Vigilancia de la salud
El concepto de vigilancia de la salud hace referencia al conjunto de acciones sistemáticas y continuadas de recogida de datos sobre los factores de riesgo y sobre la salud, que el personal sanitario lleva a cabo con el fin de detectar cambios en la salud de los trabajadores que tengan relación con los riesgos laborales que puedan afectarles y, así, poder dirigir actividades y elaborar estrategias preventivas.
Vigilancia de la salud
Las actividades que se desarrollan en los laboratorios con riesgo biológico para los seres humanos, en especial los NCB3, comportan unos riesgos para la salud que requieren una atención especial del área médica del Servicio de Prevención, la Unidad de Salut Laboral (USL). Por lo tanto, será la USL quien, de acuerdo con las pautas y los protocolos que establezca, lleve a cabo el programa de vigilancia médica. Sin embargo, para llevar a cabo con eficacia este programa será necesario conocer, de manera previa, continua y precisa, los cambios y las actividades relevantes que puedan suponer un riesgo para la salud. Así pues, el IP deberá notificar estos cambios al CBS, lo antes posible, a través de la presentación telemática del procedimiento experimental con AB.
El asesor de bioseguridad hará llegar la información mencionada a la USL, que se pondrá en contacto con el personal implicado para ofrecerle una evaluación de salud con el fin de valorar su aptitud en el puesto de trabajo. Este ofrecimiento y la aceptación o el rechazo de la persona deberán constar por escrito.
La vacunación, si es eficaz, es una medida preventiva ideal. Corresponde al Servei Assistencial de Salut (SAS) ofrecerla, sin coste para el personal, e informar de las ventajas y de los inconvenientes que tiene. Este ofrecimiento y la aceptación o el rechazo de la persona deberán constar por escrito.
Algunas de las vacunas recomendables, según los riesgos y la inmunidad previa, son:
Difteria/tétanos | Parotiditis | Tífica/paratífica A y B |
Rubéola | Hepatitis A | Hepatitis B |
Varicela | Gripe |
Rabia |
Sarampión | Poliomielitis |
En determinados casos, puede ser necesario tomar muestras de suero en intervalos periódicos para determinar el grado de respuesta inmunitaria inducida por la vacunación.
La exposición de una mujer embarazada a determinados AB puede afectar el desarrollo normal del feto. Por tanto, las mujeres que estén embarazadas o tengan la intención de quedarse deben comunicarlo previamente a la USL para que se tomen las medidas preventivas necesarias.
La USL ofrece asesoramiento confidencial a cualquier hombre o mujer que esté en edad de tener hijos y a las mujeres en situación de embarazo o postparto que trabajen con patógenos o materiales potencialmente infecciosos que puedan afectar a la reproducción.
El IP que trabaja normalmente con este tipo de agentes es el responsable de informar al personal de nueva incorporación de estos riesgos. En determinadas situaciones, hay que valorar la necesidad de un cambio de puesto de trabajo u ofrecer otras tareas que no supongan un riesgo de exposición a estos agentes.
Otra situación es la que representan las personas que se encuentran en condiciones de inmunodepresión y que, por tanto, tienen una sensibilidad especial. Así pues, si está en alguna de las condiciones que se han indicado anteriormente se debe informar a la USL.
Puede consultar las fichas técnicas de patógenos peligrosos para la reproducción en la guía editada por el INSST "Directrices para la evaluación de riesgos y protección de la maternidad en el trabajo".