Addicciones
Purificación Escobar nos habla de la prevención del consumo de sustancias y el uso abusivo de pantallas.
Investigadores

Purificación Escobar
Psicóloga general sanitaria. Máster en Paidopsiquiatría. Doctoranda en Psicología Clínica y de la Salud en la UAB. Ha colaborado con la Unidad de Psiquiatría Infantil del Hospital Vall d'Hebron durante cinco años.
Actualmente trabaja como profesora colaboradora en las asignaturas de Psicología de la Salud y de Evaluación Psicológica en la Universitat Oberta de Catalunya (UOC) y como profesora asociada al Departamento de Enfermería de la Facultad de Medicina de la Universitat Autònoma de Barcelona.
Miembro del grupo GTRDSM, que trabaja en mujer y salud mental, subdivisión violencias machistas, y del GRIVIS (Grup de Recerca Infermera en Vulnerabilitat i Salut).
Desarrolla actividad profesional en el ámbito de la psicología infantil y juvenil. Está haciendo la tesis doctoral en psicología clínica y de la salud sobre alteraciones de la salud mental en niños y adolescentes con cardiopatías congénitas.
Podéis consultar la producción científica de Purificación Escobar en el portal de investigación Researchgate.
Vagón de la Ciencia, un proyecto de la Universitat Autònoma de Barcelona en colaboración con el Ministerio de Ciencia y Tecnología, mediante la convocatoria de ayudas para el fomento de la cultura científica, tecnológica y de la innovación, y Ferrocarrils de la Generalitat de Catalunya.
Vagón de la Ciencia
Olga V.: Esto es Vagón de la Ciencia, el proyecto de la UAB dedicado a la divulgación científica. En esta primera edición consta de 19 capítulos sobre salud mental, y en este nos centramos en la prevención del consumo de sustancias y el uso abusivo de pantallas. Para ello, nos acompaña Purificación Escobar, psicóloga general sanitaria, profesora del Departamento de Enfermería de la Facultad de Medicina de la Universitat Autònoma de Barcelona y profesora de Psicología de la Salud de la Universitat Oberta de Catalunya.
Hola, Purificación.
Purificación E.: Hola, ¿qué tal?
Olga V.: ¿A partir de qué momento se puede considerar que se hace un uso abusivo de las pantallas?
Purificación E.: Pues es difícil decir en qué punto se hace un uso abusivo de las pantallas. En el momento en que tenemos un adolescente, tenemos un niño que de repente tiene cambios de estado de ánimo, disminuye su rendimiento escolar, duerme poco y dedica mucho tiempo y da mucha importancia a estar delante de la pantalla, pues tenemos un problema.
Olga V.: Y en el caso de las drogas no legalizadas, que el consumo debería ser cero, ¿se pueden prevenir las conductas de riesgo?
Purificación E.: Sí, se pueden prevenir. Hay tres pilares que son importantes en la adicción, en cualquier adicción, no solo a las pantallas o no solo a las drogas. La autoestima de la persona, el entorno (las relaciones sociales) y, después, el apoyo familiar son los tres pilares en los que si nosotros trabajamos es fácil que una persona no entre o cuando entre, salga.
Olga V.: El último informe mundial sobre drogas de la ONU de 2023 ya alertaba de un aumento preocupante de la producción y el consumo de drogas. En la última década, el consumo de estupefacientes aumentó un 23 %. ¿También se ha incrementado su consumo entre los jóvenes?
Purificación E.: Pues sí, sí se ha incrementado su consumo. De hecho, tenemos un importante porcentaje de chicos que empiezan su escalada con el cannabis y luego continúan con drogas de mayor potencia. Todo incide: incide el entorno, incide el tipo de relación, incide el cómo nos relacionamos entre nosotros, incide sobre todo en los hombres. Tenemos un formato social que los pone en riesgo. Las masculinidades tradicionales que hacen que tengan que ser los que más fuman, los que más pueden beber, los que pueden sostener su físico y ponerlo en riesgo, porque son poderosos, los pone muy en riesgo.
Olga V.: Por lo tanto, el acercamiento al consumo y la relación con las drogas, tanto si están legalizadas como si no, ¿varía en función de si son hombres o mujeres?
Purificación E.: Sí, sí. Totalmente. La adicción, actualmente, ya empezamos a observarla desde el género, con perspectiva de género. Los hombres es verdad que hay como una especie de estrato social que les da espacio para ser adictos o meterse en la adicción. Empieza con conductas compulsivas. Pero las mujeres es diferente. Su estrato social, la cultura... hace que lleguen más tarde a los tratamientos o que no lleguen o que lleguen cuando la situación ya es muy insostenible.
Olga V.: Por lo tanto, las condiciones socioeconómicas y culturales sí que, una vez se consume, ¿hacen que cuando se intenta solucionar esta situación, sea diferente el abordaje? ¿Y estas condiciones son determinantes también a la hora de incidir en si alguien consume o no?
Purificación E.: Sí. El factor socioeconómico es importante en todo. En cualquier patología es importante. De hecho, nosotros, en el proyecto que llevamos de cardiopatías congénitas, que es un enfermo crónico, estamos viendo que justamente hay más cardiopatía en el estrato más bajo. Las condiciones económicas están muy ligadas a la cultura y están muy ligadas al tipo de afrontamiento que hago de las situaciones y están muy ligadas con las relaciones.
Olga V.: Nos has dado algunas pistas, pero ¿qué lleva a los jóvenes a consumir drogas?
Purificación E.: Pues actualmente pensamos, los estudios dicen que son los tipos de relación, el aislamiento, el tipo de diversión, conectarse de manera completa, la impulsividad... Últimamente, o desde hace unos años, la impulsividad, y lo hemos visto con el número de diagnósticos, que han aumentado de TDAH, eso empuja mucho al chico a consumir, a probar nuevas cosas.
Olga V.: ¿Y la existencia de patologías en salud mental puede predisponer más al consumo?
Purificación E.: No. Lo que dicen los estudios es que ni por haber sufrido una adicción tendrás una enfermedad mental, ni al revés, que por tener una enfermedad mental, puedas tener una adicción.
Olga V.: ¿A partir de qué momento se puede hablar de un consumo excesivo? Estoy pensando en el caso del alcohol, ¿no? ¿Qué sería? ¿Una cerveza a la semana, tres al día?
Purificación E.: No podemos decir qué tipo de consumo ni cuándo es abusivo, porque la persona que es adicta, hay veces que su consumo para nosotros es abusivo, pero para ella está en situación sostenible, con lo cual cualquier tipo de alcohol o cualquier cantidad de alcohol es abusiva y no es buena para la salud.
Olga V.: Por lo tanto, claro, porque no es lo mismo el consumo de cannabis, de alcohol, de tabaco, pensando en si son o no legales, pero sí en general están socialmente aceptadas, ¿qué impacto tiene su consumo entre los jóvenes?
Purificación E.: El de tabaco, mucho. El tabaco lo tenemos entre un 20 y un 30 %.
V.: ¿Todavía?
Purificación E.: Todavía. El de alcohol ha bajado a alrededor del 10 %, el de cannabis al 5 % y luego drogas potentes, heroína, cocaína...a alrededor del 0,2-0,5 %.
Olga V.: En el caso del cannabis, que seguramente existe la percepción de que tampoco pasa nada si consumes un poco, ¿qué riesgos conlleva su consumo para la salud?
Purificación E.: El cannabis, primero, es el primer escalón. Es el primer escalón para dar paso a otros consumos más importantes, más peligrosos. Y, después, que el cannabis está asociado, y lo hemos visto hace unos años, hay muchos consumidores de cannabis que tienen relación con trastorno psicótico, con lo que es importante tenerlo en cuenta, y dar esta información también a los jóvenes, que puedes tener dentro de un consumo abusivo de una droga, que quizás no te parece peligrosa, un incidente de salud que es muy peligroso, como un trastorno psicótico.
Olga V.: Cuando la familia considera que hay un consumo abusivo o que se debería reducir este consumo, ¿qué habría que hacer?
Purificación E.: Primero hay que hablar, primero nos tenemos que sentar con el chico. Porque la familia puede considerar, pero lo que hay que ver es qué considera él. Y luego hay dispositivos, los centros de salud mental infantil y juvenil. Quiero decir, debería ser primero el médico de cabecera, el médico de familia, y luego el [palabra ininteligible] que le toque al niño, para ver qué. Pero lo primero no es lo que la familia considera, lo primero es lo que el paciente, lo que el chico considera.
Olga V.: Por lo tanto, es imprescindible que él o ella se den cuenta de que hay que cambiar algo.
Purificación E.: Claro, sí, evidentemente es muy importante. Y eso también es una diferencia entre los chicos y las chicas. En los hombres es más fácil adquirir este significado o este [palabra ininteligible] de «soy adicto» o «tengo un abuso importante de drogas», en cambio en las mujeres eso es mucho más difícil, porque tienen una doble penalización: la adicción, pero también la penalización familiar y de su entorno.
Olga V.: Según los datos del Observatorio de la Agencia de Salud Pública de Barcelona, en 2022, los adolescentes pasaban una media de ocho horas diarias delante de una pantalla y el mismo año, de acuerdo con un informe del Proyecto Hombre, la dependencia de la tecnología es la segunda adicción entre los jóvenes. Purificación, tú has colaborado con la Unidad de Psiquiatría Infantil del Hospital Vall d'Hebron, ¿cuáles son los parámetros que se utilizan para determinar si alguien es adicto, en este caso a las pantallas?
Purificación E.: Tenemos muchos tests y muchas escalas que nos podrían dar un número y decir esta persona es una adicta, pero los adictos no se valoran por solo el número de los tests o el número de la escala, sino que se tiene que ver de manera global, hay que verlo. Porque no es el tiempo. Porque en las familias, lo que las lleva a la consulta es el tiempo.
Olga V.: Aun así, ¿ocho horas no son muchas horas?
Purificación E.: Son muchas horas, evidentemente, pero ¿qué hacemos esas ocho horas? ¿Estamos haciendo investigación esas ocho horas? ¿O estamos solo dos horas pero estamos haciendo ciberbullying? ¿Estamos mirando páginas de trastorno alimentario? Creo que de cara a valorar la adicción en jóvenes tenemos que cambiar esta manera de medir y sacar el tiempo de la variable y poner la calidad. Qué está haciendo allí.
Olga V.: Entonces, ¿cuándo puede el uso de las pantallas suponer un riesgo para la salud? ¿Sería esta la pregunta?
Purificación E.: Sí, cuándo puede suponer un riesgo. Porque, claro, antes decíamos, de acuerdo, está muchas horas delante de la pantalla, le quitamos la pantalla, pero es que ahora si les quitas la pantalla, ¡ostras! ¿Cómo hace los deberes? ¿Cómo mira las notas que ha sacado en naturales? Ahora bien, hay que ver y hay que hablar y hay que pactarlo, mucho. ¿A qué dedico yo mi tiempo?
Olga V.: Pensando sobre todo en los más jóvenes, que se relacionan mucho a través de redes sociales, de videojuegos... y esto supone que hay una conexión a la red y hay una pantalla en medio, ¿es posible encontrar el equilibrio entre mantener el contacto con los pares y hacer un uso saludable?
Purificación E.: Sí, es posible. Porque también tenemos que mirar por qué este niño o esta chica está tanto tiempo delante de la pantalla. La pantalla realmente es muy dulce para los niños, los chicos. Porque, primero, los tipos de juego cada vez tienen más estructura, cada vez los pueden personalizar más, cada vez se pueden implicar más en el juego y eso los engancha. Después hay algo que es la relación, el grupo ya no lo tengo fuera, lo tengo dentro de la pantalla y, cada vez que me conecto, he recibido ese calor que tenía antes en el grupo de amigos presenciales. Y luego tiene otra cosa que también para los adolescentes, que están tan metidos en sí mismos, es importante, que es el anonimato. Me puedo equivocar, puedo hacerlo mal, todavía no tengo la destreza, la habilidad suficiente para dar este paso a este lugar, pero no se sabe que soy yo y eso para el adolescente, que es tan sensible a la evaluación, es importante.
Olga V.: ¿Cómo se pueden prevenir los comportamientos adictivos a móviles, a tabletas, a videojuegos, a plataformas audiovisuales?
Purificación E.: ¿Cómo se pueden prevenir? Pues intentando dar desde fuera lo que él encuentra dentro. Si es esta autoeficacia, porque a veces los adolescentes, los niños, se meten dentro de la pantalla porque se ven capaces, se ven que saben hacer cosas, que pueden hacer cosas. Fuera todo es difícil. Había un niño que me decía «es que yo triunfé en internet». Pues nosotros también, desde fuera, tenemos que dar eso, esa estima, esa sensación de «soy eficaz», ese apoyo.
Olga V.: A partir del momento en que se considera que sí hay una adicción, ¿aquí también es imprescindible que la persona que la sufre sea consciente de que debe cambiar algo?
Purificación E.: Sí, la adicción es un trastorno porque lo es y así lo tenemos que decir, es un trastorno y es crónico y evoluciona con momentos en que está mejor y momentos en que esta persona está peor. O que ha recaído. Algo que debemos intentar gestionar de manera integral. O sea, ya no es el enfoque sobre la persona. Es verdad, tienes que asumir lo que está pasando, lo tenemos que asumir todos, pero luego el enfoque tiene que ser familiar, social, desde el colegio... Tenemos mucha suerte, hay muchos colegios que se implican mucho cuando hay algún problema de este tipo. Porque uno de los lugares donde se ve que pasa algo es en el colegio. Un niño que disminuye el rendimiento, que empieza el absentismo... es importante saber qué está pasando y dónde está pasando su tiempo.
Olga V.: Purificación Escobar, psicóloga general sanitaria, profesora de la Universitat Autònoma de Barcelona y de la UOC, muchas gracias por haber subido al Vagón de la Ciencia.
Purificación E.: A vosotros por invitarme.
Olga V.: Y si queréis saber más, escuchad otro capítulo.
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