que, en el futuro, podrían utilizarse como biomarcadores para identificar la predisposición a la adicción a la comida, así como ciertos prebióticos que podrían estudiarse como suplementos dietéticos para tratar estos trastornos alimentarios”.

El catedrático de la Universidad de Girona, jefe de grupo del IDIBGI y del CIBERObn, y coautor del estudio, Dr. José Manuel Fernández-Real, junto con el Dr. Jordi Mayneris-Perxachs, líder de grupo en IDIBGI y co-primer autor del estudio, subrayan: “Es fascinante comprobar que, en personas con obesidad y criterios de adicción a la comida, se detectan alteraciones en la microbiota intestinal que luego se confirman en modelos animales”. El Dr. Fernández-Real también es jefe de la sección de Endocrinología del Hospital Trueta.

“Nuestro modelo animal tiene un alto valor traslacional y puede facilitar la evaluación de estas nuevas estrategias terapéuticas potenciales para el tratamiento de la adicción a la comida y los trastornos emocionales y alimentarios asociados”, añade Elena Martín-García, investigadora del Instituto y del Laboratorio de Neurofarmacología-NeuroPhar de la UPF.

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