Apuntes entorno al ártico
Investigador

Sergi Pla
Sergi Pla-Rabés (PhD in Biology, University of Barcelona) is a researcher at GECA Environmental Change Ecology Group (CREAF, Spain), adjunct professor at the UAB (University Autonoma of Barcelona, Spain) and Senior Science Research Associate at the University of Johannesburg (South Africa). He is also a current member of IASC (International Arctic Science Committee for the Terrestrial Working Group). He has postdoc fellowships at ECRC (University College of London -UCL-, UK, Marie Curie fellowship); PEARL (Queens University, Kingston, Ontario, Canada); Geography department (Loughborough, Loughborough University, UK) and the CEAB-CSIC (I3P grant, CEAB, Blanes, Spain).
He has worked on more than 45 national and international projects studying the effects of Global Change in ecosystems, mainly related to climate variability, atmospheric pollution and human impacts. He has worked mainly in the mountains (Alps, Pyrenees, Central System, Norway, Finland, Scotland, Ireland, UK), Polar regions (Greenland, Alaska, Svalbard & Antarctica), and oceanic islands (Easter Island & Azores and Seychelles Archipelago). However, he also works to understand current environmental problems associated with pollution and climate interactions in Ontario, Nova Scotia & Manitoba.
His research focuses on the response of aquatic ecosystems (biodiversity and biogeochemistry) to Earth’s systemic changes, with a particular ¿¿interest in understanding the effects of Global Change on inland ecosystems using lakes and wetlands as sentinels of change. He utilizes time series derived from lake sediment records to study ecosystems’ responses to the different components of global change and their interactions at various time scales, such as climate-land use changes and climate-atmospheric pollution. His ultimate goal is to enhance our understanding of the main factors that influence ecosystem change and to develop conservation, restoration, and mitigation policies to increase socioe-cological-system resilience.
Podeu veure la producció científica de Sergi Pla al Portal de recerca de la UAB.
Olga V.: Esto es Vagón de la Ciencia, el proyecto de la Universitat Autònoma de Barcelona dedicado a la divulgación científica. En esta segunda edición, los protagonistas son los combustibles fósiles y, en este capítulo, hablaremos del Ártico y de por qué es importante investigar en esta región. Para ello, nos acompaña Sergi Pla Rabés. Bienvenido, Sergi.
Sergi P.: Hola, Olga.
Olga V.: Sergi Pla Rabés es doctor en Biología, investigador de la UAB adscrito al CREAF, en el Grupo de Ecología de los Cambios Ambientales (GECA), y también profesor asociado del grado en Biología Ambiental de la UAB, en la Unidad de Ecología del Departamento de Biología Animal, Biología Vegetal y Ecología. Ya te hemos situado. Estudias los efectos del cambio climático en los ecosistemas relacionados sobre todo con la variabilidad climática, la contaminación atmosférica, los impactos humanos... ¿Desde cuándo son evidentes estos cambios?
Sergi P.: Nosotros, lo que hacemos es utilizar los lagos como centinelas de este cambio, porque antes no había registros instrumentales. Se hace evidente sobre todo a partir de la Revolución Industrial. La contaminación atmosférica ha aumentado mucho. De hecho, hay unas cuatro veces más de nitrógeno circulando por la atmósfera. Esto quiere decir que están cambiando todos los ecosistemas, que ya no tenemos ningún sistema prístino en la Tierra. Pero, cuando cambia muy rápido, cuando se produce lo que se llama la gran aceleración, es hacia 1950. Todo se acelera: aumenta la población, crece el uso de los recursos de la Tierra, del sistema que tenemos, de la agricultura, etcétera. Digamos que 1950 marca la diferencia.
Olga V.: Nos situamos en la zona del Ártico, que ocupa una superficie que tiene casi el doble de extensión que Australia, y creo que no somos lo suficientemente conscientes de ello. Es una barbaridad lo que ocupa. Y aun así, es un gran desconocido.
Sergi P.: Es un gran desconocido, porque básicamente es un espacio helado, o que ha estado helado hasta ahora. El único interés que tenía era militar, a partir de la Guerra Fría. Actualmente, se está empezando a conocer por sus recursos, muchos de los cuales aún están por explotar. Hay un motivo geopolítico detrás de ese interés en el Ártico.
Olga V.: Si ha estado helado hasta ahora, ¿quiere decir que el Polo Norte se deshace?
Sergi P.: Más que deshacerse, se deshiela, porque estamos hablando tanto del hielo marino como de la parte de tierra helada, que se llama permafrost. Y el deshielo del permafrost implica un aumento de gases de efecto invernadero que van hacia la atmósfera.
Olga V.: En el Ártico tan solo viven unos cuatro millones de personas. La crisis climática que sufre la Tierra es más que evidente en esa zona, que se está calentando cuatro veces más rápido que la media del planeta. ¿Cómo se explica esta aceleración, que la temperatura aumente con mucha más intensidad que en el resto del planeta?
Sergi P.: Es un sistema bastante complejo, porque vincula a corrientes oceánicas, atmosféricas, etcétera. Básicamente, cuanto menos hielo marino hay, más energía capta el Ártico y, por lo tanto, más aumenta la temperatura. Esta relación provoca un mecanismo de retroalimentación positiva (desaparece el hielo, se absorbe más energía, desaparece más hielo...), que es lo que provoca la aceleración.
Olga V.: Es el pez que se muerde la cola.
Sergi P.: Sí, exactamente.
Olga V.: ¿Se puede considerar el Ártico como la zona cero del cambio climático?
Sergi P.: Más que la zona cero, es un componente muy importante, porque en el sistema climático todo está ligado. El deshielo en el Ártico, por ejemplo, en Groenlandia, puede provocar cambios profundos en el sistema climático, y también podemos hablar de cambios umbral, con los que se traspasa un umbral sin retorno. Hace dos o tres semanas que se habla mucho del colapso de la circulación oceánica en el Atlántico Norte, que podría provocar cambios importantes tanto en Europa como en la Antártida y en el resto del planeta a través de la circulación oceánica.
Olga V.: ¿Cómo se evidencia el cambio climático en la zona del Ártico, pensando en su población?
Sergi P.: Más que hablar yo, hablaré por boca de una yupik de la zona de Alaska a la que invitamos a un congreso y nos explicó cómo viven ellos este cambio. Básicamente, lo que viven son cambios en los recursos que están disponibles: los puestos de cacería tradicional se han movido, porque los animales utilizan otras rutas de migración; ir a la escuela conlleva, en invierno, una hora y media, cuando antes en media hora llegaban, porque ahora el hielo no es suficientemente fuerte en los lagos y tienen que bordearlos; las casas del lado del mar se hunden por el deshielo del permafrost... Lo están viviendo intensamente. Creo que no somos conscientes, aquí, de lo que significa el cambio climático de la zona del Ártico para la gente que vive allí.
Olga V.: Teniendo en cuenta la gran extensión del Ártico y la poca densidad de población, ¿la acción humana ha contribuido de manera importante al cambio climático?
Sergi P.: ¿Quieres decir la acción humana global o la de la zona?
Olga V.: La de la zona.
Sergi P.: No, es muy poca gente. Comparado con la población mundial y con el uso de recursos que hace el resto del planeta, no tiene nada que ver.
Olga V.: Una parte importante de la población del Ártico son científicos. Hay más de sesenta bases científicas, y más de la mitad solo están operativas en verano. ¿Por qué es un enclave tan atractivo para la investigación científica?
Sergi P.: Más que atractivo, es interesante para entender el sistema climático, en primer lugar, y también para el componente del que he hablado antes, el colapso de la circulación del Atlántico Norte, ya que estos cambios también pueden desencadenar un efecto dominó, pueden afectar tanto a la lluvia del Amazonas como a las condiciones del Niño, o al deshielo de la Antártida. Por eso es muy importante saber cómo funcionan estos elementos del clima en el Ártico. Por ejemplo, ahora hemos sufrido unos años de sequía, y estas olas de calor también son causadas, en parte, por el efecto de la debilitación del gradiente de temperatura entre el Ártico y las zonas más meridionales del hemisferio norte. Esto provoca que se ondule la corriente en jet.
Olga V.: ¿Cuáles son las líneas de investigación más destacadas? Si es que coinciden los intereses de los diferentes grupos de investigación que se han instalado en el Ártico.
Sergi P.: Sí coinciden. De hecho, ahora estamos desarrollando un documento con las líneas de priorización para hacer investigación en el Ártico. Otra cosa es que los gobiernos que financian estas propuestas acaben dando el dinero, pero al menos hacemos este documento para priorizar. Estamos hablando de una emergencia climática muy importante. ¿Por qué? Por el componente social que tiene, pero también porque lo que pasa en el Ártico no se queda en el Ártico.
Olga V.: ¿Son muy diferentes los problemas vinculados a la crisis climática que sufren las regiones del Ártico y las de la Antártida?
Sergi P.: Sí, son completamente diferentes, porque la población de la Antártida es mínima. Solo hay algunas estaciones en las que vive gente todo el año, y una isla en la que viven unos chilenos en familia, pero más bien por un efecto bandera, de poner la bandera. No vive mucha gente. Por lo tanto, socialmente, no tiene nada que ver.
Olga V.: En las últimas décadas, el hielo ártico ha disminuido rápidamente en todas las estaciones, no solo en verano, con un declive mayor desde principios del siglo XXI. Un equipo científico internacional alertaba en 2023 de que el Ártico se quedará sin hielo en verano durante la década de 2030, una década antes de lo que se había previsto. ¿Por qué el Ártico es un elemento clave en el clima de la Tierra? Nos has dicho que lo que pasa en el Ártico no se queda en el Ártico, sino que nos afecta a todos.
Sergi P.: Ese deshielo, lo que provocará, primero, es que el Ártico absorberá más energía. Cambiará esta diferencia entre temperaturas del Ártico y latitudes meridionales, tendremos más impredecibilidad del clima y, por tanto, mucha más impredecibilidad en la producción de alimentos en las zonas más meridionales. Podemos tener veranos muy secos, veranos muy lluviosos..., pero sin predicción. Al menos que sepamos hasta ahora, será imposible de predecir. Esto puede colapsar la economía de según qué países o provocar crisis sociales, como provocaron los cambios climáticos durante la Revolución francesa.
Olga V.: ¿Ya se han manifestado todos los efectos posibles, fruto del cambio climático, por esta interconexión entre el Ártico y el resto del planeta? No sé si sobre todo del Ártico y el hemisferio norte...
Sergi P.: Sí, sí hay una interconexión. Como he dicho, si la circulación del Atlántico Norte se modifica o se debilita, no llegará tanta agua fría a la Antártida y se acelerará su deshielo.
Olga V: ¿Se conocen todos los posibles efectos?
Sergi P.: No, no se conocen, porque el sistema climático y el sistema Tierra en sí son muy complejos. Hay muchas interacciones, y lo que necesitamos es hacer más investigación. También es por eso que mucha gente hace investigación en el Ártico, aunque es muy poca la que hay de España.
Olga V.: Si hablamos del Ártico, es imposible no pensar en cuestiones geopolíticas. ¿Cuál es el atractivo de esa zona?
Sergi P.: Sus recursos, tanto minerales como pesqueros o de transporte. Por ejemplo, el viaje entre Shanghái y Rotterdam tendría dos mil millas marinas menos, lo que supondría un 20 % de ahorro en energía. Por lo tanto, todos esos contenedores que llegan a Europa desde China seguirán la ruta ártica. Por eso, por ejemplo, Rusia ha puesto la bandera en el fondo del Ártico, para reclamar que esa parte es suya.
Olga V.: Ha habido movimientos políticos; ahora nos hablabas de esa bandera de Rusia. Pero ¿se prevén otros movimientos en cuanto a rutas marítimas o a gestión de los recursos minerales? ¿O todavía falta un encuentro internacional donde se vayan dirigiendo posibles acuerdos en esa línea?
Sergi P.: No. De hecho, está el Consejo Ártico, que reúne a todos los países árticos, más unos países observadores, para decidir las políticas que deben formar parte de ese intento de aumentar la resiliencia del Ártico, de no provocar un colapso del sistema social y ecológico de la zona. Podría haber cambios profundos, pero, como he dicho antes, no tanto en el Ártico en sí, para su población, sino en todo el planeta.
Olga V.: Si todo está interconectado, una posible disminución de los efectos del cambio climático en la zona del Ártico beneficiaría al resto del planeta, entendemos.
Sergi P.: ¿En qué sentido quieres decir? ¿Un efecto positivo o negativo?
Olga V.: Positivo.
Sergi P.: Para la zona rusa, por ejemplo, quizás el efecto sería positivo, porque las extensiones de cultivo de trigo se podrían ampliar, pero en otras zonas, por ejemplo, aquí, en el Mediterráneo, se prevén unas sequías más importantes. Dependiendo de la zona del planeta, este cambio climático provocará una sequía o más lluvias... Ese es el problema. Seguro que hay países que saldrán beneficiados y otros perjudicados.
Olga V.: A principios de 2023, todo el mundo celebraba una buena noticia relacionada con la crisis climática: la recuperación de la capa de ozono, 35 años después del Protocolo de Montreal, que decretaba la eliminación de 96 sustancias químicas. Se esperaba y se espera que la capa de ozono del Ártico esté plenamente recuperada en 2045 y este es el éxito medioambiental más importante fruto de un acuerdo internacional. Por lo tanto, si hubiera suficiente voluntad política ¿sería viable mitigar los efectos del cambio climático? Entiendo que no es algo que tenga que pasar solo en una zona, sino en todo el planeta.
Sergi P.: De hecho, afectaría a todo el planeta. No creo que sea tanto por una voluntad política, sino por los intereses económicos que hay detrás. Los políticos están atados de manos. Una cosa es hacer unas declaraciones en campaña y otra, cuando llegas al lugar, encontrarte todas las presiones que tienes y los lobbies económicos. Más bien deberíamos apuntar a un cambio de sistema. Creo que las revoluciones, todas, empiezan por la base. Tenemos el derecho de votar, no todos los países lo tienen, pero a partir de ahí y de nuestras actitudes, podemos empezar a cambiar.
Olga V.: Por lo tanto, debería haber una conciencia social sobre la importancia de esta transición energética, de mitigar la crisis climática, este cambio global, y, a partir de ahí, ¿habría que presionar a los políticos y llevarlos hacia un callejón sin salida?
Sergi P.: Sí. La única manera es presionar a los políticos y luchar contra las noticias falsas y contra toda esa gente que no sé qué intereses tiene detrás (está claro que hay empresas que van en contra de mitigar el cambio climático). El cambio climático está aquí, no lo podemos evitar, pero sí podemos mitigarlo, y eso es importante.
Olga V.: Pues confiemos en que llegue esa mitigación. Sergi Pla Rabés, doctor en Biología e investigador y profesor de la UAB, muchas gracias por haber subido al Vagón de la Ciencia.
Sergi P.: Gracias a ti, Olga, y al Vagón de la Ciencia. Me gusta mucho esta iniciativa.
Olga V.: Y vosotros, si queréis saber más, escuchad otro capítulo.
Información complementaria
