Reseña histórica
Historia del Departamento de Didáctica de la Lengua y la Literatura, y de las Ciencias Sociales
Terminada la Guerra Civil, se hizo tabula zanja de lo que había sido el magisterio en tiempos de la República y gran parte del profesorado de las Escuelas Normales fue depurado. En los nuevos planes de estudios de magisterio, el bajo nivel cultural de acceso (Bachillerato elemental) hacía necesario procurar a los futuros maestros una cultura básica, general. En el plan de 1941 figuraban asignaturas tan genéricas como "Ampliación y Metodología de las Letras" o "Ampliación y metodología de las Ciencias". En el plan de 1950, que rigió a lo largo de 17 promociones, ya especificaban "Geografía e Historia y su Metodología" o "Historia de la Literatura Española y su Metodología". A "su metodología", generalmente nunca se llegaba porque dominaba la concepción de "quién sabe, sabe enseñar".
Cuando en el plan de 1967 el acceso a las Escuelas Normales comportó estudios de Bachillerato superior, entonces desaparecieron de los programas las materias de contenido científico y, por primera vez, tomaron protagonismo las didácticas específicas de cada materia, las cuales ocupaban quince de las veintiuna horas semanales programadas. El nuevo plan no fue acompañado de la correspondiente formación de reciclaje del profesorado de las normales, quien en gran parte no estaba preparado para impartir didácticas y, con contadas excepciones, se siguió dando contenidos.
En 1970, con "La Ley General de Educación" se amplió la escolarización obligatoria hasta los 14 años, y las Escuelas de Magisterio pasaron de ser estudios secundarios a estudios universitarios de diplomatura. Las nuevas "Escuelas Universitarias de Formación del Profesorado de EGB" tuvieron que atender una demanda creciente de maestros debido a una política decidida por llegar a la plena escolarización de los infantes del estado español. Las dificultades pedagógicas y didácticas que supuso la ampliación de los estudios primarios, y el acceso a la escuela de niños provenientes de sectores sociales hasta entonces no escolarizados, demostró la necesidad de una mejor preparación profesional de los maestros.
La demanda de profesorado, resultado de la ley del 70, posibilitó la creación de nuevas normales. La Escuela de Formación del Profesorado de EGB de la Universidad Autónoma de Barcelona fue creada en el curso 1972-73. Esta escuela siguió el plan de estudios oficial que prescribía un año común, muy globalizado, orientado a preparar a los maestros para la primera etapa de EGB; y dos años de una moderada especialización en un área de conocimiento para atender a los alumnos de segundo ciclo de EGB (12-14 años). En este plan de estudios, en muchas universidades, las didácticas volvieron a quedar en segundo plano por la preocupación prioritaria de preparar las materias académicas de cada especialidad.
La Escuela de Maestros de Sant Cugat, de la Universidad Autónoma de Barcelona mantuvo la importancia de las didácticas específicas y en cada especialidad colaboraban profesores que impartían contenidos y profesorado especializado en didácticas específicas. Esta separación de los contenidos y de las didácticas respondió al convencimiento de que una cosa era ampliar los conocimientos de lengua o de Historia, pongamos por caso, y otra distinta era aprender a enseñar lengua o historia para educar a los futuros ciudadanos del país. Se consideró que un profesor o profesora de didáctica específica debe tener conocimientos de su rama científica, pero también una preparación específica sobre tres cuestiones fundamentales: qué, por qué, y cómo enseñar. También se argumentó que la didáctica pide que el profesorado que la imparta tenga experiencia docente de forma que le permita relacionar estrechamente teoría y práctica.
La Ley de Reforma Universitaria de 1980 implicó a la organización de la Universidad en Departamentos. Al mismo tiempo, las didácticas específicas figuraban por vez primera en la relación de áreas de conocimiento de los estudios universitarios, reconocimiento por el que se había luchado largamente.
Esta nueva organización planteó a las Escuelas Universitarias de EGB varias opciones para agrupar al profesorado, pero la decisión se dejó a criterio de cada universidad. En la Escuela Universitaria de Formación del Profesorado de EGB de la Universidad Autónoma de Barcelona, el dilema se presentó entre dos opciones:
a.- Separar al profesorado de las antiguas especialidades, de modo que las personas que impartían contenidos pasaban a los respectivos departamentos de las facultades de letras o de ciencias, mientras que el profesorado de las especialidades que se inscribían en el área de conocimiento de una didáctica específica formaban departamentos propios y permanecían en los centros de formación del profesorado.
b.-Integrar las materias académicas y las respectivas didácticas en los diversos departamentos que se formaban en las facultades, en razón de la íntima relación existente entre las materias académicas y su didáctico.
Este tema fue especialmente conflictivo. Por último se optó por la separación. Las razones fundamentales que justificaron esta decisión fueron: que las didácticas específicas, como áreas de reciente creación, difícilmente podrían abrirse camino integradas en departamentos muy consolidados y generalmente poco preocupados por la docencia y la formación del profesorado. Por otra parte, ciertamente las didácticas específicas mantienen una íntima relación con las ciencias referentes, pero poseen al mismo tiempo un discurso propio y, para construir su discurso, tienen también en cuenta las aportaciones que vienen del campo de la pedagogía y de la psicología de la educación.
El Departamento de Didáctica de la Lengua y la Literatura, y de las Ciencias Sociales se creó el 13 de noviembre de 1985. Está formado por dos unidades, que reúnen el número de profesores necesario para poder formar un departamento específico: la Unidad de Lengua y Literatura y la Unidad de Ciencias Sociales, cada una con su propio coordinador, que actúan con mucha autonomía en la redacción de los programas docentes y en la esfera de la investigación. Ambas unidades eligen cada tres años un director de departamento, cargo que recae alternativamente en una u otra unidad. Este director o directora asume los temas de interés común.
El Departamento se regula por los Estatutos de la Universidad Autónoma de Barcelona y por las normas que figuran en su reglamento.
Pilar Benjam y Argimbau
15 de Septiembre de 2009