Comienza una nueva campaña de captura de reinas de avispa asiática
El Departamento de Biología Animal, de Biología Vegetal y de Ecología ha iniciado una nueva campaña de detección y captura de reinas de avispa asiática en el campus, que se extenderá hasta finales de mayo.
La Unidad de Zoología del Departamento de Biología Animal, de Biología Vegetal y de Ecología (BABVE) desarrollará, por quinto año consecutivo, un estudio práctico de la plaga de avispa asiática en el campus de la UAB en el marco de la docencia de la asignatura de Gestión de Recursos Animales y Plagas (GRAP) del tercer curso del grado de Biología Ambiental. Un grupo de estudiantes, dirigidos por el profesorado de la asignatura, iniciarán una campaña de detección y captura de reinas de esta especie. El objetivo es detectar la presencia de las reinas y eliminar el mayor número de individuos que podrían dar lugar a nuevos nidos en el campus, lo que ayudará a evitar los riesgos que genera su presencia y su proliferación en áreas habitadas.
Por eso, hasta finales de mayo, se instalarán por todo el campus un total de 90 trampas para capturar a las reinas de estas avispas y minimizar la aparición de nuevos nidos de Vespa velutina en el campus. Estas trampas capturan a las reinas de la avispa asiática y no suponen ningún riesgo para las personas, ya que una vez han entrado las avispas no pueden salir de ellas. Para poder alcanzar el objetivo de la campaña, es muy importante que se respeten y no se manipulen las trampas colocadas.La campaña de captura de reinas de Vespa velutina con el alumnado del grado de Biología Ambiental del pasado curso capturó y eliminó un total de 1.464 ejemplares, una captura de 16,27 reinas por trampa que representa un incremento respecto al año 2022, en el que se capturaron 8,92 reinas por trampa. Es de esperar que esta retirada de reinas pueda comportar una disminución de los nidos presentes en el campus.
La avispa asiática es una especie exótica invasora originaria de Asia que fue detectada por primera vez en Europa en 2004, en Francia. Posteriormente, en 2012 se encontró en Galicia, en el norte de Portugal, el País Vasco y Navarra, y ese mismo año se detectaron los primeros ejemplares en Cataluña (Vall d’Aran y Alt Empordà). Un año después, ya se encontraban nidos en la Garrotxa, la Selva y el Ripollès, con lo que se inició un proceso de expansión por diversos territorios de Cataluña.
La presencia de esta especie invasora en nuestro territorio produce importantes afectaciones en la apicultura, al depredar la abeja de la miel, pero también otros polinizadores de cultivos y flora silvestre. Asimismo, tiene efectos sobre la salud pública, al crear una percepción de inseguridad en la población por el riesgo de sus picaduras.